César Suárez, biógrafo de Paco de Lucía: "Cuando murió Camarón estuvo un año deprimido, sin coger la guitarra"
El periodista se adentra en la biografía de uno de los mayores genios de la música española en 'El enigma Paco de Lucía'
Pese a ser uno de los mayores genios de la guitarra de todos los tiempos, "le acomplejó durante mucho tiempo no saber solfeo"
La leyenda de 'Entre dos aguas': así nació la rumba más universal de Paco de Lucía
El mítico presentador Jesús Quintero llevó en 1976 a Paco de Lucía como invitado a su programa de TVE 'La hora de...' y le abordó con una pregunta a bocajarro: '¿Eres tan bueno como dicen o es que abundan los mediocres?'. Con una sonrisa tímida y apoyando un cigarrillo en el cenicero, Paco respondió: "No me das otra alternativa que la de decir que abundan los mediocres". Así de humilde era el genio de Algeciras, modesto hasta el sonrojo a pesar de ser el mayor revolucionario de la guitarra que ha habido en España y el más celebrado embajador que ha tenido el flamenco en el mundo.
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Esa célebre entrevista con Quintero la recoge el periodista César Suárez en su libro 'El enigma Paco de Lucía' (Lumen), publicado en el décimo aniversario de la muerte del guitarrista y compositor gaditano en Playa del Carmen (México) a la todavía temprana edad de 66 años. En sus páginas, el redactor jefe de la revista Telva se adentra en la biografía de uno de los mayores gigantes de la música española, e indaga en la compleja personalidad de un artista que, pese a ser admirado en todas partes, también era un hombre acuciado por la angustia y las dudas.
¿Qué aporta ‘El enigma de Paco de Lucía’ que no se haya dicho antes?
Principalmente un enfoque narrativo que convierte a Paco en el protagonista de una aventura excepcional de amor, triunfo y angustia.
¿Cómo te preparaste para abordar esta obra?
Escuchando mucho la obra de Paco y la de los guitarristas que le precedieron y sus contemporáneos. También tuve que trasnochar en ambientes flamencos más de lo que acostumbro para escuchar de cerca las historias de quienes le conocieron.
¿Por qué Paco de Lucía es un enigma?
Ese es justo el origen de mi inquietud por Paco: ¿por qué era un genio?, ¿qué le hacía distinto?, ¿cómo un “tímido enfermizo” era capaz de enloquecer a miles de personas desde el escenario?, ¿por qué daba esas respuestas tan sintéticas y a veces filosóficas?, ¿qué había en su mirada misteriosa, en sus gestos a menudo parcos, por qué decía que la guitarra le angustiaba…? Estos son algunos de los elementos con los que compongo el puzle de su vida.
Define a Paco en tres palabras
Él mismo dijo que el estado de su espíritu era un “desasosiego amable” y yo añadiría la palabra “duda”.
Cuéntanos la anécdota que mejor le representa
Cuando le entregaron el Honoris Causa de Cádiz dijo que de tanto entregarle premios, al final se iba a creer que era un buen guitarrista. Lo decía todo con humor pero con carga de verdad. Nunca se dio importancia, no dejó que el ego del éxito se lo comiera.
¿Cuáles fueron los momentos más importantes que marcaron su carrera?
Cuando su rumba 'Entre dos aguas' se situó número uno durante un año y cuando a los 15 años conoció al gran guitarrista Sabicas en Nueva York y este le dijo: “Tocas muy bien, pero un flamenco tiene que componer sus propias cosas”.
¿Fueron Paco de Lucía y Camarón los Lennon y McCartney de la música española?
O los Jimmy Page y Robert Plant, de Led Zeppelin.
¿Era tan perfeccionista como se dice?
Hasta la obsesión. Pero esto creo que es un rasgo común a los grandes creadores. Era implacable por ejemplo con el ritmo, con el compás.
¿Qué papel jugó Jesús Quintero en su carrera?
Fue su manager a principios de los 70 y quien se empeñó en promocionar su tema 'Entre dos aguas' hasta situarlo número uno. Además le hizo una gran entrevista en TVE en 1975 en un programa íntegramente dedicado a Paco, con la que comienza mi libro.
¿Qué dirías que distinguía a Paco del resto guitarristas?
Reunía las mejores cualidades de un músico excepcional y supo entender el aire de su tiempo, lo que dicho de alguien que provenía del flamenco tradicional no es baladí. Era “lo otro”.
¿Cuál crees que fue su mayor contribución a la evolución del flamenco?
Interpretarlo como un lenguaje abierto para ampliarlo a otras músicas y a todos los públicos, sin olvidar nunca sus raíces.
¿Cuál fue, en tu opinión, el mejor momento de Paco como músico?
A finales de los años 70 y década de los 80, cuando forma el Sexteto con Jorge Pardo, Carles Benavent, Rubem Dantas, y sus hermanos Ramón y Pepe. Alcanza la cumbre con Siroco en 1987.
Tres piezas por las que le estarás eternamente agradecido
'Cueva del gato', 'Reflejo de Luna' y 'Doblan campanas'.
¿Cómo le fue afectó la muerte de Camarón en 1992?
Le quería mucho, estuvo casi un año llorándole, deprimido, sin coger la guitarra.
¿Qué opinas de sus reuniones con Al Di Meola y John McLaughlin?
Formaron un trío genial, disfrutaron mucho en cientos de conciertos, vendieron millones de discos y Paco “aprendió” a improvisar.
¿Le acomplejaba de alguna forma no saber solfeo?
Sí, igual que le acomplejó durante mucho tiempo no tener cultura, y la suplió gracias a su voracidad lectora y su curiosidad por todo. Era capaz de estudiar una partitura sin saber solfeo a base de trabajo y tesón, como hizo con el Concierto de Aranjuez.
¿Cómo era el Paco esposo y padre?
Imposible concretar una respuesta porque fue esposo y padre durante muchos años y en dos etapas muy diferentes de su vida. Se pueden decir muchas palabras sin intención categórica: divertido, ausente, celoso, gamberro, inseguro, angustiado…
¿Quién fue la mujer que más le influyó?
Su primera mujer Casilda Varela. Y su madre, Luzia.
¿Cómo se llevaba con sus hijos?
Les echaba de menos porque pasaba la mayor parte del año fuera de gira o componiendo. Con los hijos que tuvo con Gabriela Canseco, su segunda esposa, en los últimos años de su vida viajaban juntos.
¿Cómo describirías su legado y su impacto en el mundo de la música?
Infinito, queda mucho por investigar sobre él y su música y aún lo estamos descubriendo.
¿Le faltó algo por conseguir?
La calma interior.