Pedro Piqueras asegura que está "disfrutando de la vida". Ha llegado a Huesca por la mañana del viernes para participar del Congreso de Periodismo y se ha subido al escenario para la charla de cierre del evento, una conversación guiada por Ignacio Escolar, en la que ha repasado hitos de su carrera pero sobre todo ha contado algunas intimidades. Por ejemplo, cuál fue el momento en el que más nervioso estuvo en un directo. Por qué acudió a terapia. Qué ejercicios le mandaba su terapeuta. Y cuál fue su mayor fracaso.
Lejos de lo que puede esperarse de una charla en un congreso, Piqueras abrió su corazón y contó todo con detalles. "Ahora me siento más libre", dijo, cuando se cumplen tres meses de su gran despedida de la televisión. ¿Que por qué decidió jubilarse? "Hay que saber irse. Cuando se trabaja hasta las 10 de la noche todos los días de tu vida, no puedes ir ni al cine, ni a tomar una cerveza con amigos. En algún momento dices ¿cuánto me queda de vida? Eso llega sin avisar. Entonces pensé, antes de que me llegue (el final), tengo que vivir la vida", explicó. Y en eso está. Aunque también está haciendo balances.
El 14 de diciembre de 1988, la primera gran huelga general convocada contra un gobierno socialista tenía a todos los poderes políticos pendientes de la información y al país paralizado. Salir a dar las noticias ese día era concentrar en su rostro todas las miradas de España. Piqueras lo hizo, tal como se vio en pantalla gigante en el Palacio de los Congresos de Huesca, con el seño fruncido y la voz temblorosa y hoy, más de 30 años después, reconoce que fue uno de los momentos más tensos de su carrera. Los nervios, sin embargo, lo acompañaron siempre. Según contó, durante mucho tiempo tuvo miedo escénico y acudió a terapia para trabajarlos. Su psicóloga era gestáltica, y él hacía un ejercicio a diario que consistía en escribir en un papel: "Va a salir bien, va a salir bien, va a salir bien". La anécdota conmovió al auditorio lleno de periodistas jóvenes y estudiantes de la carrera.
Pero su relato sin tapujos no quedó ahí. Piqueras se animó a decir a viva voz que el mayor fracaso de su vida profesional fue negarse a hacer periodismo del corazón. La historia que contó dejó a todos sorprendidos. Lo habían convocado para hacer un programa llamado 'A plena luz' -"el programa peor iluminado de la historia", aclaró entre risas-, en el que tendría que tocar temas del corazón y hacer entrevistas con personajes que nada tenían que ver con la actualidad informativa, referentes del mundo del entretenimiento. "Fui con mala actitud. No quería hacer nada fuera de la política. Esos errores que cometemos. La vida es mucho más que la política. Hay que ir con buena actitud hagas lo que hagas. Me arrepentiré toda la vida de no haber hecho corazón. Sería el rey de las mañanas", dijo y se adjudicó por completo el fracaso de ese programa: "Fracasó, pero el fracaso se debió a mí, que fui con mala actitud por no querer hacer eso. Un gran error".
Ante la pregunta de los estudiantes de periodismo sobre el futuro de la profesión, y si vale la pena seguir la carrera por la precarización laboral que hay en el oficio, contó que cuando era chico su padre no vio con buenos ojos que fuera periodista: "Quería que fuera botones de un banco", dijo con una sonrisa y explicó que él se empeñó aunque en ese momento también era un oficio mal remunerado. Y concluyó con un mensaje que se llevó aplausos: "En esta época de Inteligencia Artificial, de fake news es cuando más falta hacen periodistas que verifiquen, comprometidos con la búsqueda de la verdad. Creo que tiene más sentido incluso que cuando yo empecé".