Puede que sea por los nervios del directo, por la luz de los focos o la emoción de promocionar un nuevo proyecto, pero muchos actores y actrices en un arranque de sinceridad comparten durante sus entrevistas con los medios anécdotas e historias disparatadas dignas de una película. El último en regalarnos un recuerdo divertido ha sido el gallego Luis Tosar que anoche acudió a 'El Hormiguero' para presentar junto a sus compañero Joaquín González y el director Dani Guzmán su nueva película, 'Canallas'.
El filme cuenta la historia de Joaquín, Brujo y Luismi, tres canallas de barrio que vuelven a encontrarse después de veinte años. Brujo y Luismi siguen sin trabajo, mientras que Joaquín se ha convertido en un importante y reconocido empresario, aunque a sus 47 años continua viviendo en Orcasitas en casa de su madre.
La trama de la película dio mucho juego para sacar a la luz algunos "delitos" y travesuras inconfesables. El trio admitió que habían hecho alguna vez un "sinpa", pero lo que más sorprendió fue una anécdota contada por el actor de 'Celda 211' y 'Maixabel' que hizo estallar en carcajadas a sus compañeros y al público.
"Yo he llegado a robar un colchón en un Ikea de Nueva York", confesaba el actor entre risas. El gallego acudió a la tienda para comprar varios muebles para su nuevo apartamento, y decidió pagar en las cajas de autopago. "Es cuando se empezaba hacer este rollo de pasar los productos tú mismo. (...) Compré varias cosas y un colchón de 1'35. Pensé que las marcaría todas excepto el colchón y así lo hice. Al salir del Ikea le dije a mi amigo que encendiera el coche y nos fuéramos corriendo”, contaba.
Una "canallada" que podría haber hecho el personaje que interpreta en este nuevo film. "Voy a ver si logro irme de Ikea con un colchón de 1,35 metros", dice que pasó por su cabeza antes de salir a la calle.
Un robo con "persecución policial" incluida, según relataba. Después de sujetar el colchón en la parte superior del vehículo, Luis Tosar y su amigo arrancaron el coche para conducir hacia el apartamento que habían alquilado. "Apareció con un coche de policía con las sirenas puestas. Pensaba, 'No creo que sea por mi colchón', pero me acojoné", relataba el actor, que vio más tarde como el coche patrulla les adelantaba confirmando que se había equivocado. "Lo malo de robar un colchón es que no duermes con la consciencia tranquila", bromearon tras la divertida anécdota.