Viñetas para reconocer al Homo Machus: gestos machistas que aún se cometen
Javi Royo (48 años), el ilustrador que enseña machismos enquistados a hombres de su generación
Nos comenta siete viñetas de Homo Machus, su nuevo libro: "Hay que salir del armario de macho", explica
Javirroyo lleva toda la vida pintando. Reflexionando. Haciendo del humor su arma. De la viñeta, su escudo. ¿Y para qué iba a necesitar él algo así? Porque hacer reír al otro siempre va muy pegado a moverle el pensamiento. Este zaragozano de 48 años, boli en mano, se ha remangado ahora con el feminismo visto desde la mirada de un hombre, uno feminista, uno que quiere que otros hombres de su generación repiensen su día a día. Sus privilegios, sus pequeños gestos, las palabras. "Hay que salir del armario de macho", dice Royo. ¿Qué contradicciones sienten? ¿Cómo se relacionan en el amor? ¿Y con sus propios sentimientos y la sensación de fragilidad? ¿Se escaquean de la carga mental y física de los cuidados?
Y con los hijos, ¿reproducen el modo en el que ellos fueron criados o ya están en otro sitio? Él mismo nos comenta en este artículo siete de sus dibujos, reunidos en el libro 'Homo Machus'. "Son muchas preguntas abiertas, pero en el fondo todas tienen que ver con búsqueda de la libertad, que para mí supone la lucha feminista. Para todas y todos. Como sociedad y como conjunto", explica.
'Ayudar' eres tú
"Ayudar no es el verbo. Eres tan responsable de las tareas del hogar como cualquier otro de los y las habitantes de ese espacio que se llama casa. Con lo cual no esperes si quiera a que alguien te diga lo que tienes que hacer. Sé proactivo. Participa también pensando. Esto tiene que ver también con repartir la carga mental que supone la organización del día a día. Mueve el culo y el cerebro".
De padres a hijos
"Creo que la mejor herencia que les podemos dejar a nuestros hijos es resultar ejemplares para ellos en nuestro comportamiento cotidiano. Tener un posicionamiento igualitario con respecto a todo lo relacionado con el género. Hacernos preguntas con respecto a nuestra ropa, a nuestros comportamientos, dejar que la personalidad de ese niño fluya, mostrar que es muy importante comunicarse y mostrar los sentimientos de forma abierta. Abrir sus juegos a cualquier tipo de juego y juguetes, mostrarle que éstos no tienen género, o no deben tenerlo. Pero sobre todo aprender a hacer preguntas, a escuchar y a dudar".
Paternidad e inmadurez
"El momento de tener un hijo o una hija acarrea muchos cambios, sobre todo para la madre, evidentemente, por la parte física y emocional. Pienso que es un momento en el que hace falta comunicarse mucho, ser proactivo, estar ahí y ser muy generoso. Hay toda una poética alrededor del hecho de ser padres, pero la realidad (al margen de que es un momento para disfrutar), al menos la realidad que yo viví cuando fui padre es que es un momento de muchos cambios en el que hay que estar muy fuerte porque se requiere mucha fuerza, se suele dormir poco y hay que estar ahí ocupándote y compartiendo todas las tareas que puedas realizar. ¡Fuerza!"
Chistes chungos, no seguir el rollo
"No basta con decir que tú no eres machista. Creo que hay que pasar a la acción y ser muy explícitos cuando hay un comentario denigrante en el grupo, o una actitud machista. Proactividad y puesta en evidencia de las machistadas".
Lo tóxico de 'tener que ser un hombre de verdad'
"Hay que salir del armario de macho. Nos han inculcado una forma única de masculinidad, de ser hombres. Nos han dicho que no mostremos nuestros sentimientos, que seamos muy tajantes y convincentes, que hemos de dar lecciones continuamente a las mujeres, porque ellas son demasiado emotivas... Barbaridades que marcan una forma estrecha de ser hombre que nada tiene que ver con la forma de ser de cada uno de nosotros.
Rompamos esos moldes, pongamos en evidencia que cada uno de nosotros somos seres únicos y diferentes, y que cada cual pueda encontrar su propia masculinidad positiva desde la que poder crear nuevas relaciones más sanas con las mujeres y con nuestro entorno".
Todo es parte de lo mismo
"Cada persona es única. Las personas no pertenecen a otras personas. Esto es algo muy básico pero no tan evidente en el día día de muchas relaciones. Pensar que alguien te pertenece, que es un objeto y por tanto está a tu disposición es el caldo de cultivo perfecto para que esa persona deje de tener voluntad y sea agredida en un futuro de algún modo. El sistema de violencia hacia la mujer se basa en la degradación y termina en el asesinato".