'Its a Sin', la serie con la que explicarle a tu hijo con su lenguaje cómo golpeó el sida en los 80
El guionista Rusell T. Davies, de 57 años, ha creado una miniserie a partir de su propia experiencia como chico joven y homosexual en el Londres de los años 80 que sirva como recuerdo y homenaje a las personas que han perdido la vida a costa del sida
La miniserie, que en España se puede ver en HBO, tira de ídolos centennials como Olly Alexander y veteranos como Neil Patrick Harris y sirve como enlace para hacer entender a varias generaciones cómo fue la lucha contra la epidemia del sida y las consecuencias que el estigma, el secretismo y la falta de información han dejado en la sociedad años después
Pasado apenas un minutos del primer episodio de It’s A Sin, su protagonista, interpretado por el músico y actor Olly Alexander, tira por la borda el preservativo que su padre le da antes de mudarse a Londres desde la Isla de Wight. La idea de necesitarlos para no dejar embarazada a una chica le arranca una carcajada a un chico que, en plena ebullición ochentera, decide que va a dejar la carrera de derecho para estudiar arte dramático, fantasea con Steve Austin y esconde una montaña de ejemplares de la revista HIM en su armario de crío.
Pero transcurridos los cinco capítulos de esta producción de Russell T. Davies para Channel 4 (aquí se ve en HBO), la lección queda clara para sus personajes, y también para el espectador que lo ve desde 2021 atravesando una pandemia: la prevención ante el virus desconocido por parte de las autoridades sanitarias, los gobiernos, medios de comunicación y los ciudadanos es fundamental para que este no lo arrebate todo. Pero también lo son el calor humano, la compañía y la tolerancia.
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El VIH es ahora una enfermedad crónica, con tratamiento y que afecta a unas 150.000 personas en nuestro país. Pero desde finales de los 80, cuando estalló la epidemia y se descubrió el virus, han muerto víctimas del sida en todo el mundo alrededor de 33 millones de personas. Mascarillas, protección y aislamiento que en estos tiempos están normalizados en el imaginario colectivo pero que en aquellos años condicionaron los últimos días de vida de tantos hombres homosexuales, que tenían que lidiar además con el estigma, el secretismo y el rechazo de una sociedad que les castigaba por amarse. Que les señalaba con el dedo y les hacía creer que el VIH era una lacra merecida por 'pecadores. De ahí el título de la serie.
El guion lo escribe Rusell T. Davies, de 57 años, a partir de su propia experiencia como chico joven y homosexual en el Londres de los años 80. El visionario escritor de Years and Years (la distopía británica que retrata y anticipa todos los males de nuestra era), Queer as Folk o el reboot de Doctor Who, ha hecho explícita su intención de homenajear con ella a todos aquellos hombres fallecidos, en tantos casos faltos de cuidados y compasión y en muchas ocasiones escondidos. Muertes que de no haber sido tratados como 'ciudadanos de segunda' por ser gays, se podrían haber evitado en muchos casos o, al menos, paliado.
La miniserie, que tira de ídolos centennials como Olly Alexander (cantante de la banda que curiosamente también se llama Years&Years), Lydia West, Omari Douglas o veteranos como Neil Patrick Harris, sirve como enlace para hacer entender a varias generaciones cómo fue la lucha contra el sida, con la propia enfermedad y desde el activismo. Cómo es la llegada de lo desconocido a una sociedad que además se niega a su existencia, a darle validez y prestar apoyo también desde la ciencia y los recursos económicos y sociales. Y las consecuencias que este vacío institucional tiene en la sociedad años después. Es un drama, pero también un canto a la diversidad y al amor que conecta bien con el sentir generacional de muchos de los jóvenes de casa.