No, no fueron jeringuillas de heroína las que se llevaron al cantante de Los Secretos, Enrique Urquijo; ni tampoco él era un "yonki de manual", como se ha tratado de vender, desde su fallecimiento, en algunos medios. Lo que hizo que el corazón del músico dejara de latir fue una combinación de barbitúricos y coca de base. Su hermano menor, Álvaro, se decidió a contar, durante la pandemia, la verdadera historia de Los Secretos, 'Siempre hay un precio', por si le fallaba la memoria. Se presenta hoy.
Enrique acababa de salir de un centro de desintoxicación. El 17 de noviembre de 1999 se fue a ver a su camello. Allí compró basuko y se lo fumó. Para bajar su subidón, se tomó varios tranxiliums. La mezcla provocó una parada cardiorrespiratoria. El informe forense lo comparte Álvaro en el libro; es la primera vez. Pero, además, relata otros muchos episodios de su vida y la de su hermano. En el vídeo, repasamos algunos.
Hoy, aniversario de la muerte de Enrique Urquijo, sale también a la luz el nuevo disco de Los Secretos, 'Desde que no nos vemos', grabado en directo como homenaje al cantante fallecido. El grupo retomará sus conciertos en 2022 con una gira por quince ciudades españolas.