Aprende a amplificar una guitarra española o acústica para conseguir el mejor volumen
Cuando no tocas en casa para amigos sino en espacios mucho más amplios es normal tener que utilizar amplificadores para que el sonido llegue a todo el público
Hay muchos tipos de amplificación para las guitarras españolas y acústicas, cada uno ajustado a según qué necesidades
La guitarra es uno de los instrumentos principales de la música española, de eso no cabe duda alguna. Es el instrumento perfecto para componer o realizar actuaciones acústicas, más íntimas, en donde su sonido es totalmente espectacular e hipnotizante. Pero cuando te enfrentas a un escenario no tan reducido, sino a una sala de conciertos de gran tamaño o a un escenario al aire libre el sonido puede diluirse y no ser el adecuado ni para tu escucha ni tampoco para el público. Por suerte existen los amplificadores, para que el sonido de la guitarra sea el mejor en esos espacios que no están hechos para ella.
Formas básicas de amplificación
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El amplificador tiene un objetivo claro: conseguir un mayor volumen para el sonido de tu guitarra. Los preamplificadores suelen ser bastante usados por los profesionales, ya que puede tener una conectividad externa o incluso ir integrado en la guitarra acústica. De esta manera se conecta la guitarra con el sistema de grabación o amplificación con el que se vaya a tocar para conseguir el volumen deseado.
¿Con qué más se puede amplificar una guitarra de la forma más profesional? Pues con un piezoeléctrico, que así de primeras probablemente no sepas qué es, pero es muy frecuente su uso en las guitarras acústicas, y normalmente se coloca debajo del puente para que no se note demasiado. De esta manera consigue transmitir la vibración de las cuerdas por un precio bastante reducido, aunque su sonido no siempre es el mejor, ya que su principal inconveniente es que en muchas ocasiones ofrece un sonido de menor calidad al que realmente puede generar la guitarra.
Mecanismos más discretos
Luego nos encontramos con el fonocaptor magnético, que se coloca justo bajo las cuerdas y se conecta a un preamplificador o a aun amplificador. De esta forma es capaz de generar una señal gracias a sus imanes al notar la vibración de las cuerdas. Suele ser muy utilizado porque es bastante cómodo, pues se monta y se desmonta con gran facilidad sin dañar la guitarra. Aún así tiene dos inconvenientes que hay que tener muy en cuenta. El primero de ellos es que, al igual que el piezoeléctrico, la mayoría de las veces su sonido no es el de mejor calidad, pero no solo eso, ya que no todas las cuerdas sirven, solo las metálicas, por lo que las clásicas o de nylon no funcionarán con este mecanismo de amplificación.
Los transductores son otro de los principales mecanismos para la amplificación del sonido de cualquier guitarra acústica o española y, aunque estéticamente sean muy similares a los piezoeléctricos, al ser discos de cerámica que se distribuyen por el cuerpo o la caja de la guitarra. Lo más destacable es que, al conectarlo al amplificador, su sonido es mucho más fiel al acústico de la guitarra que los métodos anteriores.
El micrófono, un valor seguro
También se puede optar lo más mítico, un micrófono que capte el sonido. Este se enfoca hacia el agujero de la guitarra y es bastante utilizado por comodidad y porque, en general, ofrece un gran sonido y los matices de la guitarra. Aún así, hay que tener cuidado para evitar que capte ruidos o acoples que estropeen su sonido. Y si en la actuación hay movimiento no es, para nada, la mejor opción, ya que el micrófono, al estar estar estático, hace que si te mueves pierdas el sonido.
Por su parte, existen los sistemas híbridos, es decir, combinar algunos de los mecanismos que te hemos mostrado para conseguir el mejor sonido que haga justicia a la guitarra, aunque a muchos usuarios les tira para atrás porque es un sistema más caro y con cierta complejidad a la hora del montaje.
Estos son los diferentes sistemas de amplificación que existen para las guitarras acústicas o españolas, cada uno mejor para un escenario u otro, con sus pros y sus contras, claro está. Pero más allá del mecanismo también hay que tener en cuenta el amplificador al que se conecta. Muchos grupos profesionales se llevan los suyos propios, pero una gran mayoría utiliza los que tienen a su disposición las salas de conciertos o de actuaciones. Así que ya ves que algo que podría parecer sencillo no lo es tanto, pues hay muchos detalles que se deben tener en cuenta para conseguir el sonido perfecto y que el público disfrute al máximo.