Tener un instrumento musical y usarlo de forma frecuente es casi como tener una mascota, necesita cuidados si quieres que su sonido se mantenga y la infraestructura no sufra daño alguno. La guitarra se podría decir que es uno de los instrumentos más utilizados, al menos en España, algo que no es extraño al ser muy habitual en la ayuda de la composición o creación de melodías. Pero como siempre, puede haber algún que otro desperfecto o desgaste que necesite que el instrumento requiera de una reparación. Puede que tú tengas ciertos conocimientos que detecten que algo no va bien pero no sepas qué hacer, y ahí es donde entra el luthier.
Pero, ¿qué es un luthier? Pues no es más que un profesional que se encarga de la construcción y la reparación de instrumentos de cuerda, tanto frotada como pulsada, por lo que abarca un amplio abanico de instrumentos, desde guitarras clásicas o eléctricas, hasta violines, contrabajos, ukeles o arpas. Un cambio de diapasón, una rotura de cualquier parte… Estos son algunos de los casos en los que más se suele recurrir al luthier, casos algo extremos en los que para la mayoría de usuarios no les queda otra que pasarse por su taller.
Pero muchas veces los fallos o los desperfectos no se notan tanto o son más invisibles a los ojos. Por ejemplo, puede que por mucho que afines las cuerdas el sonido no termine de convencerte, sigue sonando algo desafinado y ya no sabes qué hacer. Puede que algo esté pasando en el instrumento, por lo que una visita al luthier no vendría nada mal para ver qué es lo que está fallando, hasta puede que encuentre algún que otro desperfecto más que ni siquiera habías notado a pesar de usar tu guitarra prácticamente cada día.
Uno de los motivos que más preocupan en un instrumento es, obviamente, la afinación. Es normal que con el uso tengas que afinar las cuerdas de vez en cuando, es prácticamente rutinario y tu oído ya está hecho al sonido de tu instrumento. El problema viene cuando la desafinación es muy recurrente, las cuerdas se desafinan con facilidad, por lo que algo pasa y el especialista puede ayudarte a detectar lo que ocurre y arreglarlo. Siguiendo con las cuerdas, muchas veces pasa que las cuerdas están muy altas y apretarlas para dar las notas se convierte en una odisea, puede que sea problema del diapasón o de las propias cuerdas, pero ante la duda el luthier sabrá que hacer.
Los trastes también pueden traer algunos problemas, ya que es una zona con constante contacto, por lo que tanto el diapasón como los trastes se pueden ver desgastados y afectar al funcionamiento de las cuerdas al ofrecer ruidos más metálicos que no son, para nada, los que se buscan al tocar la guitarra.
Con el tema de cada cuánto visitar al luthier todo depende mucho de las circunstancias. En general se recomienda pasarse para hacer una revisión una vez al año y comprobar que todo está correcto o necesita algún que otro ajuste. Aún así, el uso tiene mucho que ver, ya que cuanto más uso más probabilidades de desgaste, aunque si no se le da demasiada utilidad también puede sufrir las consecuencias. Por eso guardarla siempre en buenas condiciones es lo más óptimo para conservarla de la mejor forma. Y ojo con el clima, dependiendo de la madera el calor o el frío afecta de forma distinta, por lo que puede que según la estación notes ciertos cambios en el sonido, así que una revisión por parte del luthier no vendría nada mal.
Aunque seas músico profesional, la ayuda en tus instrumentos de cuerda para conservarlos de la mejor forma y mantenerlos es más que necesaria, así que el luthier puede convertirse en tu mejor aliado para que las cuerdas no fallen en ningún momento.