Su única hija y su último y gran amor: el entorno de Marisa Paredes, fallecida a los 78 años
El mundo de la escena llora la muerte de Marisa Paredes, la enigmática musa de Almodóvar y una de las grandes actrices españolas
Tuvo una hija fruto de su relación con el productor Antonio Isasi-Isasmendi, pero su última época la vivió con Chema Prado, director durante 27 años de la Filmoteca Nacional
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Marisa Paredes ha muerto a los 78 años. La Academia de Cine, de la que fue su presidenta en 2018, ha confirmado en sus redes sociales el fallecimiento de la actriz.
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Una vida dedicada a la escena
María Luisa Paredes Bartolomé nació en Madrid en 1946. Hija de un trabajador de la fábrica de cervezas El Águila y de la portera del número 13 de la plaza de Santa Ana en Madrid, creció al lado del Teatro Español, un escenario que pronto le sería familiar. Siendo apenas una niña, decidió que quería dedicarse al teatro y al cine, para lo que comenzó a estudiar en Conservatorio y en la Escuela de Arte Dramático de la capital.
Paredes fue una grande de la escena con una destacada trayectoria teatral y cinematográfica, dentro y fuera de nuestras fronteras. México, Italia y Francia fueron algunos de los países donde trabajó. Fue Becky del Páramo, Amanda Gris y otros personajes inolvidables en 'Entre tinieblas', 'Tacones lejanos' y 'La flor de mi secreto' y deja un legado vital marcado por la independencia, el compromiso y la elegancia. Considerada una de las actrices más importantes de su generación, actuó en más de 75 películas, en más de 80 ficciones de televisión y en 15 obras de teatro. Como prueba, las numerosas distinciones que han jalonado su carrera: Premio Nacional de Cinematografía, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, seis Fotogramas de Plta, Goya de honor o la Gran Medalla Vermeil, entre otras.
Y entonces llegó Almodóvar
Inició su carrera en 1960, con solo 14 años, en la película 'Esta noche tampoco' (José Osuna) y en '091 Policía al habla' (José María Forqué). Al año siguiente, debutó en teatro como meritoria; al mismo tiempo empezó a trabajar en televisión, en el mítico Estudio 1, donde representó personajes de obras consagradas de Ibsen, Shakespeare, Chejov o Neville. Poco a poco, logró hacerse un hueco en la retina de los espectadores que valoraban de ella sus interpretaciones exquisitas y una presencia delicada y etérea.
Pero lo que convierte a Marisa Paredes en una estrella imparable es el cine de Almodóvar. Desde la primera colaboración en 'Entre tinieblas' (1983), donde encarnaba a una disparatada religiosa, hasta 'La piel que habito' (2010), su trabajo como 'Chica Almodóvar' la sitúa entre las grandes actrices españolas. Hablar de Marisa Paredes es hablar indisolublemente de la obra del cineasta manchego.
Almodóvar le abrió las puertas del mercado internacional. Fuera de España tuvo el honor de trabajar con directores muy reconocidos del cine europeo y en producciones tan recordadas como 'La vida es bella' de Roberto Benigni, 'Profundo carmesí' de Arturo Ripstein o 'El espinazo del diablo' de Guillermo del Toro.
María, su única hija, madre de su única nieta
Discreta en lo que respecta a su vida privada, tuvo una hija, fruto de su relación con el realizador y productor Antonio Isasi-Isasmendi. Nacida en 1975, María estudió Bellas Artes, aunque en los últimos años trabaja como actriz (debutó en 1997 con la película 'Cosas que olvidé recordar'). Últimamente, los espectadores hemos podido verla en el Teatro Español en 'Luces de Bohemia'.
En 2021, la propia Marisa Paredes anunció en la gala de los Goya que María iba a tener un hijo: "Voy a ser abuela, estoy viva y renaciendo cada día", confesó entonces emocionada. "Estoy que no puedo. Cada día me lo imagino y estoy ensayando con una Mariquita Pérez", afirmó ante los medios. Hace unos meses, la actriz establecía en la SER un paralelismo entre el nacimiento de su hija y el de su nieta: "Franco estaba agonizando [cuando nació María]. Yo lloraba en ese postparto pensando en la suerte que tenía de que mi hija no iba a conocer la dictadura. Efectivamente, llegó la democracia y vivimos esa cosa estupenda que es la libertad y el reconocimiento de los derechos", confesó entonces. "Mi nieta nació en el año 2021 y pensé, esta criatura, tal y como se están poniendo las cosas, va a vivir algo que pensé que se había terminado: la dictadura y el retraso de los derechos que afectan a todos los seres humanos", señaló consternada en esa entrevista.
Chema Prado y la gran familia del cine
Tras separarse del padre de su hija, con el que, pasados los años llegó a tener una relación cordial, el gran amor de Marisa Paredes ha sido Chema Prado, director de la Filmoteca Nacional durante 27 años. Le conoció gracias a Almodóvar en 1983 y, desde entonces, han mantenido una relación estable sin necesidad de lazos administrativos. Paredes siempre declaró no sentir necesidad de casarse, pero sí de tener una vida plena, rodeada de su familia y de grandes amigos del cine, como Jim Jarmusch, Bernardo Bertolucci, John Malkovich o el propio Pedro Almodóvar. Prado y ella les recibían en su casa de las imponentes Torres Blancas de Madrid mientras se esmeraban a los fogones.
Si en el amor fue fiel, en su compromiso político, también. En pleno franquismo no dudó en pedir los cambios que la sociedad demandaba, junto a otros artistas como Víctor Manuel, Ana Belén o Juan Diego. En los 2000, alzó la voz en momentos polémicos, como la gala de los Premios Goya de 2003, donde el mundo del cine expresó su rechazo a la guerra de Irak.