De su desaparición a la lesión que lo ha dejado en silla de ruedas: los últimos duros meses del hermano de Bisbal

"Siempre pienso, qué diría José María de esto". David Bisbal siempre ha tenido palabras de agradecimiento para su hermano Josemari, 54 años, a quien considera 'un pilar en su vida' ya que no solo fue su road manager en aquellos ya lejanos días en los que el cantante salía de Operación Triunfo, sino que siempre estuvo allí para cuidarlo al en sus comienzos y llegó a dejar su trabajo fijo como administrativo en el Hospital de Ejido para dedicarse a apoyar a su hermano pequeño. "Si a José María algo no le parecía bien me lo decía, y eso haberlo tenido al principio de mi carrera, no tiene precio," le decía el intérprete a Fiesta hace unos meses.

Hoy, parece que el destino le da la oportunidad al almeriense de devolverle esos cuidados a su hermano, ya que, como corolario de unos meses nefastos para la familia, ahora se sabe que José María va a permanecer por tiempo indefinido en una silla de ruedas, producto de una lesión medular.

Fue en abril que saltaron las primeras alarmas cuando Lupe, la mujer de José María, ponía la denuncia ante la Guardia Civil: su marido se había esfumado sin dejar rastro. Afortunadamente, el mayor de los hermanos Bisbal aparecía en la misma localidad de Roquetas de Mar, 'un poco aturdido pero bien' según el informe policial. Aparentemente, el oscuro episodio tendría que ver con una profunda depresión por la que estaba atravesando. Al menos eso se podía inferir de un mensaje que publicó en redes apenas un día antes de su desaparición: "Me has decepcionado, Lupe, cuando tú venías desesperada y llorando del trabajo por los malos tratos de tu jefa yo te escuchaba y comprendía, no solo eso, sino que te busqué trabajo alternativo. Ahora soy yo el que lo está pasando mal en el trabajo y lo único que me dices es que mañana cada uno su camino, pues cada uno su camino".

"Ha sido un momento de máxima tensión para toda nuestra familia, gracias por la preocupación y las muestras de cariño! Quiero pedir respeto para la privacidad de mi hermano y de la familia, ya que está siendo una situación muy delicada y emotiva para todos nosotros", decía por su parte David, al conocerse la reaparición de Josemari tras 30 horas.

A esa mala racha laboral, ahora se sabe, se sumaba la detección de una lesión medular que lo ha mantenido ingresado en un hospital para parapléjicos durante cinco meses. Pero al contrario de lo que cabría suponer tras el episodio de su desaparición, hoy afronta su proceso con singular entereza. José María reconoce que cuando llegó al hospital tenía una depresión "bastante severa", ya que esta es una lesión "difícil de aceptar". Le ha costado, pero finalmente aceptó y asimiló lo que le había pasado. "¡Y decidí tirar para delante!", ha asegurado en conversación con el mencionado medio. Respecto a su nueva realidad con la silla de ruedas, José María es claro: "Se puede vivir así, de hecho, estoy viviendo así y soy completamente autosuficiente, no necesito ayuda de nadie", declara.

"Estoy muy feliz y con muchas ganas de disfrutar de la vida" ha agregado José María, cuya vida sin duda ha dado un vuelco pero que, a pesar de sus nuevas circunstancias, parece haber llegado a un momento de tranquilidad. Una marcada diferencia con el momento pasado hace unos meses, ahora los reproches a Lupe se han convertido también en agradecimiento "sin la gran ayuda durante los primeros meses de mi mujer, no sé lo que habría pasado", asegura.