La intrahistoria de ‘La Sombra del Viento’: el editor de Ruiz Zafón explica cómo nació el gran boom de la novela española
Carlos Ruiz Zafón, su autor, ha muerto por cáncer a los 55 años, dejando completa su amada tetralogía de ‘El cementerio de los libros olvidados’
Emili Rosales, el editor que ayudó a nacer el fenómeno, explica a Uppers los detalles de cómo una novela de un escritor poco conocido entonces llegó a convertirse en un fenómeno mundial
Un premio literario que no ganó, quién eligió la portada del fotógrafo Catalá Roca -que ayudó mucho- y otras claves del éxito
Más 15 millones de copias vendidas. Traducido a treinta y seis idiomas. Una veintena de premios. La novela española más difundida después del Quijote, 'La sombra del viento', vio la luz en 2001 y su ascenso al primer plano del sector fue fulgurante. Detrás del fenómeno estaba Carlos Ruiz Zafón, un escritor retraído, poco convencional, amante de las figuritas de dragones y el jazz, que se negaba a comer cualquier cosa que viniese del mar y que había hecho carrera hasta entonces a base de grandes aventuras en novelas juveniles. Pero, ¿cómo dio ese salto? ¿Quién descubrió este diamante entre la 'niebla' de Barcelona? Hablamos con su editor, el también escritor Emili Rosales, para que nos cuente la intrahistoria de este hito de las letras contemporáneas a modo de homenaje a su compadre, fallecido por cáncer a los 55 años.
Empecemos por el principio. Ruiz Zafón presentó 'La sombra del viento' al premio Fernando Lara del año 2000. Uno de los miembros del jurado, impresionado por el pulso de la novela, se la dio a leer a José Manuel Lara, presidente entonces del Grupo Planeta. Ese año ganó 'Un largo silencio', de Ángeles Caso, que fue la más vendida de la historia del premio y Carlos quedó finalista. El boom se produjo a las pocas semanas de estar en la calle.
El descubrimiento
"Lo que más me impresionó la primera vez que la leí fue que había creado un espacio maravilloso, el Cementerio de los libros olvidados, que simbolizaba la lectura misma, el refugio de una humanidad herida, un lugar que reivindica la memoria frente al olvido y el poder. Emociona recordarlo hoy. Abrir esa puerta me impactó mucho, ver cómo el padre lleva allí al hijo, y ese fogonazo simbólico queda en la mente, en la mía y en la de todo el que lo lee. Y luego recuerdo también su calidad como escritor: la textura narrativa, el color de la frase, el ritmo personal. Se inventó unas atmósferas de niebla, que en Barcelona además no existen, y recreó los espacios góticos, caracterizando a cada personaje con dos frases. Pensé que había dado con un símbolo inmenso”, explica Emili Rosales, al teléfono desde la Ciudad Condal, uno de los primeros que la leyó.
¿Pero pensó que iba a ser el éxito que fue?, le preguntamos. "Es imposible que lo pensara porque no había pasado nunca. Es el más leído después de Cervantes, eso es una barbaridad. Te vas dando cuenta con los años del enorme privilegio de conocerle, tratarle y compartir estos años”, añade con tristeza, tras dos décadas siendo su editor.
El que sí tenía fe en su tetralogía era el propio Ruíz Zafón, que poco antes de sacar su primer volumen, ya explicó en una comida a Rosales el proyecto completo, libro por libro, que terminó en 2016. "Quien tenía plena seguridad en que iba a ir bien era él. En el 2000 nos empezó a hablar de los cuatro libros de su proyecto. Era reservado, discreto y tranquilo, pero tenía esa seguridad y lo hizo y su recibimiento ha sido apoteósico. Convirtió a Barcelona en la ciudad del libro. Y eso pasa pocas veces", explica.
La misma portada en todos los países
La portada fue otra de las claves. Buscaron mucho, pero finalmente no hubo ninguna duda. "Fue otro hallazgo afortunado porque a Carlos le gustaba mucho la fotografía y la arquitectura y tenía varios libros del fotógrafo Catalá Roca, que había fotografiado ese tiempo y esa ciudad que era Barcelona en la posguerra. La vimos y supimos que era esa la portada. Prácticamente describe la gran escena del padre que lleva a su hijo al cementerio de los libros con niebla y misterio. Va tan ligada al libro que ha salido la misma foto en las traducciones de todo el mundo", explica.
MariCarmen, su nación
Mientras todo esto sucedía, Ruiz Zafón se apoyaba en su compañera de vida, su esposa MariCarmen Bellver, con quien vivía en Los Ángeles (Zafón tiene nacionalidad estadounidense) desde la década de los noventa. "Era muy importante para él, me quedo con la dedicatoria que le escribió en 'El juego del Ángel' y que decía: 'A Maricarmen, a nation of two (una nación de dos)", comenta Rosales.
Pero, ¿por qué gustó tanto?
Es el quid de la cuestión. El gran misterio que intentan descubrir todas las editoriales del mundo. La teoría dicen manejarla todos los departamentos de márketing de los grandes grupos, pero hay una parte de magia e imprevisibilidad que da la sal a la ecuación y que siempre se mantiene oculta. Si se supiesen por qué algunos libros conectan tan directamente con el imaginario colectivo, habría muchos más bestsellers al año. Para los expertos el interruptor de su éxito estaba en la fusión de géneros, la mezcla de obra decimonónica y el misterio y el thriller costumbrista. Aunque la realidad es más escurridiza.
Mientras todo este fenómeno iba sucediendo a lo largo de 16 años, Ruíz Zafón fue uno de los hombres más invitado a eventos -literarios y de todo tipo-, aunque nunca se sintió muy arropado por el mundillo literario. A pesar de su éxito o sobre todo por él, tampoco nunca se prodigó en exceso. Lo que sí hizo fue ir tejiendo un grupo de gente de confianza entre periodistas y editores, que además fue apareciendo en los libros posteriores de la tetralogía con pseudónimos, sobre todo en 'El laberinto de los espíritus'.
Su agente y amigos
Una de sus 'manos derechas' fue Antonia Kerrigan, su agente desde los inicios -fundó su agencia en los ochenta en Barcelona y lleva a unos 150 autores en la actualidad, entre ellos otra superventas como María Dueñas-, quien pasó a la ficción como Julián Carax. Emili Rosales, su agente de Planeta y fuente de este artículo, era Émile de Rosiers Castellaine, director de Editions de la Lumière. Sus amigos Carles Revés y Jesús Badenes fueron Revells y Badens en estos cameos y Michi Strausfeld, su editora alemana, se convirtió en Fraülein Strausmann, tal y como explica otro de sus amigos, el periodista Sergio Vila-SanJuan.
Su salto internacional
Precisamente fue la Feria de Frankfourt de 2002 la que marcó para el libro su salto internacional. Ruíz Zafón también dio con el resorte alemán y comenzó a vender en Europa miles de libros. El boca-oreja entre los editores internacionales hizo el resto y en poco tiempo estaba traducido a más de treinta idiomas. Treinta y seis para ser exactos.
Para terminar, le pedimos a Rosales que nos explique lo que más le gustaba de Carlos. "Me gustaba que quería ser escritor. Su ideal de felicidad era él solo, en su estudio y escribiendo. Y componiendo música al piano, piezas preciosas que le servían para relajarse mientras escribía, y que al acabar cada novela nos mandaba como si fuese una banda sonora del libro. Fue un honor y un placer estar a su lado este tiempo".