Llegó el momento: la hija de Lenny Kravitz bromea con 'las pintas' de su padre

Parafraseando al maestro Yoda: "Somos lo que ellos superarán algún día, esa es la verdadera carga de todo padre". Y todo padre (o madre) vive ese momento de la manera mas infame cuando los hijos llegan a esa edad en que a. te miran con condescendencia, b. creen que saben de todo más que tú, c. se burlan de tu manera de estar en el mundo, o d. todas anteriores.

Por ejemplo, pocas maneras de estar en el mundo como la de Lenny Kravitz, estrella de rock, actor ocasional e ícono sexual durante ya algunas décadas, incluida esta, su sexta de vida. Y sin embargo, ahí está su hija, joven Zoë para ponerlo en su sitio, que bno es precisamente el del baúl de los recuerdos pero sí el de los "señores mayores" que pretenden vivir una eterna juventud.

Ocurrió hace algunos meses, cuando padre e hija acudieron juntos a la develación de la estrella del artista en el Paseo de la Fama de Hollywood. La joven actriz, como era de esperarse, tomó la palabra para homenajear a su padre, todo según lo esperado, hasta que Zoë tuvo a bien hablar de la particular manera de Kravitz padre de llevar las camisas. "Como eras tan joven cuando yo nací, en muchos sentidos hemos crecido juntos -dijo en ese momento la actriz de 'The Batman'- hemos pasado por mucho. Hemos visto mucho. He visto mucho. Te he visto cambiar de las maneras más hermosas. He visto cómo te has mantenido igual en los aspectos más importantes. He visto la forma en que te presentas y cuidas a las personas que amas. He visto tu increíble dedicación a tu arte, pero sobre todo he visto a través de tus camisas".

"Verán -continuó Zë dirigiéndose a la audiencia-, según mi padre: 'Si no expone tus pezones, no es una camisa'. Y claro, solía avergonzarme cuando él me recogía en la escuela cuando era niña, pero debo decir que, a estas alturas, lo respeto. Realmente lo lograste".

Muchachos del ayer

Así que ya sabéis, si le pasa a Lenny os puede pasar a vosotros. Vuestros peinados, vuestros atuendos, vuestra manera de hablar, todo es susceptible de ser vilipendiado por vuestros vástagos. Y toca apechugar. Como te decíamos aquí, según especialistas como la profesora y escritora Diana Al Azem nunca debemos de ponernos a su altura: ni gritos ni palabras malsonantes. Eso y empezar a hacerte a la idea de que no eres viejo, pero eres vintage. Puedes seguir siento tú mismo.