El durísimo entrenamiento de Jake Gyllenhaal para conseguir unos músculos de hierro en su última película
Jake Gyllenhaal tuvo que entrenar durante más de un año para poder hacer frente a Conor McGregor en ‘Road House. De profesión: duro’
Su entrenador ha explicado que se sometió a un entrenamiento y una dieta muy estricta para poder alcanzar el nivel de musculatura necesario
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Jake Gyllenhaal acaba de estrenar ‘Road House. De profesión: duro’, un remake de la película que ya protagonizó en 1989 Patrick Swayze y para la que el actor ha tenido que prepararse no solo a conciencia, también físicamente para poder pegarse en la gran pantalla con Conor McGregor. Su preparación fue dura, y el entrenamiento y la dieta fueron clave para conseguir el físico que luce en la cinta, aunque también tuvo algún que otro percance.
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Gyllenhaal ha contado como se cortó con un cristal mientras grababan una escena en la que la pelea era en el suelo y sintió como el cristal se metía en su mano. El corte que le produjo podía haberse quedado en una mera anécdota de la grabación, pero lo cierto es que contrajo una infección por estafilococo que hizo que se le inflamase todo el brazo. Una infección que puede llegar a ser peligrosa, incluso mortal, pero de la que el actor se recuperó gracias a la atención del equipo médico de la cinta.
Lo cierto es que el actor ha conseguido un cambio físico increíble para la película, tanto que muchos seguidores se han quedado impactados con sus músculos y cómo ha logrado perder peso a la vez que conseguir unos abdominales fuertes y marcados y unos músculos de hierro. Un cambio que le ha llevado su tiempo y esfuerzo para conseguir meterse en el papel por completo.
Su exigente entrenamiento
El encargado de que luzca esos músculos, además de él mismo, es Jason Walsh, su entrenador, con el que trabajó durante más de un año para que su cuerpo estuviese perfecto cuando comenzase el rodaje. “El aspecto que muestra a lo largo de la película tiene picos. No se ve el tiempo que hay entre ellos, parece algo continuo y no funciona así”, explica a Men’s Health sobre cómo no siempre Gyllenhaal estuvo tan en forma durante el rodaje.
El actor logró reducir un 5% de su grasa corporal, bajando de los 93 kilos a los 83. La primera fase consistió en aumentar su masa muscular y entrenar los movimientos que tendría que hacer durante el rodaje, para luego seguir trabajando en mantener la masa ganada durante todo el año que duró el proceso.
Entre los ejercicios que Walsh le marcó a Jake Gyllenhaal destacan los ejercicios de movilidad para que pudiese ganar en amplitud de movimiento, además de ejercicios para aumentar su fuerza y resistencia, sentadillas con barra de seguridad, sacos pesados, fortalecimiento del antebrazo y del agarre, flexiones de cadera o sprints de escaladores. Además de todo ello, le marcó un circuito específico para poder esculpir su abdomen y lucirlo como lo hace en la película.
Una dieta específica
Pero esto no sería nada sin una buena alimentación, por eso se le creó una dieta específica que le costó seguir, sobre todo al principio, pues Gyllenhaal es un amante de la buena comida y de los planes con su familia y amigos, pero tuvo que seguirlo a rajatabla. “No me saltaba comidas. Había cosas que me quitaban, pero tenía muchísimas más calorías que podía consumir”, explica el actor.
No obstante, sí que tuvo algunos problemas para conseguir digerir los suplementos de proteína de suero, una fórmula nueva a base de plantas que el equipo de nutrición probó con él y con el que consiguieron dar con un plan de alimentación que se adecuó a las necesidades del actor durante esos meses de entrenamiento y rodaje.