Una risa maligna se cierne sobre Madrid: Rigoletto toma el Teatro Real
Una de las óperas más celebradas de Giuseppe Verdi, estrenada en 1851, vuelve al Teatro Real para la temporada navideña
La clásica historia ambientada en la corte del ducado de Mantua y ya en su momento enfrentó la censura por su "repugnante inmoralidad y obscena trivialidad"
El personaje que da título a la obra es un jorobado maligno que es castigado con una maldición que recae sobre su inocente hija
Este diciembre de diciembre vuelven a Madrid 'las luchas de poder, la depravación y la crueldad de una sociedad corrupta y degenerada'. También vuelve 'Rigoletto', la célebre ópera de Verdi estrenada en 1851, primera de las que componen la llamada 'trilogía popular' (que completan 'El trovador' y 'La traviata', ambas de 1853). La puesta en escena del Teatro Real corre a cargo de Miguel del Arco, con una producción que indaga en la angulosa personalidad del personaje titular, bufón jorobado de la corte de Mantua, víctima y verdugo, maltratado y maltratador, convirtiendo la obra en un descorazonador retrato de nuestra sociedad actual, complaciente con las actitudes más espurias y crueles. Interpretarán a los protagonistas estrellas de la talla de Julie Fuchs, Javier Camarena o Xavier Anduaga.
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Coproducida por ABAO Bilbao Ópera y el Teatro de la Maestranza de Sevilla, Rigoletto será representada en 22 ocasiones, entre el 2 de diciembre de este año y el 2 de enero del próximo. La espectacular escenografía de Sven Jonke y el sugerente diseño de luces de Juan Gómez-Cornejo, acompañan las tensiones del drama y las contradicciones, pasiones y sentimientos de los personajes, retratados con los potentes figurines de Ana Garay. Nicola Luisotti, que ya dirigió este título en el Teatro Real en 2015, volverá a hacerlo al frente de tres repartos estelares y del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. Christoph Koncz dirigirá cuatro funciones.
La obra
Como se sabe, el estreno de 'Rigoletto', en el Teatro de La Fenice, en 1851, fue precedido de varios encontronazos con la censura veneciana, que se opuso a la descarnada visión de la vida cortesana patente en el libreto de Francesco Maria Piave -a partir de 'Le Roi s’amuse', una pieza teatral de Víctor Hugo-, con un protagonista contrahecho y perverso, que desenmascara, con su risa diabólica, la podredumbre de una sociedad corrupta, cruel y degenerada, que él mismo encarna con su deformidad física y moral.
La trama de la ópera, terrible, se centra en la maldición que lanza el Conde de Monterone a Rigoletto por burlarse de la deshonra de su hija. Esta premonición -cuyo tema, la maledizione, late del principio al final de la ópera- será el tormento del bufón y el preludio de su desgracia: su hija, la inocente Gilda, que él aísla y protege, será seducida por las artes amatorias de su amo, el libertino Duque de Mantua, y raptada por los cortesanos, muriendo por amor, en una maquinación fatídica que él mismo engendró.
El potente drama de Victor Hugo, de tintes shakespearianos, inspiró a Verdi una partitura de grandísima intensidad dramática, unidad estructural y una genial escritura musical, capaz de describir con impresionante concisión y belleza, la complejidad y ambivalencia de los personajes y el devenir de la trama, que transcurre con tensión y fluidez del primer al último compás.
Darán vida al quinteto protagonista los barítonos Ludovic Tézier, Étienne Dupuis y Quinn Kelsey (Rigoletto), los tenores Javier Camarena, Xabier Anduaga y John Osborn (Duque de Mantua), las sopranos Adela Zaharia, Julie Fuchs y Ruth Iniesta (Gilda), los bajos Simon Lim, Peixin Chen y Gianluca Buratto (Sparafucile) y las mezzosopranos Marina Viotti, Ramona Zaharia y Martina Belli (Maddalena).