La unión de Pau Donés con sus oncólogos que les llevó a tocar juntos: "Nunca reprochó nada a la vida"
Hablamos con Pedro Barrios, jefe de Oncología que trató a Pau Donés, y Domenico Sabia, el cirujano oncólogo que le operó: "Con Pau ya no era relación convencional de médico y paciente, ni de amigo. Nuestra relación iba más allá."
Pedro Barrios, jefe de Oncología que trató a Pau Donés, y Domenico Sabia, cirujano oncólogo que le operó, hablan con Uppers sobre el músico
La buena actitud y la empatía hicieron de su relación algo especial, beneficiosa además como referente para otros pacientes
Pau Donés se ganó a sus doctores desde un primer instante. Pedro Barrios, jefe de Oncología del Hospital Moisés Broggi de Sant Joan Despí (Barcelona), recuerda que se presentó en consulta con su habitual aspecto y el aire desenfadado, pero respetuoso: "Doctor, soy Pau, supongo que ya sabe de mí. Sé todo de este 'cangrejito cab…'", le dijo refiriéndose a la imagen grabada que llevaba impresa en su camiseta. Y a continuación sentenció: "Entre todos ustedes y yo, le ganaremos". A estas palabras le siguió, según relata el médico, "un interminable listado de compromisos, intenciones profesionales y un sinfín de ilusiones personales que se había obligado a llevar a cabo y estaba convencido de que realizaría".
Médico y paciente contra el 'cangrejo'
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Desde ese momento, la palabra del oncólogo fue tan valiosa como su propia mano para ejercer el arte de la medicina. No todos los pacientes son iguales ni las circunstancias a veces lo facilitan, pero cuando nace este tipo de empatías personales entre el enfermo y el médico aparece, dice Barrios, "un plus positivo, siempre que ambas partes mantengan sus compromisos de base. Por parte del médico, su profesionalidad. Del paciente, la confianza y el respeto a las decisiones facultativas".
Pau llamó cangrejo a su tumor y no andaba desorientado. El origen etimológico de cancri, que significa cangrejo, lo utilizó Hipócrates para nombrar la masa anormal de tejido que a simple vista se presenta con una especie de patas similares a las de este crustáceo.
Su actitud fue de agradecer teniendo en cuenta que tenían por delante un proceso largo y complejo. Barrios reconoce que no puede presumir de una gran amistad con Pau, pero sí entablaron una relación muy especial. "No hizo ningún reproche a la vida ni mostró dudas sobre el camino a seguir. Sí un inmenso respeto y consideración a todas las personas que estaban junto a él. Fue su carta de presentación y una actitud que mantuvo siempre y que no abandonó ni en los peores momentos de su enfermedad", asegura.
Este oncólogo no fue el único en percatarse de la personalidad del cantante como paciente y como ser humano. "Quienes tuvieron la suerte de conocerle pueden dar fe de la innata, y también trabajada, capacidad de seducción que poseía. Es uno de esos bienes que a algunos afortunados les regala la vida. Funcionó conmigo, con los miembros de mi equipo y con todos los sanitarios que le trataron".
La relación "interhumana" con Doménico
Entre ellos, Domenico Sabia, el carismático cirujano oncólogo italiano que le operó de su cáncer de colon. A él le cuesta más romper el silencio de su duelo, pero aun así resume en pocas palabras su conexión con el vocalista de Jarabe de Palo: "Con Pau ya no era relación convencional de médico y paciente, ni de amigo. Nuestra relación iba más allá. Había una relación interhumana y una conexión que solo puede darse cuando hay amor fraterno".
Sabia y Donés, médico y paciente, conectaron hasta el punto de formar un dúo humorístico con miles de seguidores en las redes sociales. Vestían camisetas con mensajes y compartían escenas como esa en la que Sabia entra en la habitación con un gorro de chef para preguntarle cómo se ha portado y compartir con él un desayuno de jamón ibérico.
Juntos dieron un concierto en el auditorio del hospital en el que el doctor interpretó con Pau algunos de los temas más emblemáticos de Jarabe de Palo. La fiesta acabó en la cafetería con La Flaca. Fue un regalo para todos los trabajadores del centro.
Cualquier momento era oportuno para compartir su arte
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Con él colaboró también en la lucha contra la Covid-19 donando, hace solo un mes, 2.500 mascarillas.
"Hemos vivido momentos intensos, felices, difíciles e inolvidables hasta el último suspiro", concluye Sabia.
"Pau Donés -explica Barrios- es un claro ejemplo de lo difícil que puede resultar a los médicos mantener esa distancia que la profesionalidad parece reclamar para ser bien ejercida. Entraríamos en estériles discusiones filosóficas sobre si en nuestra profesión prevalece lo humano o si es el éxito frente a la enfermedad el objetivo. Personalmente, la respuesta es muy simple: se pueden abordar ambos objetivos. Además, existen situaciones que por diversos motivos o circunstancias no puedes, emocionalmente, desvincularte". Admite que, cuando esto ocurre, se añade un peso al trabajo del médico que se contempla como una parte más de nuestra profesión.
Aunque es discreto y poco dado a hablar con los medios de comunicación más allá de su éxito en casos extremadamente complicados de cirugía abdominal, la trayectoria vital de este médico alicantino destaca precisamente por sus gestos de humanidad, solidaridad y entrega a los pacientes, como mostró durante su estancia como voluntario en Etiopía durante la guerra con Eritrea. Es consciente de que la medicina no es siempre una ciencia exacta, "pero el componente humano puede rellenar en muchos casos las debilidades del conocimiento".
El legado de Pau
Y así procedió con Pau Donés. Para él su legado es valioso. Como ser humano, como paciente, como músico. Las canciones de Jarabe de Palo formaron parte de la banda sonora de su vida, como la de tantos millones de personas, y le agradece tantos y tantos minutos de subidón que le dieron sus canciones. Eso y sus insaciables ganas de comerse la vida, así como su coherencia, va a perdurar en su recuerdo.
"Del Pau Donés amigo, me queda su enorme respeto personal y profesional a nuestra relación. También su disponibilidad ante cualquier sugerencia de compromiso y reconocimiento al personal sanitario". Barrios menciona como ejemplo la canción dedicada a los ángeles (enfermeras) "inspirada en el poco y escasamente valorado trabajo de este colectivo y que él reconoció durante sus ingresos hospitalarios. Es un legado eterno".
Ilusión por la vida
A Barrios le queda, finalmente, el recuerdo de un enfermo ejemplar que ha hecho sentir a todos los profesionales de la salud importantes, necesarios y útiles en su vida. "Su ilusión por la vida y agradecimiento por lo vivido hasta, literalmente, el final junto a su entereza ha sido ejemplar".
Y, por encima de todo, destaca su compromiso en la lucha contra ese "cangrejito cab…": "La visualización continua de su enfermedad ha ayudado a desmitificar lo demoniaco que se percibe del cáncer. También las múltiples donaciones surgidas de sus actuaciones en beneficio de los hospitales ayudarán a conocer y tratar mejor al adversario que se lo llevó pero que no le ganó". Tanto Barrios como Sabia comprendieron a Pau y sintonizaron con él. Fue el modo de mitigar las frustraciones o miedos de su paciente y un ejemplo del tono humano en ese encuentro entre médico y paciente ante una situación tan difícil de manejar donde la destreza humana es tan importante como el dominio de la medicina.