Almudena Grandes comenzó a escribir la que sería su última novela el 7 de mayo de 2020, coincidiendo con su 61 cumpleaños. Cuatro meses después, anunció en su columna semanal ('Tirar la valla') que el cáncer se había cruzado en su vida. En ella explicaba además cómo se enteró que de su enfermedad: "Todo empezó hace poco más de un año. Revisión rutinaria, tumor maligno, buen pronóstico y a pelear". El pasado 27 de noviembre fallecía, rodeada de los suyos y con su última novela a punto de conluirse.
"Durante sus tres últimas semanas de vida, cuando la muerte se convirtió en una realidad, me explicó cómo quería acabar la novela", ha explicado en la presentación de 'Todo va a mejorar' su marido, el poeta Luis García Montero, acompañado a su vez de Aitana-Sánchez Gijón, gran amiga del matrimonio, quien ha leído en el acto algunos fragmentos.
Esos días, leyeron juntos las anotaciones de sus libretas, vieron distintas posibilidades y Almudena le pidió que escribiese él lo que iba a quedar sin concluir. "Quería que sus lectores conociesen el final de la historia que ella había imaginado porque le faltaron fuerzas para emprender el último capítulo planeado, 'La Transición'", ha explicado el viudo.
Además, en un acto de humildad ha expresado: "Eso es lo que he procurado hacer en el último y breve capítulo de este libro. No he pretendido, desde luego, estar a la altura narrativa de Almudena, sino escribir, como ella quería, unas páginas que siguiesen sus indicaciones. Espero no haber traicionado el amor que sintió por sus lectores, sus lectoras y sus personajes".
Es por tanto una de sus novelas más especiales. Y la tabla de salvación a la que se fue agarrando en los duros meses de tratamiento. "En los primeros meses ella decía que su refugio era esta novela, que la tenía completamente absorbida porque era un paso más allá en su músculo imaginativo", ha querido recordar Juan Cerezo, Director editorial de Tusquets Editores.
Al igual que a otros muchos artistas, como Leonard Cohen o Bowie, Almudena se agarró a su arte sabiendo que era una despedida, casi como testamento último. "La escritura es mi vida, y nunca lo ha sido tanto, ni tan intensamente como ahora", escribió también en aquella columna en 'El País Semanal' que tanto disfrutaba.
"Ahora necesito devolverle tanto como me ha dado, encerrarme con ella, mimarla, terminarla, corregirla", explicó Almudena entonces. Sin duda, una gran terapia, como explicó a sus lectores: "Durante todo este proceso he estado escribiendo una novela que me ha mantenido entera, y ha trazado un propósito para el futuro que me ha ayudado tanto como mi tratamiento".
En 'Todo va a mejorar' hay retazos y reflexiones de ese momento. Muy distinta a otras tramas a las que nos tiene habituados, se desarrolla en pleno confinamiento. La escritora narra la creación de un nuevo partido político llamado 'Movimiento Ciudadano' donde las medidas de seguridad ante nuevas formas de pandemia "permiten a un Gobierno imaginario imponer un fuerte control de la ciudadanía".
Grandes tenía en mente antes de la pandemia escribir la última entrega de sus 'Episodios de una guerra interminable' y ya tenía título, 'Mariano en el Bidasoa'. Sin embargo, el estado de alarma lo cambió todo. 'Todo va a mejorar' fue inspirada por un pensamiento sobre sus hijos, Mauro y Elisa, a los que tuvo muy presentes en su relato.
"Pensé sobre lo curioso que era que la primera semana (del estado de alarma) estuviese angustiadísima por no saber de mis hijos a todas horas y que de repente un día no hablé con ellos y estaba bien, y me dije 'es increíble como nos acostumbramos a todo'. Me imaginé a una mujer de mi edad y qué pasaría si no pudiese ver a sus hijos durante largos períodos de confinamientos. De ese hilo nace esta novela", explicó hace meses.