¿Sueñan los robots con perros eléctricos? La impecable fábula sobre la soledad, el abandono y el perdón firmada por Pablo Berger tiene como protagonistas a un perro solitario y un robot que se suma a la nutrida lista de 'máquinas más humanas que lo humano' del cine. La cinta es una adaptación de una exitosa novela gráfica (lo que suele ser un arma de doble filo) de Sara Varon, pero logra no solo honrar la historia original sino expandirla llenándola de matices, música y, especialmente, de un entorno que pasa del minimalismo a la exuberancia del Nueva York de los 80.
Dog, uno de los protagonistas de la cinta, se pasea en efecto por la Gran Manzana...con una bolsa de Naranjito. Un detalle que marca la 'españolidad' de la adaptación y que resume la relación del cineasta con la ciudad en la que estudió Dirección de Cine a principios de los 90. Las torres gemelas, Brooklyn, el río Hudson y especialmente Coney Island, lugares seguramente señalados para el director, se convierten en el escenario de esta historia de amor. Algo que como el mismo confesaba a El Periódico de Aragón, tiene que ver con su propia experiencia: “Yo en Nueva York viví de todo. Estuve en la escuela de cine, viví una historia de amor y una posterior ruptura, sufrí temporadas de soledad y tristeza, volví a encontrar el amor y me casé... Por eso esta es una película muy personal”.
Fue precisamente en Nueva York donde Beger conoció a su compañera de vida, la fotógrafa Yuko Harami, con quien lleva ya más de dos décadas de relación y con quien tuvo a Akaio, su única hija, que actualmente es estudiante de bellas artes y ya ha montado un Cine Club en su facultad. Su hija, y las amigas de esta, son en palabras del propio director algunas de las principales avaladoras del éxito de la cinta entre los más jóvenes.
Pablo Berger Uranga (Bilbao, 1963) es primo de los hermanos Amaya, Roberto, Izaskun, Idoia, Edurne, Estíbaliz e Iñaki Uranga, todos ellos integrantes de Mocedades, por lo que la música fue una de sus primeras 'vocaciones'. De hecho fue la propia Amaya, cuando el joven Pablo empezaba a definir su vocación, le presentó al cineasta y guionista José Luis García Sánchez, quien lo animó a escribir sus propios guiones y a rodar cortos. Ambas disciplinas, la música y el cine han estado siempre ligadas para él, algo que sin duda puede notarse también en 'Robot dreams', en la que el tema 'September', de Earth, Wind & Fire, se convierte en un auténtico leitmotiv.
En Bilbao, Berger vivía al lado de los cines Trueba, y de pequeño escuchaba las canciones de las películas a través de la pared de su habitación. Con esa infancia digna de 'Cinema Paradiso' no es de extrañar que el hoy candidato al los Premios Oscar 2024 afirme que llegó al cine a través de la música. Como le dijo a la web Audiovisual451: "Hay algo en el cine que me tomo como musical. Los planos son notas musicales, las secuencias, melodías. Y con las imágenes y la música ya tengo suficiente. Para mi el cine es escribir con imágenes”. También es, ha dicho, "como soñar despierto". Y esta noche soñarán con él todos os españoles.