{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Hovik Keuchkerian es de esas personas que cuando se sinceran te gusta escuchar porque realmente tienen mucho contar: experiencias de vida con las que ha ido creciendo hasta subirse al ring, protagonizar series y películas y ser entrevistado en los programas de más éxito del momento. En Uppers nos encanta todo lo que hace y hemos querido investigar a fondo quién es Hovik Keuchkerian.
Este noviembre cumple 48 años. Nació en Beirut (Líbano), su padre es armenio y su madre española. Con tres años se trasladó a Madrid con su familia. Jugando al baloncesto se lesionó un tobillo y comenzó a practicar kick boxing, lo que a los veinte años le encaminó al boxeo profesional hasta convertirse en doble Campeón de España de Peso Pesado en 2003 y 2004. A su vez, desde 1995 hasta 2005 tuvo su propio negocio, un gimnasio llamado HK en el barrio de Hortaleza de Madrid.
En 2010 se inició como monologuista cómico con Cocretas, un guión que escribió él mismo. Entre tanto ya había publicado el poemario Cartas desde el Palmar y el ensayo Lokura, para después continuar su producción con los relatos breves Diarios y desvaríos y un último poemario llamado Resiliente, en esta ocasión musicado bajo la producción de Yuri Méndez.
Su vida dio un nuevo giro con su participación en la serie de televisión Hispania, la Leyenda Y ese vuelco despertó en él su nueva profesión como actor. En 2014 fue nominado al Goya al Mejor actor revelación por su papel en la película Alacrán enamorado y, ese mismo año, en Justi&Cia encarnó al protagonista de la película, un exminero que sobrevivió a un trágico accidente laboral en el que fallecieron siete compañeros.
Sus trabajos siempre destacan porque nunca dejan indiferente. También participó en Tarde de fútbol, en Toro, en Assassin's Creed, en 4 latas o en la exitosa serie La casa de papel. En marzo pasado, en los Premios Feroz, gracias a su último trabajo en Antidisturbios, obtuvo el premio a Mejor actor protagonista por su papel como agente Salva Osorio. Por su parte, la serie se llevó el premio a la Mejor serie dramática. En enero de este año ya había sido galardonada con el Premio Forqué a la Mejor serie de ficción. En poco tiempo la carrera de Keuchkerian se ha convertido en exitosa.
No obstante, llegar hasta aquí no ha sido fácil. En septiembre pasado, durante una entrevista en un programa de televisión, declaró que el camino había tenido muchos altibajos y que se había abandonado. Hace seis meses, gracias a su madre había decidido dar un giro radical. Según sus palabras “el 10 de mayo de 2021 dejé de beber y empecé a cuidarme. Había estado comiendo, bebiendo y fumando mucho desde que en 2005 renuncié a pelear”.
Tal como explicó, hasta los 32 años se había dedicado a entrenarse para boxear, “pero al dejar de perseguir un sueño, llegó una oquedad absoluta porque el día es largo y no sabes qué hacer”. Recordó que su participación en los monólogos le devolvieron la pasión. No obstante, su vida “se convirtió en una montaña rusa” que se iba complicando. Al volver a casa de los rodajes se encerraba a beber solo con sus libros y sus series de televisión.
Su madre le abrió los ojos, le despertó y le hizo cambiarlo todo para bien. “He vuelto a entrenar, a dormir, a meditar y he adelgazado 30 kilos”, aseguró durante la entrevista. Se está preparando para volver a entregarse plenamente a sus siguientes trabajos para la pequeña y la gran pantalla, algo que ya no podía seguir haciendo si “mi espíritu, mi mente, mi emoción y mi cuerpo no están limpios”. Dentro de muy poco tiempo “estaré perfectamente preparado para la guerra”, concluyó.
Hovik Keuchkerian ha demostrado ser un actor extraordinario que transmite una fuerza increíble. Estamos a la espera de que nos vuelva a sorprender junto a los mejores.