¿Qué significa dolarizar la economía de un país?
¿Sabías que ya hay países del continente sudamericano cuya moneda oficial ha sido reemplazada por el dólar?
¿Para qué se emplea esta medida económica que, según sus detractores, atenta contra la soberanía de los países?
Javier Milei, el candidato del Partido Libertario a la presidencia de Argentina, ha propuesto esta 'solución' para su país
El resultado de las pasadas elecciones primarias en Argentina -una primera vuelta electoral de la que salen los candidatos que competirán en las elecciones generales-, con la victoria del economista Javier Milei y el oficialismo lastrado por la inflación, vuelve a poner a la que fuera una de las potencias del continente sudamericano ante un destino incierto.
MÁS
El ganador, Javier Milei, candidato del Partido Libertario, defensor de un liberalismo económico recalcitrante y poseedor de una personalidad excéntrica y confrontacional que lo emparenta con otros 'outsiders' de la ultraderecha americana -Fujimori, Trump, Bolsonaro-, ha dicho que quiere quemar el Banco Central de su país. Literalmente. “Cuando hablo de quemar el Banco Central no es una metáfora -ha sostenido- lo quiero dinamitar, pero esto es literal. Es decir, hacerlo implosionar y que queden todos los escombros”.
Bombas metafóricas (o no) aparte, una de los aspectos del plan de gobierno del economista Milei que más llama la atención es el proyecto de 'dolarizar' la economía argentina. ¿Qué significa esto?
Montados en el dólar
En términos concretos, es asumir la moneda norteamericana como divisa de curso legal: es decir, se reemplaza la moneda oficial y soberana (en el caso de Argentina, de momento sigue siendo el peso) por la moneda de los EE UU. La razón para hacer esto no es otra que detener, de un portazo, la inflación. Actualmente en Argentina los precios suben a un ritmo de 6% al mes producto de la inflación. Es decir que están en una situación crítica.
Sin embargo, la dolarización que propone Milei presenta muchísimos puntos controvetidos. Para empezar es como ponerle una tapón a una botella de cola después de agitarla: es decir, para el síntoma pero no soluciona el problema... y a la larga puede estallarte en la cara. Y tampoco hay tantos dólares circulando en Argentina, se calcula que se necesitarían unos 35.000 millones. Milei propone para eso poner en circulación las reservas de dólares del Banco Central, antes de liquidarlo.
Ya se han dado experiencia similares en el continente: Ecuador, por ejemplo. Poco se sabe de esto en España, pero el dólar es la moneda de uso oficial en ese país desde 1999, y en ciudades como Quito o Guayaquil la compra se hace en dólares norteamericanos, las nóminas se pagan en dólares norteamericanos, la vida se vive en dólares norteamericanos. Pero aunque cuando se implantó se produjo la esperada estabilidad inflacionaria, pero a cambio la clase media fue prácticamente pulverizada al perder sus ahorros producto de los brutales procesos de cambio. De resultas, además, se produjo un éxodo ecuatoriano, similar al de venezolanos en la era Maduro. Algo que podría repetirse en Argentina.
"Para mí fu una estupidez. Y nos destruyó a nivel económico y emocional. Perdimos identidad -dice Paulina, migrante ecuatoriana en Madrid-. Al principio además, fue trágico, la gente mayor, la gente del campo, todos llorábamos. Y nos fuimos el 10% de la población. Hubo muchos suicidios también porque mucha gente de clase media lo perdió todo". Paulina sostiene, además, que cuando visita su país lo que encuentra es que no se solucionó nada. "Hay brechas económicas brutales. Nos seguimos yendo del país. Y aunque compartimos la moneda, nuestra inflación es mayor que la de EE UU", asegura.
La dolarización, pues, es una herramienta drástica contra la inflación que a tenor del resultado electoral, muchos argentinos parecen contemplar. Las soluciones reales pasan por otras medidas económicas que tanto Milei como los otros candidatos tendrán que proponer. Lo seguro es que dolarizar no acerca a los países a la justicia social. Javier Milei, el economista argentino que quiere ser presidente, ha asegurado, por cierto, que "la justicia social es una aberración".