Robbie Williams está de vuelta del infierno. Bajó a las aguas del Averno, se adentró en ellas y, cuando le atraparon hasta pensar en suicidarse, resurgió de ellas. A punto estuvo de morir por envenenamiento y por sus grandes adicciones, en las que mezclaba estupefacientes y fármacos en varias etapas de su vida. "Consumía mucha coca. Podía estar en casa y escuchar pasos subiendo por las escaleras. Con el tiempo se volvió peor. Me metía en el coche y aquello, fuera lo que fuera, saltaba a la parte de atrás. Dos meses después, no podía soportarlo más. Pensé que si eso continuaba conmigo iba a acabar suicidándome", ha llegado a reconocer en una entrevista para 'Alien Nation'.
A sus 48 años, es la encarnación del mismísimo ave Fénix, no sin ciertas fuertes recaídas y fuertes brotes psicóticos en los que se sentía perseguido como cuando vivía en su casa de Primrose Hill (Londres). No ha sido el primero ni el último al que las adicciones casi le llevan a un punto de no retorno.
Su boda en 2010 con la actriz Ayda Field supuso un punto en la vida de excesos del intérprete de 'The Angels': "Hubo un momento de su vida en el que pensaba que la vida se iba acabar y que él no podía continuar. Hay maneras de salir del paso y venir al otro lado. Pero conlleva mucha fuerza", La jurado de 'The X Factor' llegó para rescatarle del peor infierno: las drogas y la muerte en varias ocasiones.
“Cuando miro hacia atrás después de estar 15 años con Ayda, pienso que ella fue quien lo hizo, que ella me dio una vida", reconoce con la mujer que ha tenido cuatro hijos, los dos últimos nacidos por vientre subrogado: Theodora Rose, Charlton Valentine, Colette Josephine y Beau.
Robbie Williams estuvo a punto de morir a causa de una intoxicación por mercurio y arsénico mientras hacía una dieta estricta rica en pescado y una vez más, su esposa le rescató al obligarle a hacerse un reconocimiento médico: "Solo puedo dar gracias a Dios porque podría haber muerto por envenenamiento", ha llegado a confesar. “Comía pescado dos veces al día. Cuando finalmente acudí a que me examinara el doctor y tuvimos los resultados de las pruebas, me dijo que tenía la intoxicación por mercurio más alta que había visto”.
Lejos de asustarse volvió a salir esa faceta del Williams más optimista a la par que narcisista. Porque si hay que ser el mejor en algo, que sea aunque sea en lo malo. “¡Gané! Así es como funciona mi ego. Tengo el índice más alto, ¡literalmente gané el premio Mercury!”, confesó durante una entrevista en 'Radio X'.
Sin embargo, a pesar de esa ironía que le caracteriza, los miedos continúan. A principios del 2022, la pareja vendía su mansión del suroeste de Inglaterra, valorada en 18 millones de euros por menos de la mitad: 7,9 y todo por creer que estaba embrujada. El intérprete de 'Feel' explicó que: "Hay una habitación de la que sospecho". La familia abandonaba esta lujosa propiedad del siglo XVIII de 29 hectáreas con cancha de fútbol, tenis, piscina, hangar para helicópteros y gimnasio entre otros, en 2020, por lo que suponía vivir allí: "Me da escalofríos. Teddy, nuestra hija, estaba durmiendo allí. Y la saqué de inmediato. Me dijo: 'Esa habitación me da miedo. No me gusta esta casa'. Yo le dije: 'A mí también me da miedo. Ya no tienes que dormir aquí'". Williams que además cree en que hay vida en otros planetas, reconoció que: "Si hay una gran pena, un gran dolor o una tragedia, creo que puede penetrar las paredes y dejar una esencia allí que permanece durante mucho, mucho tiempo".
Robbie Williams mantiene una auténtica lucha entre si Jekyll y su Hyde, entre sus luces y sus sombras, entre la vanidad y la humildad, (su parte más desconocida y de la que alega que la prensa, especialmente británica no quiere publicitar). El mito de rebeldía y locura, sigue latente mientras él sigue con ese trabajo que ha reconocido en 'Esquire': "Yo también quiero estar en el lado bueno de la historia, pero también quiero saber en qué estoy equivocado".
Mucho ha cambiado la vida de ese chaval que hace 20 años ya era multimillonario, que sabe que ser un 'Take That' fue una auténtica locura de diversión y excesos. Ahora, apuesta por su mejor 'yo': "La mejor versión de mí es la de un marido monógamo que es bueno y atento; la de un padre que actúa de la manera más cariñosa con sus hijos".
Difícil es estar en el lado correcto de las cosas si nadas en oro y ostentando récords mundiales. El intérprete de 'Love my live' logró el mayor contrato discográfico de la historia del Reino Unido y prácticamente del mundo. Emy le pagó la nada desdeñable cantidad de 125 millones de euros para grabar sus discos con la discográfica. Entre ellos, el último, Escapology. Como solista británico ostenta el título del artista con más ventas en el Reino Unido y en el cantante no latino más vendedor en América Latina.
Su vida bien merece una 'biopic' o una serie. Y el 'niño malo de Reino Unido' las va a tener ahora cuando se cumple 25 años de su carrera en solitario con el que celebra además, su decimotercer álbum: 'XXV'. Un álbum retrospectivo, con sus grandes éxitos y también con varias novedades y la estética que siempre le rodea. Este auto homenaje en toda regla, va desde temas inéditos hasta colaboraciones con cantantes como Kylie Minogue.
La leyenda de la cultura pop en breve estrena 'Better Man', su película biográfica que se adentra en su ascenso a la fama desde 'Take That' hasta el éxito en solitario. Dirigida por Michael Gracey ('El Gran Showman') será interpretada por Jonno Davies ('Hunters''). Y además del álbum y la película, también llegará la serie documental dirigida por Asif Kapadia a 'Netflix' aunque confiesa que no sabe que pasará: "No ha empezado a grabarse. Así que ni siquiera yo sé qué pasará en él". Nada quedará sin que se refleje como ha avisado a navegantes en 'Esquire': "Creo que si alguien ha seguido algo que tenga que ver conmigo probablemente sabrá casi todo porque he expuesto mi vulnerabilidad a diario".