Elegancia silenciosa a lo 'Succession': cuánto cuesta la ropa del día a día de los que dirigen el mundo
En una serie que habla tanto del poder como 'Succession', la ropa ha sido una manera más de demostrarlo y de marcar distancia
Solo los auténticamente ricos se darán cuenta de que una gorra sin logo alguno o un jersey de cachemira en tonos neutros pueden superar las 3 y 4 cifras
La gorra y la bomber de 7.000 euros de Kendall de 'Succession': cuando el lujo apuesta por el logo silencioso
El mundo seriéfilo se ha quedado huérfano de una de sus ficciones más potentes y que más ha monopolizado la conversación social en los últimos tiempos. 'Succession', el drama de HBO sobre una disfuncional familia adicta a las intrigas, las jugadas sucias y los diálogos punzantes, ha llegado a su fin dejando a la inmensa mayoría de sus seguidores satisfechos, más allá de preferencias personales sobre quién debería haber sido el sucesor de Logan Roy, el dueño de un imperio de medios de comunicación, parques temáticos y cruceros indisimuladamente inspirado en la familia Murdoch.
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'Succession' nos ha permitido durante sus cuatro temporadas asomarnos a las vidas de unos ricos tan ricos que no necesitan salir en revistas ni ofrecer entrevistas. En una serie que habla tanto de poder, la ropa ha sido una manera más de demostrarlo y de marcar distancia. Puedes caminar por la calle a su lado sin reconocerles, a menos que seas uno de ellos y sepas identificar los códigos del lujo silencioso. Solo los auténticamente ricos y los expertos en moda se darán cuenta de que una gorra sin logo alguno, un jersey de cachemira en tonos neutros o unos zapatos náuticos aparentemente sencillos pueden superar las tres y cuatro cifras.
La ropa ha servido para definir dinámicas de poder en una serie llena de ocres, beiges, verdes y azules, todos apagados y sobrios. En contraposición a la logomanía del nuevo rico, el ultramillonario prefiere ir aparentemente aburrido, poco llamativo y poco reconocible. Repasamos los principales personajes de 'Succession', su relación con el estilismo y cuánto cuesta la ropa que llevan.
Kendall Roy
Es el hijo de Logan Roy con más papeletas para quedarse con el poder. El elegido. O al menos es lo que cree él. El pulso público que mantiene con su padre, normalmente humillante para él, evidencia unos problemas mentales y adicciones que esconde bajo su impecable ropa. Su gorra visera de Loro Piana (600 euros) y la 'bomber' de Tom Ford (7.000 euros) fue lo más llamativo desde el primer momento, pero en esta temporada lo que más ha llamado la atención ha sido el abrigo tres cuartos de cachemira de Loro Piana, valorado en 8.300 dólares, que luce en el capítulo 9.
Siobhan Roy
Shiv, la pequeña de Logan, es una niña de papá muy inteligente y capaz de pergeñar la intriga más retorcida con tal de salirse con la suya, pero también tiene que sufrir la cultura machista de Waystar Royco en sus propias carnes. Si al principio de la serie se resalta su distanciamiento del mundo empresarial con una estética suave en tonos pastel, su inmersión en los entresijos de la fortuna familiar la hace mimetizarse con su entorno optando por un repertorio más sobrio, en tonalidades de beige, gris y azul marino en sus jerséis finos de cuello alto y sus pantalones sastre con tiro alto. El blazer con solapas de tejido chevrón del capítulo de la fiesta preelectoral en la cuarta temporada cuesta más de 1.000 dólares.
Roman Roy
El menor de los Roy es mucho más listo de lo que parece a pesar de sus tendencias kamikazes, su incorregible sarcasmo y se depravación sexual. Su juventud y sus rabietas de niño pequeño son una desventaja para él en la escala de poder. Roman tiende a vestir con camisas claras o negras, sin corbata y blazers grises de corte bastante anodino que compensa con cárdigas de Polo Ralph Lauren y gafas de sol de Matsuda que cuestan 600 euros. Sus Blazer Blue Grandpro del célebre episodio 'Chiantishire' de la tercera temporada tienen un valor de 120 dólares.
Connor Roy
El mayor se los hermanos Roy se encuentra más fuera que dentro de las intrigas corporativas y nunca apela a su veteranía para imponer su criterio en las reuniones familiares. Se sabe el bufón de la familia. Todos lo saben, quizás por eso nadie se molesta en poner freno a caprichos como presentarse a la presidencia de los Estados Unidos. Connor es también el más insulso en cuestión de estilo, aunque para su boda eligió una chaqueta de terciopelo Hugo Boss de 700 euros.
Logan Roy
El patriarca de los Roy, el centro de todos los problemas de sus hijos, que son como son porque los crio como lo hizo. Cercado por unos problemas de salud cada vez más acuciantes pero dispuesto siempre a morir matando. La rebeca de punto que viste en la intro ya es emblemática, pero el magnate también lleva abrigos largos sobre sus trajes, aunque lo que más le caracteriza, aparte de sus ataques de cólera, es esa gorra de béisbol con la que trata de pasar desapercibido. La chaqueta de campo Wrexham que luce en 'The Monsters' tiene un valor de más de 1.100 dólares.
Tom Wambsgans
El marido de Shiv Roy es literalmente 'el otro' dentro del cerrado ecosistema de 'Succession'. Un tipo de familia acomodada que por méritos propios va escalando hacia la cumbre de una de las empresas más poderosas del mundo. Y esa diferencia con los demás también se manifiesta en la ropa. En contraste con los oscuros trajes de los herederos, Tom se caracteriza por su estética de nuevo rico: llamativos trajes italianos con toques de color o tejidos modernos. Con el paso de las temporadas se va ajustando a la estética Roy, como demuestra la chaqueta (casi 1.400 dólares) que luce en 'Kill List', el quinto capítulo de la cuarta temporada.
Lukas Mattson
El dueño de GoJo y némesis de los Roy principalmente en la temporada final podría ser un trasunto de Elon Musk, un tipo alejado de la sastrería en tonos beige y los abrigos de los protagonistas. Sus atuendos se componen de camisetas grises, chanclas de Adidas y jerséis de cuello alto. Aunque su atuendo más memorable es el que luce en la fiesta de la víspera de las elecciones, la excéntrica chaqueta de terciopelo de oro quemado que destaca aún más en una sala llena de trajes grises.