Si cogiéramos una máquina del tiempo y viajáramos a una noche cualquiera de la década de los 90, una de las escenas que más veríamos en los hogares sería esta: unos padres con sus hijos viendo la televisión en el salón. Antes de que Netflix aterrizara en nuestro país, allá por el año 2015, el salón era el corazón del hogar, y la tele, la reina de las noches: frente a ella, pasábamos horas y horas enganchados a la serie del momento, a la película de la semana o, sencillamente, informándonos con los telediarios. Ahora, sin embargo, la televisión ha quedado relegada a un segundo plano. O, al menos, la televisión tradicional.
Según los últimos datos del análisis mensual del comportamiento de la audiencia televisiva de Barlovento Comunicación, realizado a partir de las cifras de Kantar Media, el consumo de televisión de los españoles en el mes de octubre se situó en tan solo 3 horas y 19 minutos diarios por persona.
Este registro implica una caída de más de media hora con respecto al mismo mes de 2020, año en el que el consumo televisivo en nuestro país batió récords a causa del confinamiento y las restricciones sanitarias contra la Covid-19 (abril de 2020 fue, de hecho, el mes en el que más se vio la televisión en España, con un consumo promedio de cinco horas y dos minutos), y nos acerca de nuevo a la realidad que se lleva viviendo en nuestro país desde 2012, año en el que se alcanzó el récord absoluto de consumo televisivo con 246 minutos, o lo que es lo mismo: cuatro horas y seis minutos diarios por persona. Desde entonces, y con la excepción del pasado año, el consumo televisivo tradicional ha ido cayendo.
Dos actores que han jugado un papel fundamental en este descenso son internet y las plataformas en streaming. La llegada de Netflix, HBO (o HBO Max, como se la conoce actualmente), Movistar+, Disney+ y sucedáneos, la democratización de internet y el auge de plataformas como Twitch o Youtube ha acaparado la atención de la población, que cada vez decide pasar más tiempo maratoneando series o navegando por Instagram, Twitter o Facebook, entre otros, que frente a la televisión.
A las cifras nos remitimos. Según los datos del panel de hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicados el pasado viernes 29 de octubre, actualmente en más de la mitad de los hogares españoles con internet en casa se consume contenido en plataformas en streaming como Netflix, HBO o Amazon Prime Video, lo que supone un crecimiento del 8% interanual con respecto al segundo trimestre de 2021.
Por primera vez, los consumidores de este tipo de plataformas superan a la mitad de la población con Internet. Las cifras continúan la estela marcada en 2020, año en el que, pese al aumento del consumo televisivo, este tipo de plataformas lograron experimentar un enorme crecimiento al incrementar su número de suscriptores.
Según las estimaciones de la CNMC, en 2020 los gigantes del streaming, entre los que se encuentran Netflix, Amazon, HBO o Disney+, superaron los ocho millones de contratos en nuestro país, lo que supone un incremento del 30% con respecto a 2019. Además, por poner cifras, se calcula que el pasado año Netflix logró alcanzar los 4,5 millones de suscriptores en nuestro país, mientras que Disney y Amazon acumulan más de 1,2 millones de abonados y HBO unos 731.000.
Internet ha revolucionado la manera en la que vivimos. Cada vez tenemos más opciones tanto de entretenimiento como de información. Las plataformas de streaming, a su vez, nos han abierto las puertas a un consumo distinto al tradicional, sin anuncios y en bandeja, personalizado: ahora, ya no dependemos de la programación de las grandes cadenas, sino que podemos acceder al contenido que queramos en cualquier parte del mundo y desde cualquier dispositivo a cambio de una módica tarifa mensual.
Los jóvenes son quienes más están aprovechando este nuevo modelo de consumo. Según distintos estudios, los millennials y la generación Z, es decir, los menores de 35 años, prefieren consumir contenidos en streaming que ver la televisión tradicional. En concreto, según los datos recabados por el estudio LIVE Panel de Wavemaker, en España un 64% de los jóvenes prefiere ver este tipo de contenidos, mientras que solo un 36% apuesta por la televisión.
Por el contrario, las personas mayores de 65 años son las que dedican más tiempo a ver la televisión, con un consumo de 5 horas y 54 minutos de media por persona al día, según el último estudio de Barlovento Comunicación. A su vez, muchos de los jóvenes prefieren ver sus contenidos en dispositivos distintos a la caja tonta, como los ordenadores, las tablets o los móviles. ¿Podrá la televisión atraerlos de nuevo?