La historia de cómo una fotografía de Ringo Starr reunió a una pandilla de amigos 50 años después

Empieza con no cinco, sino seis chicos que deciden saltarse el colegio para ver a los Beatles. Es una fría mañana de febrero del año 1964. Los chicos suben al coche del padre de uno de ellos y salen de New Jersey para intentar pillar a sus ídolos en su salida del aeropuerto de Nueva York. Era la primera vez de los ingleses en EE UU, lo que convertía a Gary Van Deursen (al volante) Suzanne Rayot, Arlene Norbe, Charlie Schwartz, Bob Toth y Matt Blender (que es el que aparece vagamente, en la sombra), en los primeros exponentes de ese fenómeno sociológico y cultural que conocemos como beatlemanía. Claro que eso entonces ellos no lo sabían, preocupados como estaban por ubicar el coche que transportaba a John, Paul George y Ringo hacia el estrellato más absoluto.

¡Eh, vosotros, bajad la ventanilla!

"Estábamos perdidos. Al principio pensábamos que era una procesión fúnebre porque solo veíamos fila de coches negros" rememorarían años después. Nunca descubrieron si, como se decía, cada uno de los Beatles iba en un coche distinto, o si estaban todos juntos. Lo cierto es que mientras intentaban escudriñar entre las ventanillas de uno de esos elegantes bólidos, de pronto apareció él, Ringo Starr. El baterista, dicen, empezó a gritarles algunas cosas, pero con ambos coches en marcha no entendían bien. Hasta que se dieron cuenta que les estaba pidiendo que bajen las ventanillas de su coche. Lo siguiente fue que Ringo sacó su cámara y les disparó en el momento preciso: todos mirando a la cámara, con expresiones que iban del entusiasmo a la perplejidad. Si los fans son parte del fenómeno, los cinco chicos en un coche, que en realidad eran seis, ya eran parte de la Historia. Y podía haber ocurrido, como ocurre tantas veces, que su papel terminara allí. Pero hay imágenes que, por alguna razón, algún detalle, o solo por cuestiones del azar, logran permanecer en la retina, como esperando su momento.

Una libro y una campaña

Ese momento llegaría 49 años después de la aventura de las pellas. En 2013, Ringo estaba a punto de publicar un libro de fotografías cuando volvió a pensar en la expresión de los chicos del coche. Siempre sintió curiosidad por saber de ellos y así se lo contó a la cadena US Today, que inició un campaña para encontrarlos. Curiosamente, no fue ninguno de ellos los que se identificaron, fue un compañero que sí fue ese día a clases y que, como casi todos los otros chicos del Instituto, nunca les creyó que habían visto realmente a Los Beatles. Los medios no tardaran en ponerse en contacto con ellos y en recrear, casi medio siglo después, la foto de Ringo. Sorprendentemente, Matt Blender, el único chico cuyo rostro casi no se veía en la foto original, era el único que no pudo participar: había fallecido en 2011.

Lo que ocurre en las Vegas no se queda en Las Vegas

"¡Qué bueno que hayan los hayan encontrado! Es fantástico enterarme un poco de su historia y de cómo vivieron ellos ese momento. Ahora estoy de gira por América Latina y no regresaré hasta noviembre, cuando realizaré dos shows en Las Vegas. Espero encontrarme con ellos entonces. ¡Los veo en Las Vegas! Paz y amor", dijo entonces Ringo en un comunicado difundido en los medios. El final feliz de la historia viene cuando los cinco amigos se reencuentran, 49 años después, con su ídolo en Las Vegas. "Nunca pensé que fueras tan buen fotógrafo", le dijo Arlene, una de las chicas, a Starr. "No lo soy, esa foto salió de puro churro, pero no se lo digas a nadie", le contestó el Beatle.

Poco después del encuentro, un periodista le dijo al chico al volante, un septuagenario Gary Van Deursen, si estaba contento de que por fin se cerrara el círculo con relación a la foto: "No,eso suena a que has llegado a alguna parte. Yo creo que este es viaje que todavía continúa". Un viaje como el que emprendieron esos seis chicos haciendo pellas, y que de alguna manera, siempre seguirán en ese coche persiguiendo una fantasía, pero moviéndose al fin.