Johnny Depp (57 años) se está jugando su imagen pública y, por extensión, su carrera en el juicio que lleva dos semanas celebrándose en Londres. En contra de lo que se piensa, no se trata de un pleito por malos tratos ni un litigio de divorcio, sino de una demanda interpuesta por el actor contra el tabloide británico The Sun. Depp (57 años) acusa a The Sun, ya que sus supuestos abusos contra su exmujer Amber Heard (34 años) nunca quedaron probados. Lo normal en estos casos es llegar a un acuerdo extrajudicial según el cual el medio indemniza al famoso y/o publica una disculpa, pero Depp decidió llevar el asunto hasta las últimas consecuencias. De darle la razón el juez, marcaría un precedente con respecto a los medios.
El actor ve este juicio como una oportunidad de limpiar su reputación, perjudicada tras la filtración en 2016 de un vídeo doméstico (grabado por Heard) en el que aparecía ebrio, arrojando objetos de cristal y con una actitud violenta. Mediante su acuerdo de divorcio, Depp pagó seis millones de euros a Heard (lo cual muchos interpretaron como una asunción de culpabilidad), que ella donó a diversas causas benéficas.
La presente querella, por tanto, no es de Depp contra Heard. Ella solo ha prestado declaración como testigo de The Sun, que debe demostrar en el juicio que Depp sí agredió a su entonces esposa para que el término "maltratador" no sea difamatorioThe Sun. Los abogados de Depp, por su parte, tienen como misión no necesariamente demostrar que nunca la agredió sino que no existen pruebas fehacientes de que lo hiciera.
Pero la dimensión popular de este caso sugiere que si el juez falla a favor del actor es probable que gran parte de la opinión pública concluya que no existió maltrato. Estas son las pruebas y testimonios que se han presentado en el juicio de Londres, que sigue a la espera de un veredicto.
De todo. Johnny Depp empezó su testimonio admitiendo beber en exceso, tomar drogas (cocaína, éxtasis, cannabis, LSD y setas alucinógenas, aunque negó haber probado la ketamina) y haber destrozado habitaciones de hotel. Pero negó tajantemente los malos tratos de los que Amber Heard lo acusa. De hecho, asegura que era ella quien lo agredió a él sistemáticamente durante los cinco años que estuvieron juntos (uno de ellos casados).
Depp ha explicado que ella lo golpeó en la cara en varias ocasiones y que llegó a rebanarle un trozo de dedo arrojándole una botella de vodka. En una descripción del carácter de su ex esposa, Depp la tachó de "calculadora, narcisista y con trastorno límite de la personalidad" y la acusó de casarse con él solo para avanzar en su carrera. El actor además contó que decidió divorciarse cuando alguien (o Heard o alguno de sus amigos) defecó sobre su cama,.
Depp admitió haber llegado a gastarse 25.000 euros al mes el vino. Empezó a tomarse las pastillas para los nervios de su madre cuando tenía 11 años y para los 14 ya había probado "todas las drogas posibles". Sin embargo, mantiene que no es una persona violenta. Una de las estrategias de la defensa para desmontar el testimonio de Heard es que muchas de las pruebas son e-mails y mensajes de texto enviados por la propia actriz, lo cual según Depp formaba parte de un plan para acumular "una especie de dossier" de cara al proceso de divorcio.
"Amo locamente a una mitad de ti, la otra mitad me asusta. Ayer vi cómo te desmayabas y vomitabas tres veces. Las tres veces Jerry tuvo que levantarte del suelo. En el avión Nathan mencionó todas las veces que ha tenido que tirar la puerta abajo para despertarte después de que te desmayaras en el baño. Si alguien te grabase en ese estado te sentirías mortificado. Da vergüenza. En una ocasión te cortaste tanto que necesitaste puntos. En otra te encerraste en el baño con tu propia mierda en vez de ir a trabajar. He aguantado demasiado. He limpiado tu mierda, tu vómito y tu pis tanto literal como figurativamente. Me has acusado de locuras -algunas me las merecía- y nunca te has disculpado. Me has pegado repetidamente", escribió Heard en los e-mails.
La postura de los abogados de Depp es que informar al actor de todo esto no tiene sentido si no es para dejar una constancia de cara a un hipotético juicio.
Amber Heard mantiene que su exmarido la agredió en 14 ocasiones. Depp las niega todas. Según ella, la primera ocurrió cuando ridiculizó el tatuaje que el actor lleva en su brazo ("Wino Forever", borracho para siempre; en realidad está tapando uno que se hizo en 1990 en honor a su novia Winona Ryder que decía "Winona Forever") y él reaccionó dándole una bofetada. Ella se quedó mirándolo sin inmutarse y él la abofeteó dos veces más. "No es cierto, eso no ocurrió", mantiene Depp.
Otras agresiones analizadas en el juicio han sido una de marzo de 2013 en la que Depp golpeó a Heard con tanta fuerza que la sangre de su labio salpicó a la pared. El motivo de la discusión era que Heard había colgado en el dormitorio un cuadro pintado por una de sus ex parejas. El actor mantiene que solo le pidió amablemente que quitase el cuadro.
Otra de las supuestas agresiones tuvo lugar en mayo de 2014 en un avión, a bordo del cual (según Heard) Depp le dio una patada en la espalda y, mientras estaba en el suelo, le arrojó una bota. Depp asegura que se pasó el vuelo dibujando y que solo le dio un puntapié en el trasero a modo de broma.
Cuando la abogada de The Sun le preguntó por qué se había disculpado al día siguiente si en teoría no había hecho nada, el actor aclaró que Heard estaba muy cabreada por su comportamiento (llevaba un día despierto bebiendo y consumiendo cocaína, aparte de las dos botellas de champán que se bebió durante el vuelo) y que tenía que "aplacar" su enfado. Y añadió que la que montaba broncas en los aviones solía ser ella, obligándole a pasarse vuelos enteros encerrado en el baño del avión.
Precisamente otro de los testimonios de Heard menciona que ella se encerró en una habitación durante tres días. El matrimonio estaba en Australia por el rodaje de Piratas del Caribe. La venganza de Salazar cuando él descubrió una bolsa de pastillas de MDMA, se tragó varias y persiguió a su esposa por toda la mansión. Heard mantiene que la empujó contra el suelo, la asfixió contra el frigorífico y le escupió en la cara. Depp niega esta versión y aclara que fue él quien tuvo que encerrarse en uno de los baños cuando ella descubrió que pretendía eliminarla de su testamento.
Según el actor, fue durante esta bronca que ella le rebanó el dedo para a continuación apagarle un cigarrillo encendido en la mejilla. De hecho una de las claves de la argumentación de los abogados de Depp es que no pudo golpear en la cara a Heard mientras la agarraba del pelo, tal y como ella sostiene, porque en aquella fecha tenía una escayola a causa de aquel dedo corazón dañado.
Por último, Depp también ha desmentido la agresión que según ella tuvo lugar la última vez que se vieron, cuando él fue a su casa a recoger varias pertenencias. El actor ha contado que ella empezó a gritar "deja de pegarme, Johnny" a pesar de estar a seis metros de él. Para explicar su agresividad y su consumo compulsivo de alcohol y drogas, Depp ha indicado que en aquella época su madre acababa de fallecer y que además había descubierto que sus contables habían hecho desaparecer los 550 millones de euros que había ganado por las segunda y tercera partes de Piratas del Caribe. El resto de acusaciones de abusos, al ser de índole sexual, han sido analizadas a puerta cerrada a petición del juez y por tanto no se conocen los detalles.
Para el juicio, Deep ha resentado varios testigos. Todos ellos sus empleados o algunas de sus ex parejas, como Winona Riders o Vanesa Paradis. Kate Moss no se ha pronunciado hasta el momento.
El exasistente personal del actor, Stephen Deuters, ha asegurado que fue Heard quien sometió a Depp a "años de abusos". Deuters, quien trabajó para él durante 16 años (y ahora preside su productora), escribió un mensaje de texto en el que describía sin complejos a la actriz como "un poni de circo sociópata, una maquiavélica suprema, una puta sin talento" y a la recién fallecida madre de Depp como "el diablo personificado".
Malcolm Connolly, un guardaespaldas de Depp, explicó que si el actor no contó en su momento que el dedo cercenado había sido resultado de una agresión de su esposa es porque "las víctimas de abusos tienden a proteger a sus agresores". Connolly ha testificado que nunca vio a Depp agredir a Heard y que habría intercedido en tal caso.
Samantha McMillan, otra trabajadora del actor, ha desmentido que Amber Heard necesitase maquillaje especial para disimular sus moratones antes de ir al programa de James Corden en diciembre de 2015. McMillan mantiene que pudo "observar claramente" que no había marcas, cortes o hematomas en el cuerpo de la actriz. "Después del programa, la señorita Heard me dijo '¿te puedes creer que acabe de grabar un programa con los dos ojos morados?'. La señorita Heard no tenía los ojos morados", asegura.
La asistenta del matrimonio, Hilda Vargas, ha testificado que en 30 años no ha visto a Depp gritar o agredir a nadie y que Heard sí que solía increpar a gritos a todo el mundo.
Tara Roberts era la encargada de gestionar la mansión del actor. Asegura que Heard acostumbraba a arrojar objetos durante sus cabreos y que ella misma la vio abalanzándose sobre Depp y tirándole del pelo.
La exasistente personal de Amber Heard, Kate James, ha contado que la actriz solía beber dos botellas de vino cada noche y escribir mensajes agresivos de madrugada. La acusación más perturbadora de Kate es la de que su entonces jefa se apropió de su historia de abuso sexual. "Descubrí que la señorita Heard me había robado la historia del abuso sexual que sufrí en Brasil y que yo le había contado en confidencia. Ella la contaba como si le hubiera pasado a ella para beneficiarse", ha explicado Kate James.
El artista Isaac Baruch, amigo de Depp desde hace 40 años, se estaba quedando en su casa de invitados cuando ocurrió la presunta agresión final que acabó con unas fotos de la cara magullada de Heard publicadas en la prensa. Las fotos datan del 21 de mayo, cinco días después del supuesto ataque, y los abogados de Depp han señalado que están analizándolas para comprobar si hay restos de alteraciones digitales (aunque no han explicado por qué no han llevado este análisis a cabo antes, de cara a tener su resolución preparada en el juicio). Baruch mantiene que en todos esos días no vio ni un solo rastro de violencia en el rostro de la actriz.
La policía experta en violencia doméstica Melissa Saenz acudió a la casa de los Depp-Heard alertada por una llamada a emergencias. Saenz ha explicado que examinó rigurosamente la cara de la actriz y que, aunque se notaba que llevaba horas llorando, no observó signos de violencia. La policía añadió que Heard se negó a responder a sus preguntas y que inspeccionó el piso sin encontrar desperfectos, cristales rotos o nada fuera de lo común.
Aparte de otros cuatro testigos (todos trabajadores de Depp), los abogados del actor presentaron como complemento el testimonio de dos de sus exparejas. Porque todo juicio mediático necesita sus estrellas invitadas. Winona Ryder, que salió con Depp durante cuatro años a principios de los 90, ha dicho: "La idea de que sea una persona increíblemente violenta está muy lejos del Johnny que yo conocí y amé. No puedo concebir estas acusaciones. Él nunca, nunca fue violento hacia mí. Nunca ha sido violento o abusivo hacia nadie que yo conozca".
Vanessa Paradis, esposa del actor entre 1998 y 2012 y madre de sus dos hijos, ha descrito a Depp como "una persona amable, atenta, generosa y no violenta; los actores, directores y operarios de sus películas lo adoran porque es humilde y respetuoso con todo el mundo; he visto cómo estas acusaciones indignantes lo han afligido y han perjudicado su carrera porque por desgracia la gente se ha creído estos datos falsos".
Amber Heard ha rememorado cómo temió por su vida durante su relación con Depp, no solo por sus palizas sino porque él solía amenazarla con matarla, con rajarle la cara para que nadie la desease o con contratar a unos tipos para que la violasen (según Heard, el actor describía a esos "tipos" empleando términos racistas). La actriz ha descrito como su exmarido le daba puñetazos, bofetadas, patadas, cabezazos o directamente le arrojaba botellas de alcohol, pero siempre a puerta cerrada. También ha aclarado que él casi nunca se acordaba de estos episodios violentos una vez se despertaba de la borrachera.
Según Heard, las amenazas de violación ocurrían cuando ella vestía de forma sexy y él la acusaba de ser "una zorra y una guarra hambrienta de fama". Dado que uno de los objetivos de los abogados de Johnny Depp es demostrar que la violenta de la pareja era ella, Heard ha tenido que negar estas acusaciones y ha aclarado que solo le arrojaba "cacerolas y sartenes" cuando quería escapar de él. La actriz también ha desmentido la insinuación de que sus lesiones faciales fuesen maquillaje o incluso autoinfligidas. "No, nunca he hecho tal cosa", zanjó. De hecho, ha insistido en que solía aplicarse maquillaje para esconder los moratones y los arañazos.
La única ocasión en la que Amber Heard admite haber agredido a su exmarido es la de marzo de 2015. "Sí que golpeé a Johnny aquel día, en defensa de mi hermana", reconoce. Whitney Henriquez estaba de pie junto a unas escaleras y Heard temió que Depp la fuese a empujar.
"Había oído que él empujó a una de sus novias, creo que era Kate Moss, por unas escaleras. Y al acordarme de eso reaccioné en defensa [de Whitney]" ha declarado la actriz (Kate Moss no ha testificado. La actriz Ellen Barkin, otra de las parejas de Depp, declaró que en una ocasión le arrojó una botella).
En ese momento del testimonio, la abogada de Depp acusó directamente a Heard de estar inventándose nuevos detalles sobre la marcha porque en anteriores versiones no había incluido estos datos. Heard ha aclarado que la única diferencia en este testimonio es que en sus anteriores declaraciones no incluyó sus pensamientos.
El motivo de estas agresiones, según la actriz, eran los celos de su entonces marido. Depp la acusaba de acostarse con todos sus compañeros de reparto, desde Leonardo DiCaprio (a quien Depp llamaba "cabeza de calabaza") hasta Channing Tatum ("cabeza de patata"). Respecto a las heces, Heard mantiene que fue cosa de su Yorkshire terrier Boo, un perrito tan poco domesticado que en una ocasión se comió una bolsa de cannabis de su dueño.
Mélanie Inglessis, maquilladora de la actriz, acudió a la casa del matrimonio en diciembre de 2015 para disimular las lesiones de la cara de Heard porque tenía que aparecer en el show de James Corden. Cuando llegó se encontró la casa llena de marcos de foto destrozados, cristales por el suelo y una Amber Heard "disgustada, furiosa y muy angustiada".
Según Inglessis, la actriz le contó que habían discutido y que Depp, tras arrastrarla tirándole del pelo, trató de asfixiarla con una almohada. "Había un corte en su labio y tenía descoloridos los extremos de los ojos junto a la nariz, pero no estaban oscuros o inflamados que yo recuerde. No recuerdo tener problemas para cubrirlos", ha declarado la maquilladora.
Heard mantiene que tenía los ojos morados, la nariz y el labio rotos y moratones por todo el cuerpo, porque Depp le dio varios puñetazos y estampó su cabeza contra la suya. La abogada del actor llegó a insinuar durante su interrogatorio que Heard se había mordido el labio a propósito, lo cual la actriz negó en rotundo. Amber Heard también ha desmentido que el dedo corazón del actor quedase cercenado cuando ella le tiró una botella de vodka. "Y fue él quien se apagó un cigarro en la cara. Solía hacer cosas así" asegura.
La hermana de Heard, Whitney Henriquez, ha descrito a Depp como "increíblemente celoso, posesivo y paranoico". También recordó cómo la actriz tenía que comprarse teléfonos nuevos constantemente porque él los destrozaba durante sus broncas. "Él decía que perdía el conocimiento, pero después se convencía a sí mismo de que no había hecho nada y no había forma de convencerle de lo contrario. Amber a veces grababa conversaciones con Johnny para enseñárselas después, cuando estuviera sobrio", asegura Henríquez.
La hermana de Heard también ha corroborado la agresión en lo alto de la escalera, en la que Depp agarró a su mujer del pelo con una mano y le dio varios puñetazos con la otra. La abogada de Depp puso en duda esta recolección de los hechos, insistiendo en que el actor tenía en aquel momento una escayola. Henriquez ha confirmado que agredió a Heard con la mano escayolada.
Kristina Sexton, la entonces profesora de interpretación de Heard, ha explicado que Depp quería a su esposa "descalza, embarazada y en casa" y que sospechaba que él la maltrataba. "Él no quería que su mujer hiciese personajes sexuales, que él llamaba 'papeles de zorra" asegura.
Una amiga íntima de Amber Heard, Raquel Pennington, ha declarado que ella misma vio las lesiones en los brazos con las que la actriz regresó de Australia tras el rodaje de la cuarta parte de Piratas del Caribe en 2016. También tenía la nariz inflamada, el labio cortado y la cabeza ensangrentada por un mechón arrancado. La abogada de Depp se limitó a preguntarle si alguna vez había visto agresiones entre la pareja. Pennington respondió que no.
En un giro de guión digno del mejor (o el peor) drama de juicios, un anónimo envió en pleno juicio un e-mail a la abogada de Depp con un vídeo de Whitney Henriquez de 2006. En él, la hermana de Amber Heard aparece en una especie de reality show enseñándoles a sus amigas varias lesiones en su cuerpo. "No me puedo creer que Amber te patease el culo", exclamaba una de ellas.
"Tu hermana te ha dado pero bien" comentaba otra. Mientras una tercera amiga inspeccionaba el brazo y la mejilla de Whitney, esta se limitaba a zanjar el asunto diciendo que no quería hablar sobre ello. Según el abogado de Johnny Depp, esto cuestionaba la fiabilidad de Henriquez (quien el día anterior había asegurado que Amber nunca la había agredido): el "incidente de las escaleras" es, literalmente, el único episodio de violencia de Depp contra Heard que tuvo un testigo.
Entre el lunes y el martes de esta semana, ambas abogadas han llevado a cabo sus alegatos finales. Queda pendiente el veredicto. Durante las últimas dos semanas, miles de cuentas de Twitter han publicado tuits contra Amber Heard y muchas de ellas han sido destapadas como bots automáticos. Algunos han atacado a la diputada británica Jess Phillips, que defendió en Twitter que no debería ser necesario que una mujer demuestre "tener buena naturaleza" para ser reconocida como víctima.
Este juicio podría sentar un precedente respecto a la libertad con la que la prensa acusa a las celebridades de delitos sin que un juzgado lo haga. Normalmente los famosos no le prestan atención a los tabloides para no darles más repercusión (de hecho, Kate Moss demandó a The Sun), pero Johnny Depp ha querido llegar hasta el final esta vez.