Alejo Stivel recuerda cómo grabó con María Jiménez la canción de Lichis: "Niño, tráeme un whisky doble"
El músico y productor ha relato en sus redes sociales una divertida anécdota de la grabación
'La lista de la compra' forma parte del disco 'Vestidos de domingo', de La cabra mecánica y fue un éxito total
La canción contribuyó a acercar a Jiménez al público juvenil que nunca ha dejado de reivindicarla
Pocas aventuras líricas como aquella en la que riman la soledad con el atún en aceite vegetal. Pocas líneas que resuman tan irónicamente el pulso aspiracional de extrarradio como aquella de 'tú que te mereces / un príncipe, un dentista'. Pocas asociaciones libres calaron tan hondo en el gusto popular como la de el Lichis y María Jiménez. Puro costumbrismo bañado en whisky. Al menos así lo ha relatado el músico Alejo Stivel, ex Tequila, quien fue el encargado de de producir la mítica 'La lista de la compra', en una divertida anécdota.
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Un momento epifánico
"En un momento en que María Jiménez había caído en un cierto olvido - ha relato Stivel en sus redes sociales- la llamamos para cantar en la 'La Lista de la Compra', la fantástica canción de Lichis, incluida en el álbum 'Vestidos de Domingo' de La cabra Mecánica". Como se sabe, La cabra mecánica fue un 'grupo musical' que en realidad era un proyecto de Miguel Ángel Hernando, Lichis, al que se incorporaron varios músicos a lo largo de 15 años. En el año 2001, cuando preparaban el que sería su álbum más exitosos, Lichis estaba entrampado con un estribillo al que no terminaba de darle forma. Fue entonces cuando vió en un bar un póster de María Jiménez y algo se desbloqueó. Lichis supo que tenía que hacer la canción con ella. Pero lo realmente buen vendría después.
Libre y salvaje
"El dia de la grabación llegó a las 4.30 de la tarde, puntual, después de comer -continúa Stivel en su relato-. Le ofrecí un té o un café y me dijo “Que va niño, tráeme un whisky doble!”. Antes de empezar a cantar ya había dado cuenta del líquido escocés". Y no sabemos si fue aquél 'líquido' o qué, pero lo cierto es que la sintonía musical con Lichis fue total. Algo que se puede apreciar también el popular video del tema, que es una celebración de los encuentros generacionales y las tradiciones de andar por casa. ¿Cómo transcurrió la grabación? "Me pidió otro whisky, así que fui a la tienda de la esquina y compré una botella de Johnnie Walker y se la dí en mano. Nos pusimos a grabar, desplegó su genio y la canción quedó brutal. Fué un mega hit. Y ella volvió al primer plano de la actualidad musical. Cuando se fué, a eso de las 8 de la noche la botella estaba vacía", concluye Stivel. No sin antes despedirse de la ídola: Q.E.P.D.