Miguel García, profesor de piano para mayores de 50: "Tienen muchas ganas de aprovechar la vida"

  • Miguel García es pianista y ofrece clases de piano online a adultos, tanto de mediana edad como mayores de 80

  • Muchos llegan a dar clases ahora porque siempre lo habían aplazado y ahora no tienen ningún impedimento

  • "El piano permite ejercitar muchas actividades cerebrales como la memorización, la lógica o la coordinación"

Tocar el piano es un placer tanto para el que toca como para el que escucha, un instrumento que muchas veces se ve inalcanzable porque no todos tenemos uno en casa o se cree que por edad ya no es posible. Pero no tiene por qué ser así. Esto bien lo sabe Miguel García, pianista que desde hace tres años se dedica exclusivamente a la enseñanza de piano, pero no de cualquier forma, ofrece formación online para adultos de todas las edades, desde los de 50 que se animan a tocar el piano hasta alumnos de 80 que desean retomar su afición de la infancia.

La pandemia supuso un punto de inflexión para Miguel García, pero antes ya había desarrollado una aplicación para estudiar piano "pensada como un complemento a la enseñanza en la escuela de piano que tenía en aquel momento. La enseñanza online siempre la había tenido en mente porque era consecuencia natural de lo que estaba desarrollando".

Con este tipo de enseñanza el pianista señala que proporciona a los alumnos "todas las herramientas de aprendizaje con las que siempre soñé tener para mí. Siempre me ha gustado la enseñanza y siempre he tenido un gran interés por el proceso de aprendizaje y cómo se puede mejorar". ¿Cómo se adaptan los mayores de 50 y 80 años a las clases online? ¿Qué les motiva a empezar? Miguel García nos da las respuestas a partir de su propia experiencia.

PREGUNTA: ¿Su canción favorita para tocar? ¿Y para enseñar?

RESPUESTA: La música que más me llega es la del periodo del Romanticismo, especialmente Chopin. Me parece que recorre todas las pasiones a través de su obra. También me fascinan Mozart y Rachmaninov, cada uno en su estilo. Por otra parte, me atrae mucho la música latina, especialmente la argentina y la cubana. Para enseñar, lo miro de una forma muy profesional y, realmente, enseño igual un estilo que otro.

P: Muchos alumnos son mayores de 50 años, ¿cómo se adaptan a este tipo de clases por Internet? ¿Qué características comunes suelen tener?

R: Se adaptan magníficamente. La mayor parte de las personas que contactan conmigo para aprender a tocar el piano online se manejan perfectamente en Internet. Por supuesto que no son nativos digitales, yo tampoco, pero todos llevamos un mínimo de 10 años utilizando el teléfono móvil para cualquier cosa y estamos perfectamente preparados para usar Internet sin ningún problema. Lo que más me llama la atención es ver las ganas que tienen de aprovechar la vida. Si alguien piensa que las personas de 80 años están en decadencia está totalmente equivocado.

Tocar el piano a los 80

P: ¿Hay diferencias entre dar clases a niños o adolescentes con darlas a adultos?

R: Para mí hay dos diferencias fundamentales. El 90% de los niños que estudian piano lo hacen sin un gran interés, es una actividad más. En cambio, todos los adultos que estudian piano lo hacen porque lo desean enormemente. Y la otra gran diferencia es que los adultos estudian muchísimo más que los niños.

P: ¿Cuál es la persona de más edad a la que ha dado clases de piano?

R: Actualmente tengo un alumno de 85 años y varios rondando los 80. Algunos de ellos ya habían estudiado piano hace muchos años, incluso habían sido profesionales, pero otros parten de cero absoluto.

P: ¿Qué les motiva a lanzarse a tocar el piano en plena madurez o, en algunos casos, a los 80?

R: Creo que el motivo principal es que se dan cuenta de que es posible. Es una idea que han ido aplazando continuamente en su vida, por los estudios, los niños, el trabajo, etc. Ahora ven que ya no tienen ningún impedimento de esos.

P: ¿Vienen de nuevas, sin saber nada, o ya con conocimientos previos del piano?

R: Mas o menos en la misma proporción, 50 y 50. De los que ya saben algo cuando empiezan conmigo, hay dos grupos: los que aprendieron algo de niños, pero luego lo dejaron, y los que son autodidactas y llevan unos años aprendiendo solos.

P: ¿Qué te sorprende de ellos al verlos tocar, aprender y progresar?

R: Lo que más me sorprende es el poco progreso que han conseguido los autodidactas durante el periodo que han aprendido solos, por eso insisto tanto en la necesidad de tener a alguien que te dirija y corrija, es una pena tanto esfuerzo desperdiciado. Y otra cosa que me llama mucho la atención es ver cómo, los alumnos con menos cualidades a priori, cuando trabajan de forma constante, van superando todas las dificultades y progresando continuamente.

P: ¿Es satisfactorio conseguir que alguien toque el piano al cabo de pocos meses?

R: Por supuesto, aunque el esfuerzo no lo pongo yo, lo pone cada uno de los alumnos. Los que realmente deben sentirse orgullosos son ellos. Yo solo intento facilitarles el aprendizaje en todos los aspectos que sé que les pueden suponer una barrera e intento ayudarles a superarlas, tanto técnica como psicológicamente.

Los beneficios del piano

P: A determinada edad aparecen patologías que afectan a la movilidad de las articulaciones y, por tanto, a la agilidad de los dedos, ¿cómo se enfrentan a ello? ¿Ofrece el piano beneficios en este aspecto?

R: Para mí, lo importante es adecuar lo que les voy pidiendo a los alumnos. Por eso, la edad de cada alumno es un dato que siempre tengo presente. En cuanto a la agilidad, existen piezas para cualquier grado de agilidad, no tiene por qué ser un virtuoso. Lo importante es que cada uno conozca sus posibilidades y disfrute de todo el abanico de piezas que tiene a su disposición, sin intentar abordar piezas que probablemente no estén a su alcance.

Se han hecho investigaciones científicas sobre la influencia de la música en nuestro cerebro y algunas de ellas afirman que la música de piano en concreto produce efectos beneficiosos en el tratamiento de diferentes enfermedades como el alzhéimer, la demencia o la depresión. Escuchar o interpretar música al piano alivia –además de corregir la ergonomía–, el dolor agudo y crónico, el estrés relacionado con el trabajo, la ansiedad y la fatiga, así como la probabilidad de padecer hipertensión.

El 'uso' del cerebro hace que se deteriore menos, o más lentamente. En base a esta idea, el piano permite ejercitar muchas actividades cerebrales como la memorización, la lógica, la coordinación y otras muchas.

P: ¿Ayuda el piano a mantenerse en forma? ¿Y a ser más feliz?

R: A ser más feliz, seguro que sí. Para la mayoría de mis alumnos el estudio del piano es algo realmente importante en sus vidas y pensando en los mayores no es tan fácil tener entre manos un proyecto tan bonito como aprender a tocar el piano. Les hace esforzarse y disfrutar de los logros. Es algo muy sencillo, pero me llena de satisfacción cuando voy a enviar un WhatsApp a un alumno y veo que ha incluido un piano en su foto del perfil.

P: ¿Cómo definiría el placer que produce en el cuerpo la música?

R: La música es capaz de generar unas emociones que difícilmente se consiguen con otras artes. Para mí, la diferencia que hay entre un aficionado a la música y un intérprete de un instrumento musical es la misma que hay entre ver una película de amores, o estar uno mismo enamorado.