Depeche Mode, cuatro décadas reclutando creyentes en Madrid: "Me recuerdan a la irreverencia de los 80"
El concierto de la banda británica del 12 de marzo en Madrid atrajo a numerosos uppers dispuestos a disfrutar de las canciones con las que crecieron
Amparo (56 años): "Me traen recuerdos de cuando me lo pasaba muy bien y no tenía problemas ni preocupaciones"
Juan Antonio (61 años): "Me transportan a la década del tecno-pop, y ellos fueron de lo mejorcito que hubo en su momento"
Nos decía Suzie Stapleton, telonera de Depeche Mode en su actual gira europea, que la banda británica “ha estado ahí tanto tiempo que puedes adivinar la edad de alguien preguntándole cuál es su canción favorita” de ellos. Por eso no extraña que, haciendo un rápido sondeo a pie de calle, las tonadas preferidas por los asistentes al apabullante show ofrecido este martes 12 de marzo en el Wizink Center de Madrid por el ahora dúo formado por Dave Gahan y Martin Gore sean en su mayoría sus clásicos imperecederos de los 80 y primeros 90.
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Canciones de fe y devoción para la generación de la EGB
Con más de cuatro décadas en activo, Depeche Mode es uno de esos grupos que han traspasado generaciones, pero es evidente que sus fans más acérrimos, los auténticos creyentes, pasan ya holgadamente de los 45. Miembros de la generación de la EGB que crecieron, se enamoraron, rieron y lloraron con sus canciones de fe y devoción. Por eso los uppers son multitud en sus conciertos, aunque también se vean a algunos jóvenes atraídos por el peso de la leyenda, y otros simplemente arrastrados por sus padres.
Porque aunque la banda pionera del synth-pop es una de las pocas surgidas en los 80 que siguen en activo pese a las deserciones, fallecimientos y adicciones, y, a diferencia de The Cure o U2, facturando discos notables -el último, 'Memento Mori', fue uno de nuestros favoritos de 2023-, su periodo creativo comprendido entre 1983 y 1993 sigue siendo la razón que justifica el culto que tantos les profesan. Porque sí, Depeche Mode es como una religión y asistir a un concierto suyo aún es lo más parecido a una misa pagana, una 'black celebration' con el reverendo Gahan como maestro de ceremonias.
Juan Antonio, de 61 años, como el propio Gahan, es uno de los believers más veteranos con los que nos cruzamos a las puertas del Wizink. Por eso es el que más atrás se remonta en el tiempo para elegir su favorita, 'See You', del álbum 'A Broken Flame' de 1982. "Me trae recuerdos de la década del tecno-pop, de los 80, y Depeche Mode fue de lo mejorcito que hubo en su momento". En aquella época aún andaban en busca de su identidad, pero ya eran abanderados, junto a Soft Cell o The Human League, de una nueva manera de entender el pop en la que mandaban los sintetizadores y los instrumentos electrónicos.
Después llegaría ese oscurecer el techno con sombras góticas con el que se irían adueñando de los ochenta y que culminaría con el antológico directo '101' (1989) y el fundamental 'Violator' (1990). Ahí están los clásicos más recordados por todos. 'Personal Jesus' es la favorita de muchos, también de Lulubelle, de 55 años, para quien el tema representa "la fuerza de los 80 y la sensación de ser irreverentes e intentar salirnos del camino". 'Enjoy the Silence' es la preferida de Amparo (56 años), y le trae a la memoria aquella época en la "que me lo pasaba muy bien y no tenía problemas ni preocupaciones".
Regresar a la adolescencia, disfrutar el silencio
Ir a un concierto de Depeche Mode es, en muchos sentidos, regresar a la añorada adolescencia, aquella época de descubrimiento de nuevas maravillas y primeras decepciones en la que una canción podía llegar a salvarte la vida. Y las del combo británico eran perfectas para eso. Imposible disociar antiguos amores, viejas victorias y pequeños batacazos de la música que les puso banda sonora. Celia también elige 'Personal Jesus', y su marcial 'Reach out, touch faith!' le recuerda a "cuando era más jovencita y empecé a salir con un chico que era 'mody' y estábamos todo el día oyendo a Depeche".
A Julián, de 52 años, ver a Dave Gahan hoy dando vueltas sobre sí mismo como una peonza le devuelve "a los tiempos del instituto, cuando me obsesioné con el vídeo del '101', cuando empezamos a salir a discotecas, las primeras borracheras y los primeros escarceos, y encontramos en la música de Depeche una forma de pertenencia".
¿Por qué Depeche Mode aún sigue arrastrando a masas de creyentes a sus shows y, por ejemplo, una banda coetánea como Simple Minds, que en su momento incluso fue más popular, sobrevive con toda la dignidad que puede en un circuito mucho más minoritario? "No hay punto de comparación, hombre. Depeche Mode te hablaban a ti, se metían en tu habitación contigo y lo que te decían al oído importaba. Significaba algo. Por eso perduran", nos aclara Juan Francisco, de 53 años.
Bueno, por eso y porque han seguido facturando hits incluso tras su época dorada. Sin ir más lejos, 'Ghosts again', del último álbum, es capaz de codearse con los viejos himnos en los conciertos sin perder el paso. Pero sí, en el fondo, con Depeche Mode venimos a celebrarnos a nosotros mismos. Para Rafa, de 48 años, su canción favorita es 'Never Let Me Down Again', de 1987, "supongo que porque me transporta a toda esa época de la adolescencia". Y la adolescencia es sagrada. Pues eso. Igual que la magdalena de Proust. En busca del tiempo perdido.