En la historia catódica de la cultura popular hay puntos de inflexión irrebatibles que muchos años después son evocados con preguntas del tipo ¿dónde estabas tú cuando...? La llegada del hombre a la luna en 1969, Elvis moviendo la pelvis en The Milton Berle Show en 1956, o los Beatles apareciendo por primera vez en The Ed Sullivan Show el 9 de febrero de 1964 ante 73 millones de televidentes. Se cumplen ya 60 años de la actuación que impactó a todo un país, desatando la beatlemania en EEUU y cambiando para siempre el rumbo de la música del siglo XX. En palabras del escritor y periodista Tom Wolfe, el día en el que "empezaron de verdad los sesenta".
En 1964 los Beatles ya eran muy populares en Europa, pero estaban por descubrir en EEUU. En aquella época raro era el artista británico que conseguía dar el golpe en el país de las barras y estrellas, que justo entonces seguía conmocionado e inmerso en un luto nacional tras el asesinato de John Fitzgerald Kennedy el 22 de noviembre de 1963. EEUU estaba deprimido, pero todo estaba a punto de cambiar. El blanco y negro iba a dar paso al irresistible tecnicolor que traerían los 'Fab Four'.
Todo empezó a gestarse unos meses antes, cuando Ed Sullivan, el presentador televisivo más popular de su tiempo, viajó a Londres en busca de artistas para su programa. El fenómeno Beatle estaba en plena ebullición en la capital británica y Ed se dio cuenta de que eran justo lo que necesitaba. Consiguió el teléfono de su mánager, Brian Epstein, y contrató al grupo tras una dura negociación.
Sullivan quería que los Beatles fueran un número de relleno en su programa, pero Epstein, que ya empezaba a vislumbrar la conquista del mercado estadounidense, insistió en que tenían que ser el plato principal. El presentador ofreció entonces que fueran los protagonistas de dos programas en semanas consecutivas, pero rebajando el caché a 7.000 dólares por ambas apariciones. Pese a que eso suponía 50.000 dólares menos de lo que solían ganar los Beatles en una actuación en el Reino Unido, Epstein aceptó el trato. Y no se arrepentiría.
Cuando los Fab Four llegaron al aeropuerto Kennedy de Nueva York el 7 de febrero de 1964 ya había un run run entre la juventud estadounidense, una curiosidad incontenible por esos cuatro melenudos que parecían traer nuevos vientos libertarios desde el otro lado del Atlántico. El estudio de la CBS en el que se grababa el programa podía albergar a unas 700 personas, pero los días previas se recibieron más de 50.000 peticiones para asistir.
El domingo 9 de febrero era el día. O mejor dicho, la noche. Poco antes del show, que se ejecutaría en riguroso directo, se recibía un telegrama del mismísimo Elvis deseándoles suerte en su primera aparición televisiva en EEUU. Paul arranca algo nervioso y titubeante con 'All My Loving'. Le siguen 'Til There Was You', 'She Loves You', 'I Saw Her Standing There' y, por último, para hacerlo saltar todo por los aires, 'I Want To Hold Your Hand'. El delirio. Cuando John y Paul entonan en contrapunto el álgido 'I can't hide!" con esa euforia irresistible, innumerables jóvenes y niños pegados al televisor deciden que quieren comprarse una guitarra y formar una banda.
Los Fab Four impactaron aquella noche en 23.240.000 hogares y al día siguiente nadie hablaba de otra cosa. No todos a favor, también hay que decirlo. Algunos periódicos criticaron sus peinados, su forma de cantar y su actitud. "Solo pensar en los Beatles ya es suficiente para inducir desequilibrios mentales”, llegó a escribir algún lumbreras en 'The Washington Post'.
Lo más importante es que aquella revelación le cambió la vida a muchos jóvenes y a algunos les inspiró a a seguir ese camino. Tom Petty, con 13 años entonces, entendió que "había una salida, juntarse con tus amigos, formar tu propio grupo y hacer música". Para Bruce Springsteen aquello "fue como si el eje cambiara, como una invasión extraterrestre", y Billy Joel vio claro lo que iba a hacer con su vida: "Esto es lo que quiero hacer, quiero ser como esos tíos. Quiero tocar en un grupo de rock".
Chrissie Hynde, de Pretenders, comparó lo que vio con una experiencia sexual, y Paul Stanley, de Kiss, confesó que "de ninguna manera estaría haciendo lo que hago si no fuera por los Beatles aquella noche". Para Joe Perry, de Aerosmith, "si eras un niño tímido de 14 años que ya tenía una guitarra, aquello fue un acontecimiento que te cambiaba la vida... En un solo fin de semana todo había cambiado". John y Tom Fogerty se dijeron "si estos ingleses pueden venir aquí y tocar rock and roll, nosotros también”, y unos meses después formarían Creedence Clearwater Revival. Eso fueron los Beatles en lo de Ed Sullivan. El big bang del rock and roll.