Aunque los discos en formato físico estén agonizando, hay un elemento que está lejos de marcharse de este mundo: las portadas o carátulas. Son un elemento promocional imprescindible. Quizás, por eso, hay artistas que no han dudado en prestar su imagen y someterla a lo más disparatado, lo más estrambótico o lo más chusco.
Hay de todo, desde una chica en posición de perrito con una trompeta y un señor que dirige un corno francés hacía su trasero hasta una señora en el baño de su casa en pleno acto de defecación. Sí, un tanto grotesco; casi como una visita a un museo de lo horrores. En el vídeo te invitamos a ver una galería que no te dejará indiferente. No debes tener miedo; vas a divertirte. Eso sí, espérate cualquier cosa.
La portada de un disco ha sido el mejor ejemplo gráfico de la cultura popular desde los años 50. Ilustradores, diseñadores gráficos, directores de arte y fotógrafos han saltado a la fama por haber creado míticas portadas de discos. A estas alturas, ya deberíamos saber que la elección de la carátula puede ser un pasaporte para forjar la leyenda de un músico o ser un billete directo al abismo.