El ayuno ha estado presente en la historia por razones culturales, políticas o involuntarias en el caso de las hambrunas o las guerras. Quizás, por eso, nuestro organismo no encuentre extraño un método como el del ayuno intermitente, que implica abstenerse de ingerir alimentos de forma parcial o total durante un periodo determinado. Cada individuo elige una opción que varía en cantidad de comida y de calorías. Y sus defensores aseguran que es más fácil de mantener que las dietas tradicionales centradas en reducir el componente calórico.
Los beneficios van más allá de adelgazar; existe incluso un componente trascendental. Así lo afirma el cineasta Álvaro Fernández Armero, que en esta ocasión acompaña a su hermana Coloma para explicarle qué ha significado el ayuno intermitente y cómo ha mutado su cuerpo y su mente desde que lo introdujo en su vida. Para ello, también echan mano de los recuerdos de su infancia con chuches y macarrones con tomate, de los menús de tres platos y hasta del vacío existencial. Puedes verlo en el vídeo.
Álvaro Fernández Armero estudió Filosofía, pero lo que le tiraba era el cine. Debutó como director con el cortometraje 'El columpio' (1992), por el que ganó el Goya al Mejor Cortometraje. Por 'Todo es mentira' (1994) es nominado al Goya al Mejor Director Novel. 'Nada en la nevera' (1998), 'Brujas' (1996), 'El arte de morir' (2000) o 'El juego de la verdad' (2004) son algunos de los filmes más relevantes de su carrera. Poe el documental 'Ángel Nieto: 12+1' (2005) obtuvo el Premio César Agüí de Periodismo por el documental.