De suicidios que parecieron asesinatos a la leyenda de Elvis vivo: cinco misterios de la historia (maldita) del rock

¿Qué convierte a un músico en leyenda? La historia del rock está plagada de episodios, anécdotas e incluso teorías descabelladas que suman misterio e interés a los nombres propios que la protagonizan. ¿Es casual la muerte de muchos artistas a los 27 años, dando lugar incluso a un peculiar club? ¿Se esnifó Keith Richards las cenizas de su padre? ¿Por qué hay canciones de rock que incitan al suicidio? ¿Sigue vivo Elvis Presley? A esto responde Javier Ramos en su libro, Historia maldita del rock (Ed. Luciérnaga), donde recopila "todos los sinsabores y aspectos menos conocidos que grandes grupos y artistas nos han legado desde que el rock es rock" y que forman parte del acervo cultural de unas cuantas generaciones.

"El negocio del rock and roll es cruel y realista. Las estrellas de la música son víctimas de todos los vicios que la sociedad, enloquecida por el dinero y el poder, ha cultivado durante siglos. Todo ello no resta valor a su música, aunque sí permite contemplar a las estrellas como ejemplos fascinantes de los efectos del éxito y del fracaso”", explica a Uppers. Recopilamos seis misterios que han marcado la historia (maldita) del rock.

Empezamos adentrándonos en el luctuoso Club de los 27, integrado muy a su pesar por artistas de la talla de Jimi Hendrix (ahogado en su propio vómito tras un exceso de drogas), Jim Morrison (ex cantante de los Doors), Janis Joplin o Kurt Cobain, líder de Nirvana. Sus vidas de excesos y desenfreno vieron su fin a esa tierna edad, en lo más alto del éxito y con un prometedor futuro por delante. Sus muerte prematuras los consagraron definitivamente como auténticas leyendas del rock. Y con unos óbitos rodeados de misterios, enigmas y conjeturas.

Es el caso de Kurt Cobain. Tras su muerte, hace 26 años, se dispararon las hipótesis. A pesar de que las policía de Seattle concluyó tras 200 horas de investigación e interrogatorios a familiares y amigos, que el cantante de Nirvana se había suicidado de un tiro y dejando una nota póstuma en la que explicaba que lo hacía porque "se me ha acabado la pasión y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente". Basta con darse un rodeo por internet para localizar opiniones disidentes que no han cesado tras este cuarto de siglo. Algunas especulan con que la nota que dejó no parecía anunciar su suicidio, sino más bien que dejaba la banda.

Según recoge en el libro Javier Ramos, al líder y guitarrista de Led Zeppelin le acompaña la sombra de la duda, ¿cómo alcanzó la fama el éxito tan rápido? "Se dice que Page era todo un erudito en las artes satánicas y que se había granjeado el favor del mismísimo diablo para disfrutar de un éxito y una fama sin precedentes". Cierto o no, en su primer año, Led Zeppelin pasó de la nada a la cima del rock. Todo esto provocó que comenzara a hablarse de un posible pacto con el diablo, de la afición de Page por el ocultismo y de la imposibilidad de que fuera normal un ascenso tan veloz. ¿De veras oficiaban misas negras en los camerinos? ¿Habían coqueteado con la magia? ¿Practicaban el canibalismo ritual?

A la banda entre las bandas es imposible librarla de todo tipo de teoría oscuras que engrosan el mito. El fenómeno fan se inauguró con ellos y también la fantasía. "Los Beatles no podían faltar a la cita. Del cuarteto de Liverpool se comenta que la letra de su canción Helther Skelter influyó en la perturbada mente del satánico Charles Manson para que ordenara ejecutar el asesinato de la actriz Sharon Tate en 1969", escribe Ramos.

Otra de las grandes leyendas urbanas del rock que acompañan su accidentada historia es la que asegura que Paul McCartney falleció en un accidente de tráfico en 1966 y desde entonces le reemplazó un doble -un tal William Campbell- que a día de hoy sigue componiendo y cantando tan bien como él. "El disco Abbey Road, al parecer, está plagado de pistas acerca del óbito del Beatle guapo", cuenta Ramos. La teoría que abrazan estos beatlemaníacos aficionados al misterio cuanta con nombre propio (PID, Paul Is Dead) y se remonta al 67 y ha sido relanzada incansablemente con nuevas supuestas pistas desde entonces. La última vez en 2010, cuando Wired publicó los estudios antropométricos realizados por Gabriella Carlesi y Francesco Gavazzeni, supuestos forenses italianos, que concluían que las imágenes publicadas de Paul McCartney entre 1966 y 1967 correspondían a dos personas diferentes.

"Si los Beatles no son tan inocentes como parecen, los Rolling Stones sí hacen (y siguen haciendo) alarde de su rebeldía, gamberrismo y su relación con el mundo del ocultismo", apunta Ramos. "De la canción Sympathy for the Devil algunos piensan que fue compuesta por los británicos como un canto al Maligno, donde Mike Jagger encarnaría la figura de un Satanás chulo y exitoso después de haber vendido su alma. E incluso en el disco Their Satanic Majesties Request, una respuesta al Sgt. Pepper’s Lonely Heart Club Band de Los Beatles, los Stones hacen un amplísimo alarde de conocimientos nigrománticos. Se dice que Jagger y Keith Richards fueron iniciados en la Magia Negra por Aleister Crowley, un famoso ocultista de los años sesenta del pasado siglo".

Quizá la leyenda urbana de la historia del rock más difundida -y más pintoresca- sea aquella que dice que Elvis Presley sigue vivo. Nada más lejos de la realidad. Aseguran que lo han visto en numerosas partes del mundo, sobre todo en su país de origen e incluso ¡conduciendo un camión en Australia!. "Su muerte por exceso de drogas y adicción a la comida basura está rodeada de un halo de misterio, pues al parecer se quiso quitar del primer plano mediático con la mismísima ayuda del FBI y el Gobierno de Richard Nixon. Lo que más resulta sorprendente es que, a día de hoy, más de 15 millones de estadounidenses sigan convencidos de que el rey del rock continúe coleando entre nosotros", concluye el autor de Historia maldita del rock.