La vida de José Luis Gil, uno de los actores más populares y queridos de la televisión por su papel de Enrique Pastor en 'La que se avecina', cambió radicalmente hace tres años, en noviembre de 2021, cuando sufrió un infarto cerebral que paralizó de golpe su carrera. Desde entonces se recupera lentamente apoyado por sus seres queridos, aunque todavía está lejos el momento de regresar a los escenarios.

En todo este proceso su hija Irene se ha encargado de informar puntualmente del estado de salud del intérprete aragonés, de 66 años, convirtiéndose en la portavoz oficial de la familia. La última actualización, publicada en su perfil de Instagram el pasado 1 de diciembre, mostraba una fotografía de padre e hija sonrientes y sosteniendo un trofeo de la Fundación Vivir Dos Veces, que está teniendo un papel crucial en la recuperación de Gil. “Hemos aprendido a prepararnos para morirnos, pero no estamos preparados para enfermar”, se leía en la publicación.

El camino hasta aquí no ha sido fácil y, aunque todavía queda mucho para llegar a la meta, la recuperación del artista avanza por el camino correcto. Empieza a quedar atrás aquel fatídico 4 de noviembre de 2021. Un ictus isquémico agudo en el hemisferio izquierdo le obligó a permanecer 22 días ingresado en el hospital Nuestra Señora del Rosario en Madrid.  Cuando salió del centro médico, su hija Irene agradeció la profesionalidad y la calidad humana desempeñada por todo el equipo de la clínica.

Desde entonces la familia ha actuado con discreción y prudencia, poniendo todas las esperanzas en que “la rehabilitación, el tiempo y el acompañamiento ayuden a su pronta y total recuperación”. Pese a que no le gusta ser el centro de atención, casi toda la información sobre la evolución del estado de salud de Gil ha recaído en Irene y sus actualizaciones en redes sociales, más allá de las pequeñas pinceladas que en esos primeros meses daban compañeros como Cristina Medina -"está mejorando, pero es un golpe muy duro"-, Eva Isanta -"Es un luchador, tiene muchos recursos, él no se rinde y, nada, estamos esperándole todos con los brazos abiertos"- o Fernando Tejero -"Va lento"-.

A principios de 2023 Irene publicaba una imagen en la que aparecía el actor agarrado de su brazo en un post en el que le dedicaba unas bonitas palabras: "En 2006, cuando nació mi hija, la ingresaron unos días y yo tuve una depresión posparto tremenda. En 2012, me caí esquiando, me rompí la espina tibial, ligamento, un destrozo. Operación, escayolada 2 meses, 7 meses rehabilitando. Fueron dos momentos complicados, necesitaba ayuda y, en ambos casos, me instalé en casa de mis padres. Ellos me cuidaron, a mí y a mi familia. Ahora son ellos los que necesitan apoyo y que les echen una mano. Aquí estamos, nos hemos venido a hacer lo que tantas veces ellos han hecho por nosotros". Y concluía con un deseo: "espero que pronto dejemos de ser necesarios aquí".

Meses después, Irene admitía que las secuelas del ictus eran graves y no veía "posible que pueda regresar a la televisión", añadiendo que a medida que pasaba el tiempo las esperanzas de una recuperación completa eran menores: "Estamos asumiendo todos que la vida no va a volver a ser la misma. Es un golpe tremendo y que cuesta encajar, estamos en ello. Luchamos por afrontar esta situación que es muy compleja y dolorosa".

Una de las secuelas más notorias era la dificultad para expresarse. "Mi padre reconoce a todo el mundo. Si viene alguien a verle sabe quién es, se entera de todo, pero tiene problemas para comunicarse", compartía Irene en enero 2024. Además pedía prudencia -"se han dicho cosas que no se ajustan a la realidad, quizá porque los que hablan no saben, pero están deseando que supere esta etapa tan difícil"-, y aprovechaba para lamentar la falta de visitas de sus compañeros de profesión: "A José Luis le haría mucha ilusión que fueran a verle, se pondría muy contento, pero deben de estar muy ocupados".

En verano de este año salía al paso de los rumores sobre el empeoramiento del estado de salud del actor. "Está tranquilo, en casa, súper bien atendido por mi madre, que además, tiene refuerzos. Sus hijos, sus sobrinas, sus nietos, amigos fieles que son un tesoro… vamos a verle e intentamos que esté lo más feliz posible", escribía en su Instagram. También se quejaba amargamente de los bulos que aparecían en redes sociales, como que José Luis habría fallecido: "Os pido que por favor, no difundáis bulos, es muy desagradable que te estén dando el pésame a todas horas porque personas sin escrúpulos, que imagino que buscan seguidores o notoriedad, lanzan noticias falsas sin importarles el dolor que causan a sus amigos y familiares", expresaba la hija del artista después de asegurar que "aquí seguimos, poniéndole una sonrisa al verano. Y mira que cuesta a veces...".

Irene continuaba agradeciendo "hasta el infinito y más allá" -un guiño a su doblaje de Buzz Lightyear en la saga de 'Toy Story'- todo el cariño y preocupación que les llegaba de la gente. "Siempre que ha sucedido algo importante lo hemos compartido, así que relax que todo sigue igual. Felicidad y salud para todos", apuntillaba.

En su post más reciente lanza una reflexión sobre cómo nos enfrentamos como sociedad a las enfermedades, alabando el trabajo que la Fundación Vivir Dos Veces está haciendo con su padre:  “Gracias por su trabajo y su esfuerzo para ayudar a los pacientes con Daño Cerebral Adquirido (DCA) y sus familias. Su labor y acompañamiento en esta segunda vida es muy importante”.

Por su parte, los hermanos Alberto y Laura Caballero, creadores de la serie que más fama dio a José Luis, se mostraban el pasado mes de noviembre esperanzados en la pronta recuperación del artista -lo último que hay que perder es la esperanza en una recuperación completa"- y no cerraron las puertas a un posible regreso a 'La que se avecina', pese a las reservas de Irene: "Seguiremos esperando y esperaremos el tiempo que sea necesario para que se ponga bien. Queremos que se recupere. Está con nosotros y va a acabar sucediendo”.