El covid19 nos ha transformado a todos. Yo tengo la sensación de que hemos evolucionado casi al mismo nivel que cuando el primer pececillo salió del mar hacia la tierra y empezó a arrastrase en un medio completamente desconocido.
Y en esa extraña evolución de repente hay humanos que se han ido especializando en cosas tan dispares como correr y hacer ejercicios en el salón como si no hubiera un mañana (ejem), llenar carros del super con papel higiénico, pasear compulsivamente al perro (que en el futuro sufrirá de incontinencia in-house) o cantar desde el balcón. Bueno, pues dentro de esta última especialidad yo creo que la cosa va a involucionar, porque la expresión del cantar es un espejo el alma, y esto va a ir para abajo. Y sino, tiempo al tiempo (de cuarentena).