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Gibson o cómo el fabricante de guitarras de Bob Marley o John Lennon se salvó de la quiebra en plena pandemia

  • La mítica y famosa marca de guitarras Gibson ha estado a punto de desaparecer, pero la pandemia la salvó

  • Los confinamientos nos permitieron dedicarnos a nuestras aficiones y sus ventas se dispararon por sorpresa

  • Tras algunas inversiones fallidas en los últimos años, en 2018 casi quiebra hasta que una compañía compró la empresa

La pandemia ha sido una especie de pesadilla para el comercio, incluso para los más grandes, aunque siempre hay alguna excepción. Si eres un amante de la música seguro que te suena el fabricante de guitarras Gibson que ha ofrecido instrumentos a estrellas de la talla de Bob Marley, John Lennon. Visto así, parece que la rentabilidad de la firma de guitarras es incuestionable, pero lo cierto es que hasta hace solo unos meses estuvo al borde de la quiebra y de desaparecer por completo, aunque contra todo pronóstico, la pandemia fue su salvadora.

La inversión que les lastró

Pero todo esto tiene una historia que viene de años atrás. En 2014 Gibson adquirió el departamento de audio y vídeo de Philips con el objetivo de convertirse en una de las empresas de sonido más grandes del mundo, una operación que le costó 135 millones de dólares. Pero los sueños cayeron en saco roto y esa gran inversión se volvió en contra de la compañía.

Las ventas de guitarras llevaban bajando y bajando desde hacía años y, pese a intentar por todos los medios la buscar la rentabilidad, la compra de la división de Philips les lastraba aún más y ya tenían un pie en la bancarrota. Aún así, Gibson sigue siendo una marca atractiva y de renombre con una gran historia a sus espaldas, por lo que su desaparición era un fiasco para el mundo de la música.

Nueva gestión, nuevo rumbo

De esta manera, la compañía KKR que se encarga de la administración de fondos de inversión compró Gibson en 2018, un momento en el que su deuda alcanzaba alrededor de 500 millones de dólares, poniendo a los mandos de la empresa a James Curleigh, que se centró en la fabricación de guitarras. Simplificó las colecciones y creó la Custom Shop para la personalización de las guitarras de los clientes y probar nuevos prototipos, un cambio de rumbo a sus orígenes que fue alabado por la prensa musical con la que consiguió una leve recuperación.

Y la pandemia nos hizo tocar

Pero entonces llegó la pandemia provocada por la covid-19 y, cómo le ocurrió a la mayoría de compañías, su producción se frenó en seco. Lo que no esperaban es que entonces llegase un repunte en la venta de guitarras. "Durante el confinamiento la gente ha aprovechado para hacer las cosas para las que nunca tuvo tiempo, como tocar la guitarra", contó Curleigh sobre el inesperado crecimiento de sus ventas y también en los usuarios de su aplicación móvil, destinada para aprender a tocar la guitarra.

Ahora que la vacunación está avanzada en Estados Unidos, sus fábricas han vuelto a la actividad normal e incluso han aumentado la mano de obra ante una demanda que ha crecido. Además, han adquirido la marca de amplificadores Mesa Boogie para mejorar aún más sus instrumentos. Ahora solo queda que el buen rumbo se mantenga y la caída del 2014 no vuelva a repetirse.