Para los fanáticos de AC/DC escuchar a la banda australiana es como tener la felicidad a un solo riff de distancia. Lo curioso es que no es solo una frase hecha, sino que viene avalada por la ciencia. Sabido es que la música, en general, ejerce un efecto significativo en el cerebro, liberando dopamina y generando sensaciones placenteras. Pues bien, las graníticas y electrizantes canciones de Angus Young y compañía son las más perfectas para subirnos el ánimo, científicamente hablando, y, desde luego, pueden hacer mucho por nuestra salud.
Mark Jude Tramos, profesor y ex director en el Institute for Music & Brain Science de la Universidad de Harvard, se ha explayado largo y tendido en el podcast AC/DC Beyond The Thunder sobre una investigación acerca de los sentimientos que la música genera en los seres humanos y que ha tenido al icónico grupo australiano como principal objeto de estudio.
"AC/DC probablemente provocó más liberación de endorfinas y dopamina en partes clave del cerebro que cualquier otra banda en la historia", afirma Tramos para explica las conexiones cerebrales que provocan las canciones de la banda. Y aprovecha para poner en cuestión que su música sea simple: "Es efectiva y es muy, muy, muy difícil de hacer. Debido a que parece fácil, en realidad es muy difícil y bastante complejo".
En la conversación en el podcast, Tramos revela anécdotas notables sobre la música de AC/DC, incluida su papel en el tratamiento del cáncer, la mejora de la precisión quirúrgica y su potencial para calmar a los pacientes de Alzheimer a través de la musicoterapia.
El experto también se detiene en la influencia de una de sus canciones más populares, 'You Shook Me All Night Long', apuntando a la importancia de la cadencia plagal, que es la que enlaza el acorde del cuarto grado con el de primer grado y que ha sido asociada tradicionalmente a la música eclesiástica. Este recurso evoca respuestas emocionales variadas en miles de oyentes distintos, trascendiendo las fronteras musicales.
Pero Tramos también subraya la capacidad de la música de AC/DC para amoldarse a distintos contextos, algunos antagónicos. Por ejemplo, canciones como 'Thunderstruck' o 'Highway to Hell' siempre han funcionado para levantar el ánimo en estadios y pabellones deportivos y favorecer un ambiente más eufórico. Y otras como 'Hells Bells' o 'Shoot to Thrill' han sido usadas con frecuencia en interrogatorios militares estadounidenses en Guantánamo, Irak y Afganistán con intenciones diametralmente opuestas. La felicidad como instrumento de tortura, o la cuadratura del círculo.