El estreno de 'Gladiator II', con la que Ridley Scott retoma la historia de Roma donde la dejó en 2000, cuando se llevó cinco premios Oscar, nos invita a mirar de nuevo al Coliseo. Allí tenían lugar las cruentas batallas que recoge esta súper producción. Incluso sin Russell Crowe, todo apunta a otro bombazo de taquilla mundial. ¿Realmente eran así estos espectáculos? Trasladamos esta y otras dudas a Alfonso Mañas (Baza, 1976), autor de 'Gladiadores, bestias y condenados: las crónicas brutales del Coliseo' (Almuzara).
Este doctor en Historia del Deporte granadino conoce como pocos la gladiatura y los espectáculos anfiteatrales. En su último libro recoge testigos visuales, como Cicerón y Séneca, y también de sus protagonistas, los propios gladiadores, además de mucha información con la que ha reconstruido las escenas del Coliseo y de los más de 400 anfiteatros que levantó Roma a lo largo de su Imperio.
¿'Gladiator' reconstruye bien aquellos espectáculos?
Lo hace, puesto que cuando suenan los cuernos antes de los combates nos estremecemos en la butaca, como las gentes de entonces en las gradas del Coliseo.
¿La violencia extrema está bien documentada?
Ninguna fuente muestra a una mujer cortada en dos por la cuchilla de un carro, como en 'Gladiator I', pero eso no era nada comparado con lo que se veía en la arena. No podría mostrarse en un film comercial. El poeta romano Marcial (40 d.C.) contaba que una mujer fue montada por un toro o que un oso abrió en canal a un crucificado, entreteniéndose en sacarle las tripas como quien tira de un ovillo. Estos espectáculos correspondían a las ejecuciones del mediodía (ludi meridiani), lo más duro que podía verse en la arena. El cine no podría mostrar nada así.
Dice en su libro que solo en dos primeros siglos de la era cristiana murieron en la arena unos tres millones de personas.
A esta cifra habría que sumar la de los cazadores de animales (venatores) que morían durante las cacerías (venationes) que celebraban por las mañanas. Esto es difícil de estimar, porque aquellos hombres poseían una buena técnica que les permitía engañar a los animales y matarlos con poco riesgo para el cazador. En la ofrecida por Pompeyo, por ejemplo, varios elefantes fueron masacrados después de que aplastaran a varios cazadores. Incluso sin los tendones de los pies, los paquidermos siguieron luchando arrastrándose penosamente sobre sus rodillas. Esto tampoco podría mostrarse en el cine. Nuestros gustos actuales distan mucho de los ancestros romanos, que se entretenían con ello.
¿Tus investigaciones tan exhaustivas te han permitido apreciar algún error en estas películas?
En la trama, por ejemplo. Cómodo no mató a su padre, no murió en la arena, y su hermana era una harpía. También en detalles técnicos. Los gladiadores luchaban con casco y a pecho descubierto, mientras que Russell Crowe en Gladiator I se pasa toda la peli dando espadazos sin casco y con coraza. La peli no muestra a un solo gladiador equipado correctamente como los gladiadores de la época. Abundan, además, los anacronismos.
¿Se usaban babuinos en el Coliseo?
Los combates entre babuinos y hombres son fantasía pura. Este animal nunca se cita en las fuentes anfiteatrales. Es un error que repite Hollywood. Tampoco tiburones, aunque sí rinocerontes Y de nuevo vemos gladiadores mal equipados (ninguno correctamente), y sin casco.
¿En nuestro imaginario colectivo la idea de los gladiadores está muy distorsionada?
Uno de los equívocos más extendidos es el saludo "Ave caesar morituri te salutant". Es una invención moderna, al igual que lo del pulgar hacia abajo y, sobre todo, hacia arriba.
¿De dónde viene lo de los pulgares?
Al condenar a muerte al gladiador vencido, las fuentes hablan de "pollice verso" (pulgar vuelto), sin especificar hacia dónde está vuelto. Probablemente hacia la garganta de quien hacía el gesto, pues era por degollación como ejecutaban al vencido. Pero el pintor Gérôme creyó que era "vuelto hacia el suelo", y pintó ese gesto en un cuadro que tituló 'Pollice verso' (1872), popularizando el gesto. El origen del pulgar hacia arriba es aún más absurdo: para indultar al gladiador vencido los espectadores agitaban un pañuelo, pero cuando empiezan a hacerse pelis de gladiadores decidieron que el indulto se pidiese con el gesto del pulgar hacia arriba, en analogía al del pulgar hacia abajo famoso por la obra de Gérôme.
¿Los gladiadores no pedían el indulto levantando dos dedos?
Es falso. Las fuentes muestran que el gladiador que se rendía pedía el indulto extendiendo el dedo índice. Pero cuando Gérôme pinta, al gladiador que pide el indulto lo muestra extendiendo los dedos índice y corazón. Ese error lo tomó la serie 'Spartacus' (2010-2013). Y desde entonces hasta hoy.
¿Qué hay de su fama de mujeriegos?
Es cierto. Las fuentes documentan abundantemente sus relaciones con mujeres de toda clase, desde las más humildes hasta emperatrices. Básicamente un gladiador hacía cuatro cosas al día: dormir, entrenar, comer y fornicar.
¿Los homosexuales podían luchar?
Los afeminados (cinaedi) podían luchar como gladiadores, vistiendo una túnica, por lo que los llamaban gladiadores tunicati, para distinguirlos de los gladiadores heterosexuales, que luchaban a pecho desnudo. Además, vivían en una sección aparte.
¿Los gladiadores estaban gordos?
Uno de los bulos en la gladiatura dice que la capa de grasa les protegía de las heridas. Falso. Es como decir que un luchador de sumo está gordo para amortiguar los golpes. La gladiatura era un deporte de combate sin límite de peso y al final del combate llegaban al cuerpo a cuerpo, frecuentemente sin escudo, haciendo llaves y empujando. Ahí tenía ventaja el más pesado. Así, tenemos que pensar que los gladiadores serían como los luchadores actuales de deportes de combate sin límite de peso (boxeadores, luchadores), hombres de más de cien kilos.
Entrenaban todos los días, muchas horas al día, y comían como limas, lo que daba los físicos espectaculares que vemos en las fuentes, similares al del cubano Mijáin López, 132 kilos, que en París 2024 ganó su quinto oro en lucha grecorromana. Es un ejemplo actual de cómo era el físico de los gladiadores.