Iván Ferreiro nos cuenta la intrahistoria de su villancico con amigos: “Hubo fiesta todo el rato, con mucho vino”
El músico pontevedrés publica ‘Cuento de hadas en Madrid’, versión de ‘Fairytale of New York’, de The Pogues, de 1987.
“Disfrué tanto de la original, que organicé un viaje a Irlanda con mis hijos para comprar otra canción que se menciona en su letra”, dice.
En su adaptación colaboran Mikel Erentxun, Leiva, Santi Balmes, Rozalén, Pablo López y Amaro Ferreiro, entre otros.
No es Iván Ferreiro (54 años) muy amigo de la Navidad. “Me da pereza”, asegura. “Ya llevo unos años que el momento navideño me llega de golpe, porque hasta el mismo día 23 estoy de gira. Llego a casa y me encuentro con la Navidad encima, que me aplasta. No la preparo muy bien y me doy cuenta de que no he comprado los regalos, no he preparado la cena…”. En cualquier caso, esta es diferente: es la primera que pasará casado con la periodista Noa García, con quien contrajo matrimonio el pasado junio. “Llevábamos casi diez años juntos, así que no hay mucha diferencia en ese aspecto. Pero es cierto que con ella, las navidades son mucho mejores. Antes, eran más angustiosas”.
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El desapego navideño de Ferreiro no ha impedido que haya grabado una canción especial para estas FTS (Fechas Tan Señaladas): una adaptación al castellano de “Fairytale of New York”, de The Pogues (1987), que el pontevedrés ha titulado “Cuento de hadas en Madrid”.
¿Un artista de la escena alternativa lanzando un villancico, sinónimo, para algunos, de la horterada máxima? “Esperaba que dijeran algo así —confiesa—, me parecía parte de la broma. Quedó tan bonita cuando la grabamos que pensamos que había que hacer mucha broma antes de estrenarla. Teníamos un as bajo la manga y podíamos permitirnos reírnos un poco de la Navidad y de nosotros mismos, dejando a todo el mundo un poco mosqueado hasta que la escuchara”.
La idea inicial fue grabar una canción navideña; después, elegir cuál, algo difícil para el excantante de Piratas. “No hay casi ninguna que me guste”, alega. Luego se acordó de “Fairytale of New York”, una de sus favoritas, “no solo de esta época del año, sino de mi vida”, explica.
Ferreiro descubrió la canción de The Pogues, que su líder, Shane MacGowan, canta a dúo con Kirsty MacColl, poco después de su estreno, en Radio 3, cuando él tenía 17 años. “Me enganché inmediatamente. Por su melodía, su música… Es espectacular y preciosa. Esas navidades me compré el disco y comencé a investigar sobre The Pogues. Con los años fui tomando conciencia de la letra”.
La letra es, posiblemente, la gracia de “Fairytale”, que en realidad no se trata de un villancico, sino de una canción de folk-punk en forma de diálogo chico-chica en la que un tipo al que han metido en una celda por andar borracho empieza a evocar a su amada del pasado, con tanta intensidad que imagina una conversación con ella, en la que comienzan diciéndose cosas bonitas y acaban dedicándose insultos bastante malsonantes.
Su flechazo con la canción de The Pogues
“He disfrutado mucho de la canción —prosigue Ferreiro— hasta el punto de hacer un viaje a Irlanda con mis hijos, cuando eran pequeños. La letra dice que el coro de la policía de Nueva York está cantando un tema que se llama ‘Galway Bay’, y con la excusa de buscar esa canción fuimos a Dublín. Allí alquilamos un coche y conduje a Galway. Entramos en una tienda de discos y preguntamos cuál era esa canción y en qué versión se había inspirado Shane MacGowan para escribir ‘Fairytale’. El tipo de la tienda, que era encantador, me puso dos versiones, primero la que pensaba que habría escuchado MacGowan de niño y luego otra. La primera era de una especie de tenor irlandés, de estilo ochentero, con cajas de ritmos… No especialmente bonita. La segunda era una versión mucho más folk, de una cantante irlandesa, y fue el disco que compré y conservo en casa”.
Respetar el tono amargo y cómico de la letra fue, para Ferreiro, lo más difícil de su canción. “Había que decidir qué parte respetábamos y cuál nos cargábamos. La parte de la celda me la cargué, porque nos parecía que podíamos hacer algo diferente. Debíamos mostrar nuestra letra a los herederos de Shane MacGowan para que dieran el visto bueno a los cambios: meto a Sabina por Sinatra, a Madrid por Nueva York, a unos irlandeses por unos gallegos… Si no lo conseguíamos no había villancico”. Ferreiro no sabe qué opinaron los herederos, pero intuye que les gustó, “porque no nos la han tirado. No son fáciles: tienen mucho celo con todo lo que se hace con esta canción”.
Podría parecer que reunir el auténtico all star de músicos que colabora en “Cuento de hadas en Madrid” fue complicado, lo que Ferreiro desmiente. “Conseguir que colaborasen fue lo más sencillo”, dice. “Al primero que teníamos era a Leiva, que es mi hermano, como de mi familia. Lo bueno de Leiva es que lo puedes poner a tocar cualquier cosa. Tocó la batería. Mi hermano Amaro tocó la guitarra. Sabía que Rozalén toca la bandurria, y se lo propuse. En este tipo de cosas, cuando llamas y compruebas las ganas que tiene el otro, sabes si va a funcionar o no. Son todas personas muy musicales que dominan sus instrumentos”. Fue una grabación de dos días con jolgorio incluido. “Para mí la canción tiene el espíritu de una fiesta. Hubo fiesta todo el rato: mucho vino, muchas copas…”. También participan Mikel Erentxun, Santi Balmes (Love of Lesbian) y Pablo López, entre otros.
TDAH: “Ponerle nombre a lo que tenemos”
No hace mucho, Iván Ferreiro fue noticia por otro asunto bien distinto: su revelación de que padece TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad), trastorno que conoció que tenía a través de su hijo. “A base de ir a terapia con él, me dijeron: ‘Tu hijo tiene TDAH, y es probable que tú también lo tengas’. Un psiquiatra me hizo una entrevista y me lo confirmó. Vas leyendo, vas aprendiendo de qué va la cosa y cuando tengo esas bajonas dispongo de las herramientas para actuar. Cuando me aburro siento que estoy un poco deprimido, por las mañanas tengo ganas de hacer muchas cosas y luego no hago ninguna, pero voy usando herramientas para disfrutar de la vida”.
En cualquier caso, relativiza el peso del TDAH en su vida. “Tampoco le daría mayor importancia. Tengo la sensación de que a veces nos dicen que tenemos cosas un poco al tuntún. No tomo la medicación, porque no me gusta mucho. Pero todos tenemos algo, y a los médicos les gusta ponerle nombre a lo que tenemos. Cada uno somos de una manera y punto. He ido cambiando mi forma de pensar sobre el tema con el paso de los años”.
El año nuevo no traerá vida nueva para el músico gallego, que termina un bloque de su actual gira con dos conciertos en enero (el día 23 en Barcelona y el 25 en Vigo), la prosigue en abril con actuaciones en México y la culminará a final de 2025 con una última tanda. En directo no escucharemos “Cuento de hadas en Madrid”. “Esa canción es de temporada”, aduce. “La he tocado en algunos conciertos, pero la dejaré guardada para cada Navidad”.