Ya lo decía Radio Futura en 'Escuela de calor': "Hay tribus ocultas cerca del río esperando a que caiga la noche". Era entonces cuando esas pandillas salían a la calle a lucir su filosofía y sus mejores pintas. Y, a diferencia de lo que se piensa, iban más allá de las crestas de colores y los excesos a la hora de maquillarse.
Durante La Movida, hubo decenas de tribus urbanas, cada una exclusiva y reclamando su propio espacio. Tanto afán por marcar territorio hizo que algunas de ellas llegasen a las manos; y, en alguna ocasión, algo más lejos. Menéndez Flores, periodista cultural y experto en La Movida, cuenta en este episodio de 'La otra movida' qué tuvieron que ver las tribus urbanas en el cierre del famoso Rock-Ola.
El Rock – Ola fue mucho más que una sala de conciertos; desde el inicio tuvo claro esa concepción de club que ya triunfaba en países como Reino Unido. Abrió sus puertas el 31 de marzo en 1981 con una fiesta a la que titularon 'Música para jóvenes carrozas'. Por allí pasaron Gabinete Caligari, Nacha Pop o Parálisis Permanente. Pero también artistas internacionales como Echo and the Bunnymen, Nick Cave o New Order. Por culpa de una desgracia, la existencia de esta discoteca fue corta y en 1985 echaron el cierre.