Ni Conan ni Terminator. A sus 74 años, Arnold Schwarzenegger, lleva una vida que difiere por completo de esos papeles de tipo duro que lo hicieron tan famoso en los 80 y 90 en Hollywood. El culturista reconvertido en actor y luego en gobernador de California, sigue disfrutando del deporte casi como lo hacía cuando tenía 20 y su meta ahora es la concienciación para salvar el clima y el mundo. De hecho, hace un par de semanas, Brut America publicó un vídeo de la estrella animando a los ciudadanos a convertirse en héroes de la acción climática. Además de recomendar consumir menos carne, pide que se hagan más compras locales y que no se usen plásticos. ¿Es la primera vez que Schwarzenegger muestra una faceta tan comprometida? Lo cierto es que no. Su carrera política y, sobre todo, sus experiencias personales le han otorgado una visión de la vida que puedes descubrir en el vídeo.
Arnold Schwarzenegger llegó al cine por casualidad. Nació en Thal, una pequeña localidad austriaca en 1947 en el seno de una familia católica. Su padre llegó a pertenecer al partido Nazi y a las SA. Él soñaba con marcharse de allí desde bien joven y encontró en el culturismo un billete a América. Al final lo consiguió, pero no todo fue un camino de rosas. En los cástines le decían que su cuerpo era muy extraño, que tenía un acento que sonaba gracioso y que su nombre era muy largo. El estrellato lo alcanzó con ‘Conan, el Bárbaro’. Poco después, llegó 'Terminator', 'Desafío total' o 'Mentiras Arriesgadas'. En los últimos años ha optado por interpretaciones algo más dramáticos, que han sido bien recibidos por la crítica. Además de continuar activo en el cine, colabora con varias causas sociales y es un gran hombre de negocios.