Entre tanto 'Juego del calamar' otros estrenos de Netflix se han visto levemente eclipsados por su inesperado boom, pero una vez pasado el momento de máximo apogeo de la serie surcoreana comienzan a ser reseñables otras producciones de la plataforma, entre las que está destacando 'La asistenta'. Una serie que podría parecer una más, con trama interesante pero que pasa desapercibida por el continuo lanzamiento de producciones pese a tener algo especial. Por una parte, está basada en una historia real y, por otra, la elección de sus protagonistas fue una especie de coincidencia muy relacionada con la trama de la serie.
"Tras escapar de una relación de maltrato, una joven madre encuentra trabajo como asistenta mientras lucha por cuidar de su hija y crear un futuro mejor para las dos". Con estas pocas palabras describe Netflix la sinopsis de 'La asistenta'. La trama se basa en una historia real de una madre que huyó de una relación donde sufría violencia de género en busca de un futuro mejor para ella y su hija.
Es la historia de Stephanie Land, quien pasó años limpiando casas y viviendo en refugios para sobrevivir. Toda esa experiencia la fue contando en un blog en el que no solo plasmó cómo salió de una relación de maltrato, también su experiencia en las diferentes casas que limpiaba, cómo tocó fondo y cuando, gracias a todo el esfuerzo realizado, consiguió entrar en la universidad.
De repente toda su experiencia y todo lo que había ido escribiendo en el blog tomó forma y se convirtió en 'Criada', el libro autobiográfico en el que cuenta todas sus vivencias. Ahora todos esos hechos de la vida de Land se han trasladado a la pantalla con la adaptación del libro a serie, que según la plataforma han visto más de 67 millones de suscriptores.
En la serie es Margaret Qualley la actriz que se pone en la piel de Stephanie Land. Puede que la intérprete no te suene debido a su corta carrera, acaba de cumplir 27 años, pero ya ha participado en otras series como 'The Leftovers' o en la película de Quentin Tarantino 'Érase una vez en Hollywood', además de que es hija de Andie MacDowell, relación que también comparten en esta ficción poniéndose en la piel de madre e hija. Una casualidad que no es, precisamente, casual.
MacDowell, que en el último festival de Cannes causó sensación al aparecer mostrando su pelo con canas, llegó a la producción por petición de su hija, que ya había sido seleccionada para interpretar a la protagonista. En una entrevista con Codiller, Qualley confirmó que ella había propuesto que diese vida a su madre también en la ficción. "Estaba en Canadá en cuarentena y el papel de mi madre en la ficción aún no se había cerrado, entonces me di cuenta de que siempre había querido trabajar con mi madre".
Al planteárselo internamente decidió llamar a Margot Robbie, productora de la serie, a la que le gustó la idea que proponía. Solo quedaba convencer a Andie MacDowell, la cual aceptó. Pero hay más trasfondo. En el mismo medio MacDowell explica por qué le rondó a su hija esa idea por la cabeza, el que ella interpretase a Paula, la madre de la protagonista que sufre trastorno bipolar.
"A mi madre le diagnosticaron esquizofrenia justo después de mi nacimiento, sometiéndola a tratamientos de choque hasta que volvió a casa sola. En ese momento no había un sistema de apoyo y tener algún tipo de enfermedad mental era una vergüenza. Crecí en un ambiente algo inestable y Margaret lo sabía".
Preguntada por cómo planteó la interpretación de una persona bipolar no diagnosticada, la actriz reconoce que era consciente de lo que hacía "porque he tenido que lidiar con muchas enfermedades mentales diferentes en mi familia. He leído mucho, he investigado y he estado en muchas terapias. Es algo individual. No se puede comparar a una persona con otra y el diagnóstico en ocasiones es incorrecto".
Durante la promoción de la serie, MacDowell habló con S Moda, en donde confirmaba que su participación en la serie había sido idea de su hija debido a la historia con su madre, "yo tenía experiencia de primera mano con alguien que había sufrido una enfermedad mental y conocía las complejidades que la rodean, la oscuridad que viene con todo eso. Sabía que iba a entender a mi personaje". Y va más allá, porque además de contar que a finales de los 50, cuando su madre fue diagnosticada, la enfermedad se escondía, también "se solía decir que las mujeres tenían ataques de nervios y con eso se cerraba el debate".