¿Qué fue de Chuck Norris, el 'Ranger de Texas' que dejó Hollywood por amor?
El actor de 77 años sufrió dos paros cardíacos en el 2017 tras su participación en el Campeonato Mundial de la Federación de Artes de Lucha Unidas.
Ese mismo año el actor señaló que dejaba la actuación para dedicarse a cuidar a su esposa Gena O´Kelley
"Mi amor por ella es más fuerte que mi carrera, el dinero, cualquier otra cosa. Está enferma, sufre, y yo seré su custodio y su consuelo…"
La historia de Chuck Norris, maestro de artes marciales e inspirador de infinitos memes, y que cumple 82 años este 10 de marzo de 2022, no siempre fue la del hombre corajudo y fuerte capaz de enfrentarse él solo con su alma contra enemigos de toda laya, connacionales y extranjeros.
Carlos Ray Norris, invencible en la ficción y también en la vida real, no solo abandonó, invicto, las pantallas sino que emprendió una lucha sin cuartel en un campo donde son inútiles sus letales golpes de karate. Su mujer, la actriz y modelo Gena O'Kelly, sufre, desde hace años, terribles dolores de la artritis agravados "por una mala praxis durante una resonancia magnética, según denuncia el héroe de Walker, Ranger de Texas.
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"Antes de ese examen le aplicaron una inyección de gadolinium, un contrastante metálico muy tóxico que le dañó, según sus médicos, el sistema nervioso y renal. Siente el cuerpo ardiendo, y debe estar en reposo varios meses". Pero el amor, la ternura y la abnegación del eterno karateca –campeón mundial de esa técnica– fueron más allá de su batalla legal contra los fabricantes de gadolinium: "Dejo todo. De ahora en adelante no haré más que mantener viva a Gena. Quiero que siga en el mundo, junto a mí y a nuestros hijos. Mi amor por ella es más fuerte que mi carrera, el dinero, cualquier otra cosa. Está enferma, sufre, y yo seré su custodio y su consuelo…".
Antes de este abandono cinematográfico llevado por el amor a la mujer que lo acompaña desde 1998 y con la cual tiene dos hijos, Norris había tenido su última aparición rutilante en la pantalla grande en la película Los Indestructibles 2, en la que participaron otros tantos duros de Hollywood, como Arnold Schwarzenegger, Jean Claude Van Damme o Bruce Willis.
En ese filme, del año 2012, también participaba Sylvester Stallone, que entabla con el intérprete de Desaparecido en acción el siguiente diálogo: "Escuché un rumor: oí que te había mordido una cobra", dice Stallone. "Sí, así fue -responde Norris-, pero después de cinco días de un dolor intenso, la cobra murió".
Sobrevivió a dos infartos el mismo día
La realidad superó a la ficción. Si en las películas nadie podía con él, en la vida real la cosa es parecida: Chuck Norris sufrió dos infartos en 47 minutos, durante un viaje con su familia a Las Vegas (Estados Unidos), donde asistieron al Campeonato Mundial de la Federación de Artes de Lucha Unidas, según le contó a Radar Online. "Corazón indestructible", titularon algunos medios estadounidenses, después del milagro que vivió el actor a los 77 años.
Antes de llegar a su hogar en California, se detuvieron en un Hotel&Casino en Nevada. Fue entonces cuando, mientras se daba una ducha, sufrió el primer paro cardíaco. El segundo infarto ocurrió cuando la estrella ya se encontraba en el hospital recibiendo atención médica. "Incluso dejó de respirar", indicaron fuentes consultadas por Radar Online. "Esto habría matado fácilmente a la mayoría de los hombres, incluso los más jóvenes, pero Chuck Norris todavía está en la cima de la capacidad física", agregó la misma persona.
Desde hace cinco años, en el silencio y la serenidad de su rancho de Texas, ese campeón –primer occidental en ser octavo ganador del cinturón negro– lucha contra otros enemigos: los dolores en el cuerpo de Gena, el fantasma de la muerte, el vaivén de los signos de caída y mejora, las noches interminables…
Y también, libra esa oscura, intrincada y tramposa batalla legal: ya gastó dos millones de dólares en tratamientos, y les reclama diez a los fabricantes del gadolinium. No es fácil –a veces, imposible–, renunciar a un mundo público de éxitos y halagos y refugiarse en soledad con una mujer amada. Pero ese paso también necesita fuerza y heroísmo: lo que Chuck Norris tiene de sobra en su cuerpo y su espíritu.