Silvia Pérez Cruz y Residente hacen arte en el Prado: "No quiero que se acabe"

Dicen en la nota promocional del video que este explora "la volatilidad de lo efímero mientras se disfruta inmortalidad del arte". Y sí. Como te decíamos sobre la primera versión de este tema, '313' es finalmente un pulso con el tiempo, una reflexión que no esconde la angustia pero que preconiza la rebeldía y llama a las filas de la resistencia contra la desaparición.

En esta versión 'más íntima' según la producción, la Galería Central y la sala 12 del Museo del Prado arropan las estrofas de Residente en una canción que rinde homenaje a su amiga Valentina Gasparini, fallecida en 2022. La emoción y el sentimiento de la composición se intensifican con el coro vocal que acompaña al artista mientras recita en la sala de Velázquez y al que se suma la inconfundible voz de Silvia Pérez Cruz que se fusiona con el violín de Noemí Gasparini ante 'La adoración de los magos de Rubens'.  

El arranque del tema es completamente diferente sin la introducción que decía Penélope Cruz en la primera versión, las salas del museo, además, le confieren al tema, ciertamente, un ambiente más íntimo que el de la versión rodada en La Granja, que tenía en su amplitud y en sus efectos visuales y coreografías un aire de superproducción. Estamos ante una versión minimalista, si cabe la palabra considerando el enorme valor artístico del entorno.

No es la primera aproximación de la música urbana al arte clásico, pero entre los recorridos de Beyoncé y Jay C por el Louvre y el '¿Velázquez yo soy guapa?' que se hizo viral hace algunos años, tiene algo de coherente esta reflexión de Residente sobre la volatilidad y la permanencia inspirada por la muerte de una amiga suya, que de alguna manera reviste solemnidad (bien entendida) y poesía a partes iguales.

Mención aparte merece la interpretación de Silvia Pérez Cruz que hace un contrapunto vocal espectacular con el violín de Gasparini. Es en ese momento en que pasamos de 'Las meninas' de Velázquez como fondo, a 'La adoración de los reyes magos' de Rubens. Se fusionan así el rap, el cante y la pintura clásica en una amalgama digna de verse.