Cate Blanchett, la adolescente punk enfadada que terminó enamorándose "del hombre que aborrecía"
Ganadora de dos Oscar, tres BAFTA y tres Globos de Oro, Cate Blanchett suma a su currículum el primer Premio Goya Internacional
La traumática muerte de su padre de un ataque al corazón cuando ella solo tenía 10 años marcó su adolescencia
La actriz australiana lleva más de dos décadas casada con el director teatral Andrew Upton, "lo mejor que me ha pasado en la vida"
Carisma, clase, elegancia, belleza y talento. Si en el panorama actual alguien aglutina las cualidades que tradicionalmente han distinguido a una estrella de Hollywood en su sentido más amplio ese alguien es Cate Blanchett, actriz ajena a cualquier encasillamiento, capaz de bordarlo en los proyectos de autor más arriesgados y de divertirse en 'megablockbusters' para multisalas. Ganadora de dos Oscar, tres BAFTA y tres Globos de Oro, admirada también por su firme defensa del empoderamiento de la mujer y los derechos de los más desfavorecidos, la australiana es el primer Premio Goya Internacional, galardón recién creado para distinguir a las mayores figuras del cine mundial.
La intérprete cultiva un estilo de vida austero, familiar y alejado de cualquier exceso, ya superada la cincuentena. Periódicamente las redes se sorprenden (re)descubriendo que lleva más de dos décadas de relación con su marido, el director teatral Andrew Upton, un hombre alejado de los cánones convencionales de galán. Ella confiesa que cuando se conocieron a través de unos amigos se "aborrecieron" y ahora "estamos perdidos el uno sin el otro". Tiene claro que Upton es "lo mejor que le ha pasado en la vida", junto a sus cuatro hijos, Dashiell, Roman, Ignatius y Edith, esta última acogida en adopción.
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Una adolescencia complicada
Pero Blanchett ha recorrido un largo camino hasta hoy. Nacida el 14 de mayo de 1969 en Melbourne, la mediana de tres hermanos. Su padre era un suboficial texano de la marina estadounidense y su madre una profesora australiana. Cuando ella tenía 10 años su progenitor moría de un repentino ataque al corazón, dejando un vacío en el suyo que pasaría la adolescencia tratando de rellenar.
No superaba no haber podido despedirse de él. Pasó por varias fases, de gótica a punk, de vestir solo ropa masculina a afeitarse la cabeza. En el instituto descubrió el teatro y en 1992 se licenció en Arte Dramático por la Universidad de Melbourne con muy buenas notas. Un año después ya la distinguían como mejor actriz y actriz revelación en los Premios del Círculo Teatral de Sydney.
Su primera gran oportunidad se la dio la serie canadiense 'Heartland', que alcanzó las 13 temporadas, pero tras varios años de encadenar trabajos en cine, teatro y televisión su gran descubrimiento llegó con 'Elizabeth', producción británica de 1998 que narraba los primeros años del reinado de Isabel I de Inglaterra. La película fue un éxito y su aplaudida interpretación le valió sus primeros Globo de Oro y BAFTA, además de su primera nominación al Oscar. Curiosamente volvería a ser nominada casi diez años después por el mismo papel en la secuela 'Elizabeth: la edad de oro' (2007).
Entre el cine de autor y el 'blockbuster'
Una vez obtenida la atención de la industria, Blanchett comenzaría a desarrollar una carrera marcada por la alergia a estancarse en un determinado tipo de papel o género. No le hizo ascos a embarcarse en un proyecto tan monumental como la trilogía de 'El señor de los anillos' (2001-2003) de Peter Jackson, donde dio vida a la dama Galadriel, pero en esos años también transitó el terror con 'Premonición' (2000), el drama bélico en 'Charlotte Gray' (2001), la comedia de atracos con 'Bandidos' (2001) o el thriller basado en hechos reales en 'Veronica Guerin (2003), con un ojo puesto en el prestigio de los premios y otro en la taquilla, pero siempre aportando capas de profundidad a sus personajes y la magnética presencia de sus rasgos afilados y mirada felina.
En 2005 se alzaba con su primer Oscar, a la mejor actriz de reparto, por su recreación en 'El aviador' (2004) de Katherine Hepburn, una leyenda del Hollywood clásico de la que de algún modo Blanchett podría ser digna sucesora. Desde entonces ha rodado con los mejores directores -Alejandro González Iñárritu, Steven Soderbergh, Steven Spielberg, David Fincher, Ridley Scott, Todd Haynes o Woody Allen- combinando proyectos artísticamente estimulantes con otros más meramente alimenticios. "Decir sí a lo desconocido contiene un riesgo y cuando una se arriesga, ya sea de manera premeditada o espontánea, algo inesperado surge", ha dicho sobre su manera de conducir su carrera.
Así, la hemos visto transformarse físicamente en (uno de los muchos) Bob Dylan en 'I'm not there' (2007), convertirse en icono queer en 'Carol' (2015) y volver a ganar un Oscar ya en la categoría principal y todos los premios posibles por 'Blue Jasmine' (2014), pero también ejercer de arrebatadora diosa de la muerte en 'Thor: Ragnarok' (2017) o perseguir a un achacoso Harrison Ford en 'Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal' (2008). Todo es posible para una actriz camaleónica capaz de afrontar todos los retos y solventarlos con matrícula.
Ejemplo de empoderamiento
Al igual que muchas de las actrices más importantes de su generación como su amiga Nicole Kidman o Kate Winslet, Blanchett también ha probado suerte recientemente en la televisión, concretamente con la miniserie 'Mrs. America' (2020), centrada en la lucha de las mujeres por la ratificación de la Enmienda de Igualdad de Derechos. Y en algún momento podremos disfrutar de su primer proyecto como productora ejecutiva, 'Stateless', basada en la historia real de una mujer atrapada en un centro de psiquiatría. Y además tampoco se resiste a pisar las tablas, como cuando hace unos años protagonizó en Broadway la obra 'The present', inspirada en una pieza de Chejov.
Actriz prodigiosa y también icono de estilo. Con frecuencia ha encabezado las listas de las mujeres mejor vestidas del mundo y ha protagonizado spots publicitarios. Aunque de vez en cuando amaga con la posibilidad de retirarse -"según envejeces, actuar se vuelve cada vez más humillante", ha llegado a decir-, todo indica que mientras siga encontrándose con proyectos que le propongan nuevos desafíos- como la adaptación que prepara Pedro Almodóvar de la novela 'Manual para mujeres de la limpieza' de Lucia Berlin- seguirá dándonos motivos para idolatrarla.
Y es que "cuantas más mujeres seamos proactivas y dinámicas en esta industria, menos sorprendente será que no nos volvamos invisibles a partir de una determinada edad”. Diosa.