Javier Ojeda (55), cantante de Danza Invisible, se ha enfrentado al cuestionario de Uppers. Tecnología, madurez, juventud y algunas intimidades como una gamberrada que cometió de adolescente y que ahora confiesa con ningún orgullo (aunque se sigue riendo). También ha hablado 'Sabor de amor', el gran éxito del grupo cuya letra esconde un mensaje erótico que tal vez no conocías.
Sabemos por nuestro cuestionario que odia los coches y los toros. Que ha dio al médico recientemente pero que no vuelve. "Qué tío más aguafiestas". También sabemos que ahora que sus hijos ya no son niños se siente más libre. Y que le va mejor económicamente a sus 55 de lo que habría imaginado hace unos años.
A Javier, que está en el mejor momento de su vida, no le cuesta confesar que está cerrando un año redondo, seguramente el mejor de su carrera. Saca disco en este final de año, antología con lo mejor de su trabajo en este Milenio: 2000-2019. Lo celebrará este 15 de diciembre en el Teatro Cervantes de Málaga rodeados de músicos amigos.