Bajar sin complejos del tacón al zapato plano: la incansable lucha de Madonna contra su lesión de rodilla
La cantante ha tenido que cancelar varias actuaciones de su Madame X Tour a causa de un desgarro de cartílago
Seis horas diarias de rehabilitación y el destierro definitivo de los zapatos de tacón, entre las medidas para recuperarse
"Hoy puedo ver que incluso esta muñeca rota unida con cinta adhesiva y pegamento, necesita permanecer en la cama y descansar durante unos días", ha escrito en sus redes
Madonna continúa su incansable lucha contra su rodilla. Lesionada desde noviembre a causa de un desgarro de cartílago, la icónica artista acarrea a sus 61 años una serie de desencuentros sobre los escenario en los últimos meses de su Madame X Tour. El pasado domingo volvía a cancelar uno de sus conciertos, que iba a tener lugar dentro de la serie de actuaciones consecutivas que la artista está llevando a cabo en el Grand Rex de París desde el 22 de febrero hasta el día 11 de este mes. A su lesión, se sumaba el incidente que había tenido en el mismo teatro el jueves anterior: se había caído y tuvo que anular la actuación entre lágrimas de impotencia. "Tengo mucho dolor [...] pero no quiero vuestra lástima. Fui yo quien quiso hacer esta gira y la terminaré sin importar qué", sentenciaba.
Esta se sumaba a otra serie de cancelaciones que Madonna ha llevado a cabo desde que empezó su frenética gira. Cuando tuvo que hacer lo propio en Londres a causa del dolor, recurrió a su propio Instagram para dar explicaciones a sus fans: "Como sabéis, tengo múltiples lesiones y he tenido que cancelar espectáculos para darme tiempo y recuperarme. Para que no pille por sorpresa, quiero haceros saber de antemano que cancelaré dos shows, el 4 y el 11 de febrero en el Palladium de Londres, porque hacer tres seguidos es demasiado para mi cuerpo. De hecho, mis médicos insisten en que me tome un día libre después de cada show, ¡pero creo que puedo hacerlo si hago dos y luego descanso!", contaba. Desde el incidente en noviembre son varias las ocasiones en las que la cantante ha recurrido a la ayuda de un bastón o un brazo amigo para hacérselo más fácil.
Recuperarse tras un desgarro de cartílago a los 61
"Es un milagro que haya llegado hasta aquí, pero mucho tiene que ver con el hecho de que hago seis horas de rehabilitación todos los días. Tres horas antes del espectáculo y tres después con múltiples terapias", compartía. Otro de los cambios definitivos que ha abrazado en esta odisea tratando de ponérselo más fácil (sin perder su esencia) ha sido el calzado. Madonna ha desterrado el tacón demostrando que no son, ni mucho menos, la única vía para pisar fuerte sobre el escenario: "He cambiado a zapatos planos y he modificado las partes difíciles del espectáculo. Esto ha ayudado enormemente, pero todavía tengo que tener cuidado y, por supuesto, descansar es la mejor medicina".
"Con este tipo de lesión, lo que la rehabilitación busca es que no se pierda la movilidad y proteger la rodilla con una 'rodillera' natural", explica José Antonio López Trigo, médico geriatra y ex presidente de la SEGG. Según el doctor, es habitual que al lesionarse la rodilla, la lesión condicione también a otras partes del cuerpo, como las múltiples lesiones a las que alude Madonna en sus mensajes. "Afecta a la cadera porque al andar cojeando por el dolor se tiende a sobrecargar la cadera, la columna y la otra rodilla". Por eso la ayuda de un bastón de descarga, como ha adoptado la cantante, es clave. Como apunta el geriatra, prescindir de los tacones es también una necesidad en estos casos: "No se deben usar hasta que no se haya recuperado del todo". Teniendo en cuenta también el factor edad -la artista tiene 61 años-, López Trigo advierte: "Ahí lo fundamental es tratar de evitar que la rotura del cartílago no precipite o acelere el desarrollo de una artrosis, para la que hay más riesgo a partir de esas edades".
Encontrar el término medio
A estas alturas de su carrera, ¿quién va a cuestionar las aptitudes y actitud de Madonna? De nuevo recurriendo a su cuenta de Instagram, la estadounidense reflexionaba sobre la dificultad de lidiar con la presión autoimpuesta de no decepcionar a una legión de fans y escucharse y cuidarse. "Aquí estoy. De carne y hueso. Si las rodillas no se lastimaran, ni el cartílago se desgarrara, si nada doliera y las lágrimas nunca cayeran de nuestros ojos... Pero por desgracia lo hacen y doy las gracias a Dios por este importante recordatorio de que somos humanos", escribía.
"Me caí hace dos noches en el escenario cuando una silla fue literalmente sacada de debajo de mí por error y aterricé en el piso con el coxis. Anoche actué, pero solo porque odio decepcionar. Sin embargo, hoy puedo ver que incluso esta muñeca rota unida con cinta adhesiva y pegamento, necesita permanecer en la cama y descansar durante unos días para que pueda terminar el recorrido con una sonrisa en su rostro y de una sola pieza". Una lección definitiva de cómo encontrar el equilibrio perfecto entre mantenerse fiel a una misma sin renunciar a los cuidados y de que quitarse los tacones no es sinónimo de perder altura.