Créelo o no, lector, pero hubo una época en la que DC estaba desesperada por remontar su alicaído predicamento entre los fans de superhéroes. No, no hablamos de 'La liga de justicia' de Zack Snyder sino de lo ocurrido unos 70 años atrás, cuando en los cómics de los 50 los superhéroes era forzados a dejar sus vidas libertinas y eran encajados de mala manera en el modelo de 'típica familia americana'. Producto de esa 'normalización' hacia el buenismo middelclass, es la aparición de los superperros. Porque si el perro es el mejor amigo del hombre, el superperro debe ser, naturalmente, el mejor amigo del superhombre.

Y es así que en 1955 los de DC no tuvieron mejor idea que dotar a Superman de un compañero canino pero, claro, si el planeta de Kal-El explotó ¿cómo diantres es que pudo llegar una de sus mascotas a la tierra? Ahhhmigos. La respuesta es que obviamente Jor-El no iba a mandar a su primogénito en una nave hacia lo desconocido sin antes haber probado sus sistemas de navegación con un perro. Se ve que los 50 eran igual aquí que en Krypton, y el pobre chucho -porque, salvo la alienígena, Krypto no tiene una raza terrestre definida- fue enviado a la deriva de tal suerte que su nave se perdió y por eso llegó a la tierra años después que el propio Kal-El. Fin de la historia de origen.

Cualquiera que haya visto la trilogía de los 'Guardianes de la Galaxia', firmada por el director de la nueva 'Superman' (2025) sabe que el humor, la parodia, la sátira, son elementos fundamentales de su éxito. Digamos que eran los cachondos del universo antes de que lo petara Deadpool. Es por eso que la inclusión de Krypto en la nueva película -que ha contentando a muchos y 'escandalizado' a otros tantos- puede traer más de una sorpresa. Después de todo estamos hablando del tío que metió a Kevin Bacon, el actor real, en la trama del multiverso, las gemas del infinito, etc.

En cualquier caso, por lo poco que hemos podido ver, esta versión de Krypto es un perrete de tamaño medio y respeta su tradicional color blanco -Ace, el batiperro, aparecido en los cómics solo unos meses después era, obviamente, negro-, lleva su también tradicional capa roja, pero es un poco más peludo que anteriores encarnaciones. Además responde al silbido de su dueño como un campeón. Buen perro.

Como ocurriera con el 'fenómeno' Baby Yoda en su momento, las redes han emitido un sonoro "ohhhhhhhhhhhh" y la ternurita ya derrite corazones y empieza a tener sus propios fans. Nada mal para otro inmigrante 'ilegal' en la era Trump.