Madrid se rinde a la ternura de Sabina explicando su caída en silla de ruedas: "Me he dado un golpe muy fuerte"

  • Joaquín Sabina ha sufrido un fuerte golpe en el hombro tras caer del escenario en pleno concierto de Madrid, durante la gira 'No hay dos sin tres' con Joan Manuel Serrat

  • El músico ha salido al escenario en silla de ruedas a explicar lo sucedido, disculparse con el público y anunciar la suspensión del concierto

  • Sabina ha emplazado a los presentes a una nueva cita, en mayo, para repetir el concierto

Tenía que ser en Madrid, la ciudad que le ha dado todo, que moldeó su carácter y que, de vez en cuando, le da una pequeña bofetada para recordarle que el amor duele. Un tropiezo hacía perder el equilibrio a Sabina y caer del escenario cuando daba un concierto junto a Joan Manuel Serrat en el Wizink Center. Pasado un rato, el propio Sabina salía al escenario en silla de ruedas a explicar lo sucedido. Un momento que rindió al público ante la ternura y la honestidad de sus palabras. "Estas cosas solo me pasan en Madrid, lo siento muchísimo. Me he dado un golpe muy fuerte en el hombro que me duele mucho y me hace que tengamos que suspender por todo el dolor". El cantante ha sido operado con éxito por un hematoma intracraneal.

La historia de los conciertos de Joaquín Sabina en Madrid en los últimos años es la del capitán de barco contra la tormenta, empecinado y valiente. En 2015, le explicaba a Carles Francino en La Ser, hablando de la gira '500 noches para una crisis' (por los 15 años de '19 y 500 noches'), que era un álbum tan especial porque era el último que pudo hacer a la vieja forma: escribiendo cuatro días sin dormir, encerrándose 24 horas con los músicos… "Después de eso me hice más doméstico", le decía. ¿Doméstico? Más de 20 años después, Joaquín ha seguido fiel a ese pulso que le lleva una y otra vez a subirse al escenario. Contra la edad, 71 cumplía ayer, y contra la lógica de los achaques. Precisamente en aquella gira de '500 noches para una crisis' sufrió uno de sus primeros 'tropiezos' en forma de descomposición de estómago que le llevó a suspender. Entonces contaba 66 primaveras. Por supuesto, en Madrid.

Tres años después, en 2018, el bueno de Joaquín se quedaba sin voz a la hora y media de concierto, también en el Wizink Center. En plena actuación, cuando sonaban los acordes de 'Y sin embargo', el de Úbeda abandonaba el escenario atacado por la afonía. Madrid, otra vez.

Lejos de enfadarse o de abuchearlo, el público sabinero de Madrid ha vuelto a responder como suele hacerlo cuando el cantante tiene problemas. Si Madrid le exige más que cualquier otro sitio, su público le comprende y le perdona mejor que ningún otro lugar. Una vez más, ante la tierna imagen de Joaquín subido al escenario, la gente aplaudió su explicación entre gritos de "¡no pasa nada!". Y no pasa. Porque Sabina volverá. No es metafórico. Así, en silla de ruedas y con un fuerte dolor en el hombro, emplazó a los presentes a reunirse de nuevo en mayo para repetir el concierto.