Para algunos, el problema con Chalamet es que, precisamente, no es un 'completo desconocido'. Y cuando hace ya cuatro años se hizo pública su elección para interpretar a Bob Dylan en 'A complete unknown', los fans empezaron a mostrar un rictus de incomodidad que, conforme ha ido avanzando la producción, ha terminado de estallar en redes. Sospechosamente, y para variar, para al menos un sector de los críticos, muchos de los reparos tiene que ver con... ¡cha chán! la masculinidad: 'demasiado bonito', 'muy vulnerable', 'es un andrógino' o 'basta de masculinidades líquidas' son algunas de las quejas.
Ciertamente, y como ha dado cuenta alguna vez la propia Joan Baez (que en la película es interpretada por Mónica Barbaro), Dylan performaba una masculinidad normativa tirando a machista. Pero eso de negarle al delicado Chalamet la oportunidad de hacer su trabajo, es decir actuar, parece excesivo.
Por otro lado, que Dylan ha sido muchos Dylans a los largo de su vida quedó reflejado en la excelente 'I'm not there' (2007), de Todd Haynes, en la que el músico fue interpretado por nada menos que seis actores entre ellos una mujer: Cate Blanchett. Al parecer, la experimentación arty de Haynes -en lo que de momento es la mejor aproximación fílmica al personaje, con perdón de Scorsese- fue suficiente para sortear el escollo de la 'masculinidad' en este caso. A Chalamet no se le tolera.
Y eso que la cinta de James Mangold trata precisamente de ese momento clave en la carrera de Dylan en el que decidió no satisfacer más la imagen que sus fans tenían de él, es decir, el famoso paso a la guitarra eléctrica. De hecho, la película está basada en el libro 'Dylan Goes Electric!' (2015) del periodista musical Elijah Wald, cuyo título, precisamente ironiza sobre la reacción 'escandalizada' de quienes en esos momentos veían en Dylan al ídolo folk que traicionaba su 'esencia'.
Muchos parecen olvidar que si algo define a un músico como Dylan -y en realidad esto sirve para cualquier persona con vocación artística-, es la voluntad de cambio y el inconformismo. Sí, hablamos de eso tan manido de 'salir de la zona de confort'. En ese sentido, probablemente Chalamet esté mostrando más arrojo asumiendo este papel que muchos de los fans que lo repudian porque 'no da el pego'. La palabra 'conservador' debería estar proscrita de muchos ámbitos, especialmente de el del arte.
Las fotos del rodaje que circulan a montones por la red dejan ver a un actor perfectamente caracterizado que parece estar en posesión del personaje. Incluso, como confirmaba el propio Chalamet el año pasado, él mismo ha grabado el 70% de las canciones que aparecerán en la cinta. Así que en realidad esto es como en esas imágenes con 'efecto óptico': hay quienes ven a Dylan y hay quienes 'solo' ven a Chalamet. La diferencia de percepción la marca aquí tus ganas de pasarlo bien. Así que tú mismo.
A Hollywood, como se sabe, le encantan los biocpics, y los actores y actrices suelen tener en este tipo de papeles el camino más directo a los Oscar. ¿Quién sabe? Igual estamos antes la consagración del joven Chalamet. Si los furiosos conservadores se lo permiten.