Revelado el final alternativo de 'Los Soprano' que nunca vimos y tiene que ver con LeBron James

Como dice el periodista Jamie Andrew, no podía haber mejor final para una serie de mafiosos que un crimen del que que nadie fue testigo. Esos diez agónicos segundos de 'fundido al negro' tras la impecable construcción de una escena típica de asesinato fueron como ponernos a todos los espectadores una venda en los ojos para no ver lo que ¿queríamos? ¿no queríamos? ver: la muerte de Tony Soprano.

Todos los seriéfilos recordamos la escena: Tony (James Gandolfini) llega al restaurante Holsten's en Bloomfield, Nueva Jersey, y selecciona 'Don't Stop Believin' de Journey en la jukebox su mesa. Llegan Carmela (Edie Falco) y Anthony (Robert Iler), comen aros de cebolla, charlan. Meadow (Jamie-Lynn Sigler) está intentando aparcar su auto para unirse al grupo. En ese lapso entran varios hombres al restaurante, blancos, negros, jóvenes, viejos. Vemos a Meadow acercarse a la puerta del restaurante y abrirla. Entonces Tony levanta la mirada ¿a Meadow? ¿a algunos de los hombres que están en el restaurante? Fundido a negro. Et voilà: el coitus interruptus más grande de la historia de las series.

La verdad, finalmente

La escena forma parte de uno de los grandes misterios de la pantalla: como lo que había en el maletín de 'Pulp Fiction', como los números de 'Perdidos', solo existen para no existir, son agujeros negros que nunca tendrán una respuesta concluyente porque si la tuvieran dejarían de ser. Sin embargo, digresiones más o menos filosóficas aparte, muchos han intentado llenar ese vacío. Lo que no sabíamos hasta hoy es que de hecho existía un final ("Dos años después") grabado por los mismos Gandolfini y Falco, en sus papeles de Tony y Carmela, el que se cuenta lo que ocurrió y resulta que (spoiler alert), Tony sobrevivió.

Se trata de una parodia. Esta semana el podcast 'Pablo Torre Finds Out' ha sacado a la luz un rato video que grabaron los protagonistas de la serie para intentar convencer a la estrella del baloncesto LeBron James de fichar por los New York Knicks, artífices del video. Tony y Carmela aparecen, dos años después, viviendo en un minúsculo apartamento de la Gran Manzana en el que residen gracias al programa de Protección de Testigos del FBI. E intentan, desde luego, convencer a LeBron de que se una al team neoyorquino para lo cual se ofrecen a conseguirle piso.

Aquí podéis ver la escena:

¿Os satisface este 'nuevo final'? ¿No? Esa es la prueba de que algunas historias crecen de manera monumental con la ambigüedad. Solo así viven para siempre en nuestra memoria.