¿Qué es lo que define a un clásico de todos los tiempos? Además de la maestría en la escritura y la originalidad de sus planteamientos, probablemente el secreto está en lo universal de sus temas. Hay personajes, situaciones y reflexiones que son reconocibles en cualquier parte del globo y muchos tienen que ver con asuntos esenciales, esos que a veces, son "invisibles a los ojos".
'El Principito' (publicado por primera vez en Nueva York el 6 de abril de 1943), obra cumbre de Antoine Saint-Exupéry, es, sin duda, uno de eso libros. Sencillas, diáfanas, sabias, universales, las palabras que lo componen se han hecho un lugar en el imaginario colectivo de todo el mundo. Algo que probablemente no llegó a intuir su autor, que desparecería en un accidente aéreo apenas un año después de publicado el libro.
Saint-Exupéry, un ser humano complejo de cuyas sombras quien te contamos aquí, nunca supo que su libro sería traducido a 500 idiomas, que habría un Día Mundial de El Principito (el próximo 29 de junio), que habría una página en Facebook con más de 10 millones de seguidores o que el personaje tendría un bosque y un parque de atracciones dedicados a él.
Para hablar de este auténtico fenómeno de la literatura universal recurrimos a quiénes saben: la editora que cuida del libro en español desde hace años, una especialista en libros infantiles, un lector de siete años al que le gusta (sobre todo) el zorro y un coleccionista de ediciones raras.
"¿Que por qué es un clásico? Porque es una historia universal, no solo no atiende a edades, ya que es un libro que leen desde niños y niñas hasta adultos, sino que no atiende a modas. Es un libro lleno de aprendizajes, de reflexiones profundas sobre el sentido de la vida, de la amistad y del valor de uno mismo. En España, donde los derechos del libro no son públicos (en otros países sí), Salamandra infantil y juvenil ha sido la editorial oficial de del libro en castellano (y en catalán) durante toda su vida editorial. Actualmente vendemos una media de 80.000 ejemplares al año."
"El principito ha formado parte de mi biografía lectora de diferentes modos. La primera vez que lo leí tenía 9 años, era la lectura obligatoria de navidad y lo odié profundamente porque no entendía nada... Me lo hicieron leer desde el vacío, sin haberme ofrecido otras lecturas anteriores que me ayudasen a entender que leer literatura significa leer más allá de la comprensión literal de las palabras... Y me sentí muy perdida. Tanto que lo odié muchísimo hasta los 18 años. Entonces decidí volver a leerlo, para ver si me reafirmaba en mi odio o lo relativizaba. Supongo que la intensidad del momento hizo que me gustase tanto, tanto, que empecé a coleccionarlo en diferentes idiomas...
Ahora creo que El Principito se lee mucho desde una mirada que tiende a sentimentalizar a la infancia y que entiende la literatura infantil como un modo de endosar mensajes a las criaturas. Puede que más que la obra en sí, sea el contexto de recepción actual el que me tire para atrás. Me cansa que la literatura infantil se entienda como un conjunto de frases bonitas y profundas para 'trabajar' algún valor con las criaturas. Y El Principito da pie a leerse de ese modo... Así que creo que por eso no llevo. Porque mi mirada de la literatura infantil parte de otro lugar y prefiero obras que no den tanto pie a leerse de ese modo.
"De El Principito me gustan los dibujos. Me gustaba más cuando era pequeño pero ahora también me gusta, aunque a veces me aburre porque lo he leído muchas veces. El pelo de El Principito parece de anime. Primero me lo leía mi mamá, que también escribe libros, pero ya cuando aprendí empecé a leerlo solo. También me gusta que no da miedo. Nada. Porque en otros libros siempre hay partes de miedo o de malos. Mi personaje favorito es El Principito porque es el que hace todo pero no, no, en verdad mi personaje favorito es el zorro, porque es muy listo, me gustan todas las partes en las que le enseña cosas al Principito."
"Conseguir hacerme con una colección me ha permitido acumular también anécdotas interesantes. Una vez estábamos en Belén y le pedí a la guía local que me ayudara a buscar en las tiendas un ejemplar y cuando se lo conté... ¡me dijo con gran entusiasmo, que ella también era coleccionista! En Marruecos no conseguía hacerme entender en un puesto callejero de libros infantiles y juveniles, se ve que mi inglés era demasiado malo, pero es que en español no me comprendía, al final vino el guía y entonces si lo ofrecieron, lo tenía ante mis ojos, pero yo hubiera jurado que aquello era Aladino y la lámpara maravillosa ¡cosas del idioma!
En mi colección hay curiosidades como una edición en miniatura, o "La Principesa", una versión libre en la que se cambia el género a femenino y se le convierte en animalista, pasado por versiones complementarias como "El Principito y el mar", "El Principito y la Navidad", "El Principito y el Bosque", o cuando "El Principito se pone corbata" o "Un reencuentro con El Principito".
Hay otras ediciones que no son de una lengua que se hable en ningún sitio, como por ejemplo la versión morse; la traducción a lengua Aurebesh, que es el 'básico galáctico' que se usa en el universo de Star Wars."